La Super Bowl 2023, el mayor evento deportivo de Estados Unidos, es un espectáculo que traspasa las fronteras de su país para llegar a decenas de millones de hogares en todo el mundo. Por lo tanto, es el escaparate en el que todas las marcas se quieren anunciar, aunque solo puedan hacerlo aquellas que pueden pagar el altísimo precio que cuesta cada segundo de publicidad.
En la madrugada del domingo 12 al lunes 13 de febrero se celebrará en Glendale (Arizona) la final de la NFL, la liga del fútbol americano en la que este año se enfrentan los Philadelphia Eagles contra los Kansas City Chief.
Dejando a un lado el deporte, la Super Bowl es puro espectáculo gracias a actuaciones como la que llevará a cabo Rihanna durante el descanso del partido, un espacio siempre reservado a los grandes de la música.
La cantante de Barbados vuelve a los escenarios después de una larga temporada alejada de los focos, por lo que dice estar totalmente entregada al show de 13 minutos que ha preparado en homenaje a la fiesta caribeña, a su cultura y “a las mujeres negras del mundo”.
Los famosos que no cierran la puerta a la Super Bowl
Se calcula que 100 millones de personas seguirán el partido, así que las grandes marcas comerciales, siguiendo con la tradición, han preparado sus anuncios más espléndidos.
Decenas de compañías van a publicitarse durante el evento con spots en los que aparecen grandes estrellas de la cultura de masas como Sylvester Stallone, Bryan Cranston, Aaron Paul, Serena Williams, Brian Cox, Kevin Bacon, Anna Faris, Jack Harlow, Ben Stiller y Steve Martin, entre otros muchos.
Actores, deportistas, humoristas y presentadores de televisión se convierten en embajadores de las marcas en estas pequeñas pero costosas producciones que han conseguido lo que muy pocas campañas publicitarias consiguen: que el público, lejos de huir de los anuncios, se quede en el sofá para verlos.
Si en la Super Bowl 2022 irrumpieron con fuerza las empresas de criptomonedas, este año, después de varias quiebras, serán reemplazadas por una selección más variada con marcas de refrescos y alimentación, plataformas de streaming, energéticas, avances de cine y series, casas de apuestas y los peces gordos del sector tecnológico.
Cuánto cuestan los anuncios de la Super Bowl 2023
Según Mark Evans, vicepresidente ejecutivo de ventas de Fox Sports –cadena que emite la Super Bowl este año–, el 95% del espacio publicitario del partido se vendió antes de septiembre de 2022, lo que refleja la histeria que existe entre las marcas por asegurarse una porción del codiciado pastel.
Los anunciantes pagaron entre 6 y 7 millones de dólares por un spot de 30 segundos, de modo que, si tenemos en cuenta que la mayoría de vídeos duran cerca de un minuto, cada marca habría desembolsado alrededor de 14 millones de dólares, informa Variety.
A estas sumas desorbitadas habría que sumar el coste de producción de cada anuncio y el caché que se paga a las celebridades que protagonizan los comerciales. La Super Bowl 2022 generó a NBC casi 578,4 millones de dólares en ingresos publicitarios, según Vivvix.