“Los espejos se emplean para verse la cara; el arte para verse el alma” dijo el escritor irlandés George Bernard Shaw y nuestra televisión nos ha enseñado a ver ese alma reflejada en los talent shows.
Nuestra alma musical, sobre todo, con numerosos espacios que dan cabida a cantantes como La Voz, Operación Triunfo y Operación TriunfoTu cara me suena. También nuestra alma escénica con programas dedicados a descubrir el talento en la danza, como el recién estrenado Fama, o para el modelaje, como aquel Supermodelo. Tampoco ha faltado en nuestro país la búsqueda por alma culinaria en talents como Masterchef, Top Chef. O todo junto en espacios como Got Talent o Factor X.
Pero la realidad, es que lejos de la cocina, la música y la danza, los talents han experimentado poco en el resto de disciplinas artísticas. Una deuda con el resto de nuestra “alma” que TVE parece estar solventando esta temporada, con Clásicos y reverentes y Maestros de la costuraDos apuestas interesantes que podrían convertirse en el inicio de una nueva tendencia: la de la búsqueda de nuestros mejores artistas en todas las materias.
A continuación destacamos las apuestas más originales que se han emitido y proponemos nuevas ideas:
Clásicos y Reverentes, el OT de la música clásica
El pasado 10 de diciembre se estrenó en La 2 Clásicos y reverentes, su Operación Triunfo de música clásica. El talent, presentado por Sheila Izquierdo con un jurado formado por el maestro Ramón Torrelledó, la violinista Judith Mateo, el subdelegado artístico, Albert Batalla y el periodista Máximo Pradera, buscaba entre sus 50 candidatos al músico ideal para formar parte de la Orquesta y coro de RTVE.
Aunque el programa pasó desapercibido, con una media de un 1,9% de cuota, semana a semana se podían leer críticas positivas y agradecimientos a TVE por promover y proteger la música clásica.
Maestros de la costura, el Masterchef de la moda
Maestros de la costura, presentado por Raquel Sánchez Silva, llegó a La 1 el pasado 12 de febrero convirtiéndose en líder de la noche. Aunque el posterior enfrentamiento con La Voz apagó un poco su brillo, la propuesta del formato que busca el mayor talento del diseño y la costura provocó los aplausos de los seguidores.
Una vez más, tanto la crítica como el público alabó la labor de la cadena pública por apostar por un producto que entretiene y culturiza.
Estudio de actores, buscando a la nueva Penélope Cruz y Javier Bardem
En pleno auge de Operación Triunfo 1 y 2, Antena 3 decidió apostar por un nuevo talent que, en este caso, buscaría a los jóvenes actores más prometedores.
De esta forma, el 27 de abril de 2002, la cadena estrenó: Estudio de actores. Con 16 aspirantes a intérpretes en un complejo de más de 3500 metros cuadrados, en el que estarían hasta 3 meses aprendiendo con profesores y jurado.
La ambiciosa apuesta, que hasta contó con rostros de la talla de Antonio Banderas, José Sacristán o Woody Allen, se estrenó con un pobre 11,3% y bajó hasta el 7% en días posteriores, lo que obligó a cerrar una Academia que duró 10 días.
Los Comecocos de Cuatro convencían a Milá y Albert Rivera
Otra apuesta que no tuvo gran repercusión pero sí fue reconocida por su originalidad fue el Comecocos que se estrenó en CuatroComecocos el 21 de noviembre de 2011. Se trataba de un talent que buscaba al orador perfecto para la política.
Tintachina TV, la filial de La Fábrica de la Tele, estaba detrás de una producción propia de Mediaset que quería aunar la emoción del talent show, el ritmo y la estrategia de los concursos y la pasión de los debates. Estuvo conducido por Ruth Jiménez y contó con un jurado muy peculiar: Mercedes Milá y Albert Rivera.
Los 6 concursantes debían enfrentarse a una grada de 600 personas y ocho pisos que conformaba “el plató de televisión más vertical del mundo” y controlar sus nervios para demostrar sus dotes oratorias.
