El Consejo de Informativos de TVE denuncia públicamente, mediante un comunicado divulgado a través de sus redes sociales, que la periodista Susana Torres ha sido despedida de forma improcedente tras haber recibido amenazas de varios de sus superiores.
Según este estamento, la periodista se habría negado a incurrir en “malas prácticas periodísticas, manipulaciones y censuras”, lo que originó que fuese amenazada “durante los últimos meses” por varios de sus superiores.
Entre los ejemplos, citan uno “especialmente grave” en el que el Director y presentador de los Telediarios de Fin de Semana, Pedro Carreño, la gritó públicamente durante una reunión “esto no lo voy a olvidar y lo vas a pagar”.
Por otro lado, y sumándose a esa acción de un superior como Pedro Carreño, los directores José Gilgado y Carmen Sastre “la acusaron falsamente de acoso en una reunión” a una de las redactoras a su cargo.
“La muestra más extrema de purga”
En el mismo comunicado, el Consejo de Informativos denuncia también que para proceder a su despido TVE ha utilizado “una trampa administrativa”, explicando cómo han procedido y aclarando que no hay ningún caso previo en el que se haya utilizado esa fórmula.
Por ello declara que “para el CdI estamos ante la muestra más extrema de purga por parte de la Dirección de Servicios Informativos”, y cuenta otros ejemplos de cómo esta Dirección está “arrinconando a todo aquel profesional que se ha negado a colaborar en malas prácticas y manipulaciones informativas”.
Carreño lamenta su no renovación
Como recoge eldiario.es, Pedro Carreño no quiso dar explicaciones durante la elaboración del informe, y ahora que el caso ha salido a la luz ha lamentado “profundamente la no renovación” de la periodista y “desde el punto de vista personal y profesional la gran pérdida” que supone para la redacción.
La comunicación del despido de Susana Torres se produjo mediante un burofax que la periodista recibió el 22 de mayo, para hacerse efectivo el 30 de junio. Al pedir amparo al Consejo de Informativos, explicó: “Creo que se están tomando represalias contra mí por haber cuestionado la línea editorial, haber dicho cuándo algo no me parecía correcto y no haber aceptado órdenes que no consideraba acordes a mi ética profesional. En definitiva por hacer bien mi trabajo”.