Samanta Villar rompió tabúes sobre la maternidad con Torito y Soraya
La noche del martes se estrenaba el programa 'Samanta y...', la vuelta de Samanta Villar a Cuatro después de hacer un parón de un año por el nacimiento de sus mellizos. Precisamente de la maternidad trató el primer programa, que contó con padres primerizos Torito y Soraya Arnelas.
Samanta Villar quiso romper tabúes sobre la maternidad y para ello viajó hasta Estados Unidos para conocer a Trystan, un hombre transexual embarazado. En el programa narró cómo había dejado la testosterona para que su ciclo menstrual volviese. Además, confesó que lo hacía público “para que la gente pueda ver que hay muchas maneras de ser familia”.
“Tener hijos es perder calidad de vida”
Samanta Villar se sentó a comer con Soraya y con Torito para hablar de la conciliación, de la maternidad y de la calidad de vida que tenían tras ser padres. “A mí me han llegado a decir que me deberían quitar la custodia de mis hijos por decir que ser padre es perder calidad de vida”, confesaba la presentadora.
“¿A qué habéis renunciado desde que sois padres?”, preguntaba Samanta. “A mí, entera”, contestaba Soraya, que contó cómo había vivido las acusaciones de “mala madre” por parte de sus seguidores. “Inocente de mí me fui con mi chico a cenar y dejé a mi hija con los abuelos. Subí una foto y de repente me empezaron a decir mala madre”, contó.
Además de hablar de lo sobrevalorada que está la maternidad, en la que los tres estaban de acuerdo en que en esta sociedad es “obligatorio” ser padres, charlaron sobre las crisis de pareja que surgen al tener hijos.
Machismo en la maternidad
Hace unos meses, unas declaraciones de Samanta Villar afirmando que desde que era madre no podía “ducharse en condiciones ni responder un mensaje” hizo arder las redes acusándola de ser una mala madre.
La periodista quiso hablar con una psicóloga sobre el machismo existente en la maternidad. “La madre se supone que tiene que ser una abnegada, se supone que no se puede quejar y un montón de cosas que lamentablemente se siguen suponiendo en pleno siglo XXI”, confesó.