'Supervivientes 2021' convierte a Valeria en concursante de pleno derecho y anuncia un giro en su mecánica
La tercera entrega de Supervivientes: Conexión Honduras vivió el tercer salto de un habitante del Barco Encallado desde el helicóptero: Valeria Marini fue la afortunada que se convirtió en nuevo concursante de pleno derecho.
En esa misma línea, Jordi González anunció que el reality viviría un giro de mecánica el próximo martes, en Tierra de Nadie.
Todo ello en una entrega en la que los concursantes jugaron a un nuevo reto de recompensa que premió a Agustín Bravo, Palito y Lara.
Alexia se queda a las puertas del helicóptero
Agustin, Carlos, Alexia, Sylvia, Lara y Valeria votaron al compañero que merecía marcharse a las cálidas aguas caribeñas, convirtiéndose en superviviente de pleno derecho y uniéndose a los habitantes de Cayo Paloma.
La ex de Merlos y la italiana se llevaron los máximos votos y se subieron al helicóptero esperando al veredicto de la audiencia. La elegida fue Valeria que celebró la noticia y saltó sin pensárselo para reunirse con el resto de concursantes.
Cambio de mecánica el próximo martes
A falta de una plaza más para que algún encallado se una al resto de robinsones, Jordi González anunció que el próximo martes el reality daría un giro en su mecánica:
“Uno de los concursantes de pleno derecho irá al barco encallado”, explicó sin detallar si se quedaría allí viviendo o sería algo temporal, además de si su condición cambiaría o no frente al resto de participantes.
El juego de recompensa que no pudo resolver ni Lara
El nuevo juego de recompensa enfrentó a las chicas y los chicos de cada equipo por separado. De las isleñas fue Palito y de las encalladas, Lara la que se llevó el desayuno. Mientras que Tom y Agustín fueron los beneficiados de cada uno de sus bandos.
Lo curioso de la noche fue la segunda parte del juego, en la que tenían que montar un puzzle que a la primera tanda de concursantes (Tom, Gianmarco y Omar) les fue imposible de realizar. Por lo que Lara se junto a ellos para demostrarles cómo se hacía y tampoco fue capaz.
Finalmente tuvieron que llamar al “compañero de juegos” que se dedica a montarlos para que les enseñara cómo se hacía. Y lo hizo.
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