El fichaje de Sonsoles Ónega para conducir La casa fuerte fue una sorpresa y su debut frente al reality era uno de los alicientes de este domingo. Noche que ha arrancado agradeciendo la oportunidad pero con un toque de ironía y humor: “Soy una afortunada. Cuando el jueves vi la gala pensé que no me voy a ver en otra igual, con ese ir a venir de estrellas, ¡gracias a la vida por permitirme subir a esta locomotora de glamour”.
Recordemos que la presentadora ya dejó patente en A propósito de Supervivientes su estupefacción por la “intensidad” que muestran los colaboradores de este tipo de programas. Y, aún poco acostumbrada al género, volvió a mostrarse asombrada por los comportamientos de los concursantes del programa. En concreto, por el de Oriana Marzoli al discutir con malas formas con Fani y con Macarena.
La viceversa se insultó con la de La isla de las tentaciones, con aspavientos, hasta llegando a tocarse entre ellas y dedicándose improperios por el simple hecho de caerse mal desde antes de entrar al programa. Así también ocurrió con la novia de Rafa Mora a la que le achacó el haber sido infiel a su pareja y ésta acabó llorando buscando consuelo en otros compañeros del concurso.
Al presenciar tales vídeos, Ónega se acercó a la madre de Oriana - que estaba en plató- y le pidió opinión sobre el comportamiento de su hija, no sin antes darle la suya sin cortarse: “Yo que no la había visto así, alucino que cómo mete la quinta. Es como una especie de gremlin”.
Por su parte, la progenitora defendió a Oriana sin dudarlo: “Yo a mi hija siempre la defiendo”.