Horas después de acudir a su primer Consejo de Ministros, el nuevo vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, fue entrevistado por Vicente Vallés en el plató de Antena 3 Noticias. Al ser su primera aparición como miembro oficial del Ejecutivo de Pedro Sánchez, se esperaba que el protagonismo de la entrevista recayera sobre el líder de Podemos. Sin embargo, fue Vallés el que generó más conversación en las redes sociales.
El periodista fue trending topic entre comentarios que, o bien alababan su desempeño con Iglesias o, por el contrario, cuestionaban la idoneidad de las preguntas formuladas al político. Y es que Vallés anticipó que iba “a correr el riesgo de ser políticamente incorrecto” cuando preguntó a su entrevistado por las críticas que ha recibido el hecho de que una pareja sentimental, como la formada por el secretario general de Podemos e Irene Montero, se siente en el Consejo de Ministros. “¿Usted ve alguna inconveniencia en esta situación?”, preguntó el presentador, a lo que Iglesias respondió que, mientras nadie cuestiona su valía para ocupar un cargo público, sí lo hacen con su pareja por el hecho de ser mujer.
Vallés quiso aclarar que él preguntaba por la pareja en su conjunto, no por sus miembros por separado. La discrepancia no fue a más y, de hecho, Vallés cerró la entrevista preguntando a su interlocutor si la responsabilidad de ser vicepresidente le había dejado dormir tras su jurar su cargo ante el Rey, respondiendo Iglesias que “a mí lo que no me deja dormir son los niños”, en referencia a sus hijos.
Sin embargo, la cordialidad con la que concluyó la entrevista no correspondió con el debate generado en redes, donde Vallés recibió una serie de críticas de las que ha querido defenderse. “Hace dos meses, las preguntas a Santiago Abascal me convirtieron en pijoprogre, prosoviético, feminazi y mercenario de la izquierda. Las preguntas de anoche a Pablo Iglesias me han convertido en franquista, neonazi, machirulo y mercenario de la derecha”, ha señalado el periodista en Twitter, donde ha terminado su mensaje con un “Eppur si muove” (“Y, sin embargo, se mueve”), la frase que Galileo susurró después de verse forzado a retractarse de su gran convicción: que la Tierra giraba alrededor del Sol y no el Sol alrededor de la Tierra.