Tres meses después del debut de Toñi Moreno en “Mujeres y Hombres y Viceversa” ya podemos hacer un balance de lo que ha aportado la presentadora a un formato que llevaba diez años presentado por Emma García
Esta última se marchó a “Viva la vida” dejando en manos de la catalana un programa que parecía estar totalmente ligado a su ADN, del que se conocía todas las tramas y subtramas de los infinitos tronistas y pretendientas que han pasado por él y que, por ello, muchos seguidores se alarmaron al conocer su marcha.
Pero lejos de perder su esencia - como algunos apuntaban- Toñi Moreno le ha dado a “Mujeres y Hombres y Viceversa” otro tono, con nuevos valores y hasta lecciones vitales:
Un soplo de aire fresco que baila, canta y abraza
Aunque nunca sabremos cómo le sentó a Toñi la noticia de que debía dejar el magazine de fin de semana para conducir el dating de Cuatro, nadie diría que le apenó. Desde el primer día da la bienvenida a los espectadores al “mejor programa de la televisión porque busca lo más importante: el amor”. Una filosofía que repite a diario como un mantra y que transmite con ilusión a un plató que lo agradece.
Acostumbrados a ver a una Emma mucho más aposentada en su cojín (o taburete), Toñi prefiere usar sus deportivas y levantarse para bailar, cantar, dar la palabra al público y lo más importante: saludar y despedir a todos los que desfilan por allí.
Hasta ahora no habíamos visto casi contacto entre presentadora y participantes (tenía que ser una ocasión muy especial para que García permitiera que la rozaran) y ahora todos reciben los dos besos de la “anfitriona” tanto los que llegan como los que se van.
Pero no solo les premia con afecto, la nueva conductora también ensalza sus estudios y profesiones. Y es que Toñi, lejos de dar la espalda a las ya tan repetidas críticas sobre el bajo nivel de preparación de los jóvenes que se presentan al programa, trata de subrayar en cada entrega el atractivo menos evidente de todos ellos, el que no es físico.
Cambio de prioridades: ahora lo primero no es el programa
Además de cariño y respeto, Toñi también muestra gratitud a esos jóvenes que protagonizan un programa en el que los sentimientos están a flor de piel y las lágrimas suelen ser ingrediente habitual cada mañana.
Anteriormente, cuando alguien explotaba se podía pasar al siguiente vídeo de escaleta con un frío “así te vas tranquilizando”, ahora la presentadora le invita a sentarse a su lado y hasta con abrazos intenta que todos empaticemos con ese sufrimiento.
Porque en esta nueva etapa, da igual que el que padece sea de los rostros que menos interés generan, o que el tiempo se acabe: el programa se detiene para escucharle, demostrando que para ella lo primero son esos jóvenes que han venido a buscar amor (y no tanto EL amor).
Abogando por relaciones más sanas
Al ser nueva en el programa aún se le nota perdida tanto en las normas que deben seguir los participantes como en las tramas entre ellos, pero si algo tiene claro Toñi es que no va a permitir que se relacionen de forma tóxica.
Desde su llegada han sido varias las correcciones que ha repetido a los protagonistas para que desde el lenguaje empiece el cambio: se acabó que los tronistas se dirijan a quienes vienen a conquistarles como “mis pretendientes” o “mis pretendientas”, aquí “nadie es propiedad de nadie” se le ha escuchado decir, finiquitando el sentimiento de pertenencia que tanto daño hace.
Lo mismo ocurre cuando alguien confiesa ser celoso, en ese momento Toñi vuelve a recalcar que “los celos no son buenos en ninguna de sus formas”, acabando con uno de los mitos que el programa solía incentivar cuando alguien se mostraba celoso y se decía que era porque “sentía más”.
Como también es taxativa cuando las discusiones llegan a los insultos o se insinúa la también repetida “solo sirve para una noche”: “Pídele perdón”, exige y frena de golpe ese comportamiento. Algo con lo que hasta ahora había libre albedrío y como mucho, se añadía un pitido a la palabra por ser horario protegido.
Una “antigua” muy moderna
“Yo soy muy antigua y no entiendo” suele repetir Toñi Moreno cuando las actitudes de los jóvenes le sobrepasan o no acaba de comprenderlas. Pero lejos de eso, con ella ha llegado la primera cita entre mujeres, que ella misma ha aplaudido y que tanto habían pedido los seguidores (ya que en Italia hace años que se ven citas homosexuales).
Además, el toque “antigua” al que hace referencia, invita constantemente a que las “madres” vean el programa, poniéndoles en antecedentes (como un previously) para que tanto el público joven - el más fiel del espacio- como el más mayor puedan situarse.
Y esa mezcla con su condición de “novata” hace que, aunque no sea una presentadora perfecta en la ejecución, aún tenga la capacidad de sorprenderse con cada cita a la que da paso y por tanto, que nos devuelva la ilusión ante algo que llevamos viendo más de una década... y lo mejore.