'No es un sábado cualquiera' llegó este 10 de junio a TVE como la nueva gran apuesta de la cadena pública para el prime time del fin de semana. Presentado como un formato de música y humor, el programa conducido por Fernando Gil ha resultado ser mucho más que eso: un cocktail “imposible”.
Ya lo avisaba el actor y presentador en la rueda de prensa: “Este programa reúne todo lo que he aunado en mi carrera”, y a tenor de su primera entrega, podemos decir que así es. En sus poco más de dos horas de emisión, 'No es un sábado cualquiera' se presentó como una batidora de entretenimiento difícil de clasificar por la diversidad de secciones y géneros recogidos.
Desde actuaciones musicales en directo -Estopa, Blas Cantó y Rosana, entre otros, en el estreno- hasta concursos en los que participa el público presente en plató, sketches, números de baile e incluso un guiñol de Julio Iglesias.
Un cocktail que desconcertó a los espectadores, que no pudieron determinar exactamente qué es lo que estaban viendo en sus pantallas. Lo positivo que más se destacó: la vuelta de la música en televisión al sábado noche.