Yulen Pereira y Anabel Pantoja están llamados a ser los protagonistas veraniegos de Sálvame tras su historia de amor surgida en Supervivientes. De hecho, el programa apostó este lunes por convertir el culebrón en su propio Café con aroma de mujer, la popular telenovela de Netflix. No obstante, la cobertura de la relación contó con un peligroso imprevisto: el desmayo de uno de sus cámaras.
Omar Suárez se había desplazado hasta la puerta de la casa del esgrimista, donde logró hablar tanto con él como con su madre Arelys. De hecho, durante la conexión, llegó a meterse en el coche de la familia, dejando a su compañero fuera. Tras recorrer unos metros, posteriormente indicó que se habían tomado “con mucho sentido” del humor lo sucedido.
El reportero aprovechó entonces para ensalzar la actitud de el ex participante de Supervivientes con la prensa. “Es un personaje que te trata bien, con educación, te ofrece bebida... Se agradece”. Suárez aseguró que le caía “muy bien personalmente. Me ha producido hasta ternura porque me ha preguntado de verdad, sin reproches, si íbamos a estar en todas partes”.
Acto seguido, con su rostro visiblemente preocupado y con la imagen tambaleándose, expresó a los colaboradores presentes en el plató: “Estoy teniendo un problema, ahora sí que en serio, con el cámara”. “¿Estás bien?”, se le escuchó preguntar al operador. “¿Pero le pasa algo?”, quiso saber María Patiño desde las instalaciones de Mediaset. “Tengo que cortar”, insistió el reportero, antes de indicar que estaba “mareado”. “Con el calor que hace, que se siente”, pidió la presentadora.
“Aprovecho para poner en alza mi profesión”
Tras la emisión del programa, Suárez agradeció a través de sus redes sociales “los mensajes preocupándoos por mi compañero cámara”. Así, aclaró que habían tenido que “cortar la conexión porque se ha desplomado al sufrir un golpe de calor”.
Según explicó, pudo recuperarse gracias a “los vecinos que estaban viendo el programa y salieron a ayudarnos, y al 112”. Por último, aprovechó para “poner en alza mi profesión y la de todos mis compañeros, además de todas las personas de cualquier sector que trabajan en la calle y que muy pocas, poquísimas veces, se valora”.