Ahora sí, Sálvame ya es historia. El icónico programa de Telecinco se despidió de la audiencia en la tarde de este viernes 23 de junio con una emisión extraordinaria que puso el broche de oro al que ha sido uno de los formatos más populares de los últimos años, si no el que más.
Al igual que hizo en otros momentos adversos, el magacín que produce La Fábrica de la Tele encaró su final con una sonrisa, con el humor y la picardía que le han caracterizado desde que aterrizó en la parrilla de Telecinco en 2009. Llegó entonces a la pequeña pantalla, en horario de madrugada, como un añadido de Supervivientes y sin ser consciente de que cosecharía un éxito detrás de otro.
Sálvame estuvo más de un mes preparándose para este complicado momento. El equipo ha tenido tiempo de asimilar el zarpazo de Mediaset, que ya no lo quiere en su parrilla. A partir del lunes será reemplazado por Así es la vida –el magacín veraniego de Sandra Barneda y César Muñoz–, y en septiembre tomará el testigo TardeAR, el nuevo programa de Ana Rosa Quintana.
María Patiño, Adela González y Terelu Campos presentaron esta última entrega que reunió en el histórico plató de Sálvame a todos sus colaboradores en activo: Kiko Matamoros, Belén Esteban, Lydia Lozano, Rafa Mora, Pilar Vidal, Carmen Alcayde, Kiko Hernández, Carmen Borrego, Gema López, Chelo García Cortés, Miguel Frigenti, Alonso Caparrós, Víctor Sandoval, Antonio Montero, Pilar Vidal, Marta López, Laura Fa, Marta Ametlla y el imitador Jordi Ferré.
Algunos de ellos comenzaron el programa desde diferentes puntos de la geografía madrileña. Se colaron en las casas de los espectadores, jóvenes y mayores, para compartir con ellos esta última tarde.
Jorge Javier Vázquez y Carlota Corredera, ausentes
Sálvame quería despedirse por todo lo alto y con una sonrisa de oreja a oreja, pero también hubo que lamentar algunas ausencias, en especial las de dos de sus presentadores más carismáticos: Jorge Javier Vázquez y Carlota Corredera.
El primero, de baja médica desde que se anunció la cancelación del programa, fue homenajeado y aplaudido por todos sus compañeros, que destacaron de él su profesionalidad y la huella que siempre dejó en aquel plató dedicado a la fallecida Mila Ximénez, otra figura irreemplazable que ha sido recordada a cada instante.
Para Corredera también hubo palabras de agradecimiento por quienes compartieron con ella tantísimas horas en directo. “Hablar en libertad nunca debe tener el precio que ha pagado Carlota”, dijo Terelu Campos, dando a entender que a su compañera, ya fuera de Mediaset, se le condenó en los despachos o fuera de ellos por expresarse con libertad sobre determinadas cuestiones. No ha habido mensaje para Paz Padilla.
Sonrisas y lágrimas: el último 'Sálvame', un cóctel de emociones
Hubo espectáculo de principio a fin y un buen rollo impropio del polémico magacín. Pero las risas se convirtieron en lágrimas cuando Germán González, el redactor que ha puesto voz a los vídeos más mordaces, irrumpió en el plató.
Llegó para meter varios objetos en una cápsula del tiempo cuyo objetivo era inmortalizar en esa pequeña caja lo que ya forma parte del recuerdo colectivo. Germán leyó una carta de despedida, destinada a los espectadores del futuro, con la que emocionó a quienes le arropaban en este difícil momento. Él mismo se echó a llorar sin poderlo remediar.
“No sabemos si estas letras serán leídas dentro de 70, 80 ó 100 años, pero tampoco importa mucho la fecha, porque el agradecimiento no tiene fecha de caducidad. Estas palabras no tienen otro objetivo que hacer saber que hoy, mañana y siempre, un grupo de titiriteros no olvida el cariño y la atención que buena parte del país le ha dedicado durante 14 años. Una atención y un reconocimiento por algo tan sencillo y tan complicado a mismo tiempo como atreverse a ser ellos mismos. Gracias por las risas, por la complicidad, por la pluralidad y por la vehemencia. Gracias por los 'síes' y por los 'noes'. Queremos que sepáis que lo más importante que conseguimos es ser felices trabajando. defendimos la diversidad la fraternidad, el compromiso y el humor. Y lo demás, que lo diga el tiempo. Firmado: los colaboradores de Sálvame”.
Al filo de las nueve de la noche, los colaboradores de Sálvame, haciendo piña con todas las personas que están delante y detrás de las cámaras, salieron del plató para quemar en una hoguera, siguiendo la tradición de la Noche de San Juan, algunas de las informaciones más polémicas que tenía guardadas. Imitando el encendido del pebetero de los Juegos Olímpicos de Barcelona, un arquero metió fuego a esa pira llena supuestamente de jugosos titulares.
Al calor de las llamas, el equipo al completo rompió a llorar en los instantes finales del programa. Las risas que habían compartido durante toda la tarde se convirtieron en llanto. Fue imposible contener la emoción en esta despedida que ya forma parte de la historia de nuestra televisión.
Aquí acaba Sálvame, pero su espíritu seguirá vivo unos días más. Su versión nocturna, el Deluxe, seguirá en emisión hasta el 14 de julio. Ese día se extinguirá para siempre el Universo Sálvame, aunque en el horizonte se divisa ya otra pequeña galaxia que mantendrá la esencia del desaparecido magacín: la productora del programa y Netflix están trabajando en un reality show con algunos tertulianos que viajarán por América buscando trabajo.