Análisis
“¿Está acelerando Telecinco el desarrollo de Secret Story para cerrar Guadalix este mes y lanzar ya Supervivientes?”. Esta es la pregunta que muchos espectadores de la cadena se hacen desde que hace unos días, el reality sorprendiera al adelantar su expulsión a la noche del domingo y apostase también por mantener la eliminación del jueves, dando salida en una misma semana a dos concursantes por primera vez desde que comenzó la edición.
La tibia acogida por parte de los espectadores al regreso de los realities con anónimos, unida a la situación que de por sí atraviesa el canal en audiencias en los últimos meses, ya ha dado pie estas semanas a que se plantee si es posible que Mediaset clausure La casa de los secretos antes de tiempo y adelante el viaje de los robinsones famosos a Honduras para impulsar sus datos. De hecho, en verTele ya analizamos días atrás las probabilidades de que se diese este escenario. Y tras las últimas decisiones, las dudas y especulaciones se han disparado.
Como ya contamos, por la naturaleza de producción del reality aventurero no es tan fácil adelantar su inicio como podría hacerse con cualquier otro formato que cuente “únicamente” con galas en directo o grabadas. Y además, el hecho de precipitar o convertir en un parche al único “killer format” de la parrilla actual de Telecinco también suscita dudas.
A su vez, resulta inevitable que el cambio de dinámica en Secret Story despierte en los espectadores una sensación generalizada de que Mediaset ha podido tirar la toalla y ha decidido acelerarlo con doble expulsión semanal. Sin embargo, lo cierto es que no existe todavía confirmación de si se trata de una alteración puntual como ha ocurrido antes en otros formatos, o si definitivamente La casa de los secretos se irá vaciando a toda prisa para echar la llave a finales de mes.
Atendiendo a la información comunicada oficialmente hasta el momento, y teniendo en cuenta los factores clave en cualquier decisión que tome Mediaset, analizamos los posibles escenarios de Secret Story: el de que ha pisado el acelerador, y el de que la doble expulsión ha sido puntual y que ahora en adelante el reality seguirá su curso según lo previsto.
Un 12.8% de cuota y 1.276.000 espectadores. Esa es la audiencia que promedian las siete galas principales de Secret Story emitidas hasta el momento en Telecinco, y el motivo fundamental por el que han surgido las dudas de los espectadores sobre su futuro en la cadena.
Si bien el reality de Zeppelin TV se estrenó a principios de enero de la mano de Carlos Sobera con un notable 14.5% y 1,5 millones de espectadores, no ha logrado mantener sus registros y ha ido cayendo hasta el 11.2% que registró su última gala. Paradójicamente, La casa de los secretos ha conseguido liderar sólo dos jueves en toda la edición, los que han coincidido con sus dos mínimos históricos de share. Y si hablamos el domingo la cosa no mejora, ya que su balance actual es de cero liderazgos con una audiencia media de 11.1% y 1.142.000 espectadores para La noche de los secretos que conduce Toñi Moreno.
Estos datos, aunque no desentonan excesivamente en un contexto como el del actual Telecinco, están por debajo de la media de la cadena, que este febrero ha vuelto a cerrar el mes por detrás de Antena 3 con un 13.5% de cuota media. Además, y dada la tendencia registrada en las últimas galas, Secret Story no ha podido ayudar al canal a conseguir su objetivo de liderar o al menos acercarse a su rival histórico en las audiencias mensuales.
Con este panorama, Mediaset intentó introducir un revulsivo en Guadalix con la entrada de invitados famosos. Pero tras el leve repunte con Nagore, ni la convivencia con Isa Pantoja ni las clases de protocolo de Carmen Lomana han impulsado los datos de un formato al que pasado el ecuador, le va a costar cada vez más enganchar a aquellos espectadores que no se hayan sumado ya.
Telecinco ha priorizado siempre su lucha por las audiencias, para lo bueno y para lo malo. Y si algo nos demuestra la hemeroteca es que no le tiembla el pulso a la hora de recolocar, acelerar o incluso cancelar un formato si no da los resultados esperados. En caso de los realities, El tiempo del descuento en 2020 y GH Revolution en 2017 ya fueron acelerados por ese mismo motivo, y aunque la existencia de estos precedentes no significa que Secret Story vaya a seguir el mismo camino de manera inminente, sí nos demuestra que si Mediaset ha agotado su paciencia con esta primera edición de anónimos de La casa de los secretos, la tesis de que ha pisado el acelerador gana la partida a cualquier otra.
A un ritmo de expulsión clásico (un expulsado cada jueves) y asumiendo que la final puede estar planteada como la de la primera edición con cuatro candidatos al triunfo, al reality le restarían todavía seis semanas para su conclusión, hasta la del 14 de abril. Sin embargo, si la dinámica de eliminar a un concursante el domingo y otro el jueves se mantuviera así hasta el final, la convivencia en Guadalix terminaría dentro de tres semanas. Es decir, el 24 de marzo.
En el primer escenario, el inicio de Supervivientes podría ser en los compases finales de abril, después de Semana Santa (una opción más que plausible). El segundo, sin embargo, obligaría a Telecinco a cubrir las semanas de 'vacío' con otro tipo de oferta -cosa que parece poco probable-, o a poner en marcha el reality aventurero a finales de marzo, fecha en la que por otro lado han arrancado ediciones como la de 2014 o 2018.
A pesar de que lo expuesto sobre estas líneas invita a pensar que Telecinco ha tomado la decisión de acelerar Secret Story, lo cierto es que por el momento no hay confirmación oficial de que la dinámica implantada esta semana se vaya a mantener durante lo que resta de concurso. Queda por tanto abierta la opción de que la doble expulsión se haya aplicado de manera excepcional en busca de un repunte, y que el programa siga su curso priorizando la imagen de la marca.
Existen varios motivos que podrían justificar esta hipotética decisión puntual. Uno de ellos podría ser un movimiento de producción con el objetivo de agitar la acción en La casa de los secretos, advirtiendo a los concursantes de que pueden salir en cualquier momento y deben exprimir al máximo la experiencia para dar mayor contenido. Con la convivencia encallada en un conflicto constante, motivado esencialmente por la actitud de Nissy, adelantar la decisión de los espectadores al domingo ha supuesto un cambio de foco en las tramas, que a priori pasan a dispersarse y a ser menos broncas.
También podría tratarse de una simple cuestión estratégica con el fin de aumentar el interés por la entrega dominical, que no ha conseguido liderar en audiencias con ninguna de sus emisiones, y mantener a su vez los focos sobre la gala de este jueves, que recordemos que tendrá una duración menor por la emisión de las semifinales de Copa del Rey en Telecinco, y que puede aprovecharse del efecto arrastre del fútbol como una de sus últimas oportunidades para mejorar su rendimiento.
Consiga beneficiarse o no de la atención de los espectadores sobre el importante choque futbolero, es cierto que Secret Story acaba de encadenar sus dos primeros liderazgos de la edición. Ambos han sido en la noche del jueves y han coincidido con las cuotas más bajas del reality, pero a la postre han otorgado a Telecinco el dominio de una noche semanal importante en un momento en que a la cadena le cuesta más que antes alzarse con la victoria en el horario estelar.
Habrá que esperar a la comunicación oficial para conocer cómo va a desarrollarse finalmente el curso del programa de convivencia, si de la manera prevista o si de una más reducida. Sea como fuere, y si el objetivo de Mediaset era consolidar la marca de La casa de los secretos ante la incertidumbre respecto a Gran Hermano, la decisión no parece fácil.
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