Vicente Vallés visitó El Hormiguero, esta noche de martes, para presentar su último libro, ‘Operación Kazán’. Sobre él, explicó que es el resultado de sus más de 30 años de periodismo, volcados en una novela con una sofisticada trama de espionaje que discurre entre el siglo XX y lo que llevamos de siglo XXI. Una trama totalmente de actualidad.
Anteriormente, el periodista había publicado dos títulos: 'Trump y la caída del imperio Clinton', sobre las claves de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, y 'El rastro de los rusos muertos', un análisis de la posible estrategia internacional de Vladimir Putin que puede esconderse detrás de los asesinatos y muertes inexplicadas de espías y diplomáticos rusos.
Con todo ese conocimiento, Vallés definió a los tres líderes políticos que son protagonistas de esta “segunda Guerra Fría”, según definió. “Putin no está loco en absoluto, pero es muy peligroso. Maneja el poder en Rusia con mano de hierro, se ha rodeado de una corte de espías, fuerzas armadas y equipos de seguridad que ocupan puestos de poder ahora”. Añadió que “una de las grandes dudas en Rusia es si alguien está en condiciones de decirle la verdad. Si todavía queda vida inteligente ahí”, se preguntó.
También corrigió a Pablo Motos cuando explicó que le daba la sensación de que Biden “está empanao”. El periodista detalló que el presidente estadounidense “tiene reacciones lentas pero son seguras y tiene que ver con una larguísima experiencia en política. Sabe de qué va esto. Conoce a Putin desde hace años y es fiable”, aseguró.
Mientras que de Zelenski halagó su capacidad para “comunicarse con su pueblo y liderarlo. Es algo importantísimo en este momento. La resistencia está siendo heroica y gran parte es gracias a él”.
“Preferimos esperar un día a equivocarnos”
Para acabar, Pablo Motos quiso saber cómo trabajan con rigor en el informativo para desechar las imágenes falsas y distinguirlas de las reales. “Tenemos un sistema muy estricto”, aseguró Vallés. “Hemos dejado de emitir imágenes porque a la hora del informativo no teníamos el 100% de seguridad de que lo fueran”.
Subrayó su filosofía: “Preferimos esperar un día a equivocarnos. Tenemos sistemas de control, quizá al principio no estaban engradasados, pero ahora funcionan. Dejamos claro cuando una noticia no son contrastadas por fuentes independientes”.