Tamara Falcó desveló la frase de Isabel Preysler sobre Julio Iglesias que le llevó a reconciliarse con Iñigo Onieva
Este jueves, Tamara Falcó regresó a su sección en El Hormiguero tras su reconciliación con Iñigo Onieva. Por eso, Pablo Motos en cuanto la vio sentarse en la mesa de actualidad le preguntó por su estado de ánimo: “Estoy muy feliz Pablo”, respondió ella.
El presentador le pidió que explicara el “antes, el durante y el presente” de cómo se forjó tal segunda oportunidad, después de la ruptura tan sonada que protagonizaron ambos.
“Yo no tenía mi teléfono, así que Iñigo escribió a una amiga y le dijo que quería hacer las paces y le dije que me parecía bien. Que me parecía lógico. Con el espíritu de la Navidad le propuse ir a misa juntos. Me dijo que lo intentaría y vino a casa, saludó a todo el mundo, y nos fuimos a la Misa del Gallo. Con la mala suerte de que estaba la amiga del dueño del ¡Hola! y nos vio”, dijo entre risas refiriéndose a cuando se filtró su reconciliación.
Tras esa cita espiritual y compartida: “Intercambiamos opiniones, lo que nos había hecho daño a cada uno. Fue súper bonito. Me dejó en casa y nos empezamos mensajear ya desde otro lugar”.
Pasaron los días y en Nochevieja, durante una conversación sobre el amor con Chabeli e Isabel Preysler, esta última pronunció una frase que hizo pensar a Tamara: “Enamorada es lo que estaba yo de tu padre [Julio Iglesias] que me rompió el corazón y por eso no le pude perdonar”. En ese momento, Falcó tomó la decisión: “Me dio mucha pena lo que les pasó con Tío Julio y escribí un mensaje a Iñigo, porque pensé que ellos nunca se dieron una segunda oportunidad. Pensaba que me dolía el corazón sin él. Le escribí y vino con la moto”.
Así ambos decidieron empezar su reconciliación desde el Polo Norte, algo con lo que se mostró ilusionada: “Creo que Iñigo se ha dado cuenta, que la bofetada ha sido monumental y que en su vida había cosas que depurar. Muchas veces pierdes algo y te das cuenta de lo que significaba en tu vida”.
Para acabar, Motos preguntó a Falcó por la opinión de su madre: “Me quiere evitar el dolor y me dijo que la gente no cambia. Pero pensé que yo había cambiado durante mi vida, y sí creo que la gente cambia. Podía ver qué pasa o quedarme con la duda y preferí intentarlo”, zanjó.