Durante la décima entrega de Secret Story: Cuenta Atrás, los concursantes se sometieron a la nueva prueba semanal que consistía en un call center en el que llamaban a otros países para lograr que repitieran la frase que cada uno debía pronunciar.
Todos, excepto los nominados - Luca, Cristina Porta e Isabel Rábago- que en vez de llamar a anónimos al azar, conectaron con sus seres queridos. El italiano habló con sus padres, la periodista con su hermana y la colaboradora de Mediaset también con su hermana. Solo que esta última no estaba sola...
En una especie de guiño involuntario a Alexia Rivas, el programa hizo una videollamada a Brasil donde se encontraba Fátima - la familiar de Rábago-. Al entrar la imagen, Carlos Sobera habló con ella y, de golpe, apareció el atractivo marido de esta sin camiseta y saludando: “¡Mira el marido de la pija!”, “¡Qué maravilla!” y “¡es un espectáculo!”, fueron algunos de los comentarios que se escucharon en el revolucionado plató.
El joven se quedó un rato compartiendo cámara con su mujer, hasta que ella empezó a hablar con Isabel. La hermana le transmitió todo su apoyo: “Eres muy fuerte, a veces se te olvida. Lo estás haciendo súper bien. Disfruta, canta, vive, que aquí te estamos esperando y estamos muy orgullosos de ti”, dijo.
Y cuando se despidió de la concursante, Carlos Sobera volvió a comentarle el impacto causado por su cuñado: “He estado por preguntar a qué gimnasio iba”, dijo entre bromas. A lo que Rábago respondió que era maravilloso por dentro y por fuera.
Un momento que llegó incluso a Alexia Rivas que comentó entre risas que la dejaran tranquila que estaba en su casa. Para más tarde, ironizar con su momento Merlos cuando “no la piropearon tanto” y lamentar que aún queda mucho por avanzar en favor de la mujer.
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