Ya no queda rastro del universo Sálvame en Telecinco. Este viernes se apagó su última estrella, el Deluxe, tras haber aguantado en antena 14 largos años en los que el icónico formato de La Fábrica de la Tele llegó a ser uno de los espacios más exitosos y emblemáticos de la pequeña pantalla.
En ausencia de Jorge Javier Vázquez, que está de baja médica desde que se anunció la cancelación del programa, María Patiño y Terelu Campos oficiaron la emocionante despedida, a la que fue invitada una de las presentadoras más carismáticas: Mercedes Milá.
Fiel a sus principios, el Deluxe bajó el telón haciendo otro ejercicio de televisión en estado puro. El magacín desmontó su plató y apagó las luces para simbolizar de una vez por todas la extinción del universo Sálvame.
Con el estudio casi completamente desmantelado, a Milá se le removieron las entrañas. “Me parece muy triste, pero también muy inteligente (...) Así te das cuenta de que dependemos de muchas cosas, del trabajo de muchos compañeros”, reflexionó.
La histórica presentadora de Gran Hermano, que no dudó en arremeter contra Mediaset por la cancelación del programa, acaparó buena parte del tiempo. Después entraron en juego algunos de los tertulianos que más horas han pasado bajo los focos, aunque hubo algunas ausencias destacadas.
Estuvieron Kiko Hernández, Kiko Matamoros, Chelo García Cortés, Víctor Sandoval, Carmen Borrego, Marta López, Miguel Frigenti, José Antonio Avilés, Pilar Vidal, Antonio Montero y Jimmy Giménez Arnau. Pero faltaron, además del propio Jorge Javier Vázquez –que tampoco estuvo en el último Sálvame–, Belén Esteban, Alonso Caparrós, Maestro Joao y Lydia Lozano.
En la despedida del Deluxe no podía faltar la poligrafista Conchita Pérez, una de las personas que más veces ha puesto en apuros a los famosos que han pasado por el programa.
También se invitó a Leticia Sabater, “uno de los personajes más queridos y excéntricos que ha formado parte de este universo”. Hasta 40 veces ha pisado el plató del Deluxe para “venderlo todo” y poder pagar su casa.
Con ella se agotaron los últimos minutos del programa. Terelu y Patiño, arropadas por todo el equipo, compuesto por “casi 300 profesionales”, se despidieron del público con unas emotivas palabras y un gesto cargado de simbolismo.
“Ahora sí que sí. Vamos a apagar para siempre las luces del Deluxe. Hemos sido muy felices y hemos disfrutado mucho haciendo lo que mejor creemos que sabemos hacer: entreteneros. Sólo esperamos que cuando os acordéis del Deluxe se os escape una sonrisa”, dijeron las presentadoras.
Comenzó entonces una cuenta atrás, se fundieron las luces del estudio y se colocó un cartel en la puerta: “Se traspasa. Razón: la cúpula”. “Queremos desearles a los próximos inquilinos de este plató que sean tan felices aquí trabajando como lo hemos sido nosotros. Parte de nuestra energía se queda aquí dentro. Aprovechadla, exprimidla”.
Los colaboradores salieron a la calle, donde Conchita les esperaba con una furgoneta, la furgoneta del programa. “Terelu, ¿entonces el Deluxe va a morir?”, preguntó Patiño. “No, María. El Deluxe está de viaje”. Arrancaron el coche, se pusieron el cinturón y salieron escopetadas de la sede de Mediaset. Esta vez, para siempre.