La invasión de Ucrania a manos de las tropas rusas está dejando testimonios desgarradores. Entre ellos, el de Sol Macaluso, periodista argentina que estos días está cubriendo la noticia desde tierras ucranianas para Mediaset y otros medios de comunicación.
La reportera, a la que el ataque ruso pilló cuando ya llevaba un mes en Ucrania, ha conectado este lunes con El programa de Ana Rosa desde Belz, ciudad fronteriza con Polonia, para contar su propia situación personal. Una situación que cambiará de manera inminente cuando se separe de su guía y su operador de cámara, que deben unirse al ejército ucraniano para combatir a los soldados de Putin.
“La familia de mi camarógrafo y mi guía cruzan [la frontera], y ellos se quedan aquí en el país”, ha dicho la reportera, que a partir de ahora se hará cargo de la familia de su guía: “Nos ha pedido muy emotivamente que nos llevemos a su hija, por favor”.
“Es mi familia ahora”
“A esta gente la conozco desde hace más de un mes. Hemos compartido todo el día información y es muy duro que se tengan que quedar a defender a su país, dejar a su familia y que vengan y te digan ”por favor, llévate a mi hija. Hazte cargo de ella y que no le falte nada“. ¿Qué le vas a decir? No hay palabras”, ha narrado Macaluso, que no dudó ni un instante en aceptar la petición de su guía: “Es mi familia ahora. [Su hija] Es mi hermana”.
Gracias a su acreditación de prensa, la periodista podría ahorrarse parte de las 20-25 horas que, según su información, un ciudadano ucraniano está tardando de media en cruzar la frontera, aunque no ha podido asegurar que su condición de reportera vaya a facilitar finalmente el proceso. Por ahora, no tiene una hoja de ruta marcada, pues como ha explicado a Patricia Pardo, la situación es tan difícil que van “minuto a minuto”, sin margen para la planificación.
De hecho, no tiene claro ni cómo podrá cruzar la frontera ni cuando podrá reencontrarse con la familia de la niña. “Es la parte más dura. Uno se compromete, pero no sabe hasta cuándo”, ha dicho entre lágrimas. De lo que no tiene dudas es que ahora mismo ella, la hija de su guía y el resto de su equipo son “una familia numerosa y grandiosa de personas increíbles”, y hará por ellos “lo que haga falta”.