Beatriz de Vicente, colaboradora de Más vale tarde, narró este martes en el programa de laSexta su mala experiencia como paciente en el hospital madrileño Isabel Zendal, donde permaneció ingresada un par de días tras contagiarse de coronavirus.
Según la abogada y criminóloga, su paso por el controvertido hospital levantado por el gobierno de Ayuso fue “traumático porque el Zendal es una granja de pollos”. “Es una nave industrial con luz prácticamente las 24 horas a cama corrida. Cuando digo a cama corrida es que estamos en una nave, una cama al lado de otra”, aseguró.
De hecho, la colaboradora echó en falta que hubiera al menos una “cortinita de las películas de posguerra” como medida de separación, pues según su experiencia, los pacientes del Zendal apenas tienen intimidad. “La pobre señora que tienes enfrente, a la que le van a poner una cuña, tienes que retirar la mirada por respeto para que tenga algo de intimidad”, añadió al respecto.
“El cuarto de baño es comunal y te levantas, si puedes, con tu bombona de oxígeno para ir al baño, aunque a lo mejor te quedas ahí”, continuó la colaboradora, que no dudó de la capacidad del Zendal “para atender una situación de emergencia absoluta”, pero sí para ofrecer una atención a la altura de la sanidad pública. De ahí que definiera como “desolador” que haya gente que decida acudir a un hospital privado porque allí van a ser mejor atendidos.
Carballo: “Las instalaciones son claramente mejorables”
El testimonio de Beatriz de Vicente se produjo en plena conexión con César Carballo, que recientemente pudo visitar el Zendal por primera vez. “La instalaciones son claramente mejorables, es verdad”, coincidió con De Vicente el médico de urgencias del Hospital Universitario Ramón y Cajal.
“Desgraciadamente, esto es lo que tenemos cuando se habla de gasto y no de inversión. No hay médicos en [atención] primaria, la base del sistema falla, no se habla ya de rastreadores”, lamentó Carballo, que aprovechó su intervención para poner en valor el trabajo de los sanitarios durante la pandemia: “La sanidad española ya no es de tipo A. Ahora es de tipo B y gracias a que los sanitarios nos estamos dejando los cuernos para que no sea de tipo C. Esto lo tiene que saber la gente también”.
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