Nuevas propuestas de talents en busca de otros artistas
La televisión en general, y TVE en particular, ya ha comprobado que los talents de cocina, música y danza funcionan, por lo que es hora de arriesgar en otras disciplinas artísticas. Sobre todo sería una buena oportunidad para la cadena pública que podría aunar en un mismo espacio la cultura y el entretenimiento con apuestas como las siguientes:
Talent de pintura: “Un buen retrato es una biografía pintada”
Con la misma estructura estrella que suele calcar Shine, sería visualmente muy enriquecedor ver a aspirantes a dibujantes en un mismo plató y presentando retratos, paisajes, naturalezas muertas e incluso dibujos abstractos con diferentes técnicas.
Aunque el programa fuera editado y no pudiéramos ver el proceso completo del dibujo, con las posibilidades transmedia que existen ahora, a través de Youtube podrían colgar los vídeos para que desde casa aprendiéramos a pintar como los artistas.
También el formato de La Voz sería un buen modelo para este talent, en el que tres jueces solo vieran la pintura y tras sentir, o no, el arte en ella, se giraran para conocer al creador. Y lo mismo podría funcionar con el arte de esculpir o de la fotografía.
Talent de literatura: “El recuerdo que deja un libro es más importante que el libro mismo”
En una época en la que cada vez se leen menos libros y crece la infoxicación, que la cadena pública apueste por jóvenes escritores sería de un valor incalculable
Los concursantes podrían tener clases semanales de lectura y escritura, con lecciones sobre los grandes autores de la literatura y en las galas deberían leer extractos de lo que han escrito. Los propios espectadores podrían proponer los temas de los que redactar e incluso semana a semana se podrían sugerir lecturas y que el público respondiera preguntas sobre ellas.
Por el programa podrían pasar, como invitados o como jurado, escritores como Almudena Grandes, Vargas Llosa, Elvira Lindo, Arturo Pérez Reverte, Lucía Etxebarría, Nacho Carretero, Rosa Montero o Carlos Ruiz Zafón, entre otros.
Talent de cine: “Si puede ser escrito o pensado, puede ser filmado”
El séptimo arte podría ser otro gran objetivo para un talent. Cada entrega podría situarse en un escenario en el que se hubiera rodado una película y tener al director de esta presente. Él contaría los entresijos de la grabación y podría pedir a aspirantes a director que rodaran un corto.
Después, el resultado se podría publicar en las redes del programa y que todos pudieramos votar por el mejor. De esta forma podrían pasar por el programa cineastas como Pedro Almodóvar, Alejandro Amenábar, Isabel Coixet o Paula Ortiz, y conoceríamos los entresijos de sus rodajes.
En otras ediciones se podría hasta viajar al extranjero para conocer otras localizaciones y a los directores que pasaron por ellas.
Talent de arte corporal: “Lo mejor es lucir natural, pero verse natural requiere maquillaje”
En la disciplina del arte corporal encontramos la aptitud para el maquillaje y la peluquería. Dos de las materias más seguidas en Youtube. Los vídeos publicados con trucos y consejos sobre estas prácticas son de los que más visitas cosechan en la plataforma por lo que no sería tan mala idea captar ese talento en la televisión.
Un programa en el que varios concursantes transformen a personas en otras, o consigan envejecerlas o rejuvenecerlas, las entristezcan o alegren, incluso las asemejen a diferentes épocas, serían los retos que deberían ir pasando.
Un Masterchef de maquillaje y peluquería donde los propios famosos sean los conejillos de indias y uno de los atractivos del espacio sería verlos sin todos estos complementos.
Sin duda los talents están de moda y los espectadores están deseosos de conocer nuevos perfiles que les sorprendan con sus sueños y la lucha que les lleva a conseguirlos. Por ello, TVE es la plataforma ideal para explorar otras disciplinas artísticas y apoyar el talento que emerge de ellas.
Mientras las cadenas privadas arriesgan menos, en este sentido, y van más a lo seguro, a la pública le toca estar a la vanguardia de programas de entretenimiento y formativos que sean el escaparate de nuestro talento. Porque “el arte es la firma de la civilización”. (Beverly Sills)