Declaraciones

Virginia Maestro cuenta cómo vivió 'OT 2008' y el “trauma” tras su victoria: “Había más de un gilipollas”

Telecinco ha abierto este fin de semana el cajón de los dramas de Operación Triunfo. Si el sábado Fiesta se hacía eco de un mensaje de Rosa en respuesta a unas palabras recientes de Chenoa, Socialité ha saltado de edición, en concreto hasta la de 2008, para hablar con otra ganadora del formato musical sobre su relación con sus compañeros de Academia.

Hablamos de Virginia Maestro, que ha reaparecido en la cadena de Mediaset recordando su victoria y desvelando cómo se vivió detrás de las cámaras la que fue una de las ediciones más polémicas del talent de Gestmusic.

“El precio fue más alto de lo que yo jamás me pude imaginar. Había una falta de humanidad... No hace tanto no podía hablar de esta movida sin derrumbarme muchísimo”, comienza diciendo sobre su paso por el programa y sobre cómo se lo hicieron pasar los otros artistas con los que compartió experiencia. Y es que para quien no lo recuerde, Virginia terminó proclamándose ganadora tras semanas en las que fue duramente criticada por sus compañeros y apoyada desde el jurado por Risto Mejide, su principal valedor.

“El mensaje que a mí me llegó fue que no me había merecido ganar. Me sentí culpable mucho tiempo... es que fue una putada. Yo no hice las reglas”, añade la cantante, que recuerda que la edición “era un circo” y que “sin comerlo ni beberlo me convertí en el centro de la crítica y de la polémica solo por ser como soy”.

“Había más de uno y más de una gilipollas”

Sobre cómo era su relación con los demás, apunta que “lo entienda yo o no, yo representaba una amenaza” y se muestra sincera: “Desde la persona que presencia algo y no forma parte, a la persona que te increpa de continuo y se ríe de ti... había más de uno y más de una gilipollas”. Algo que le afectó una vez fuera de la Academia, tal como ella misma cuenta: “Lo creativo se me bloqueó mucho, me costaba componer. Ahora estoy volviendo a mi ser y cultivando cosas bonitas”.

Para superarlo tuvo que pedir ayuda profesional: “[Ser recordada como...] 'la protegida de' no es la idea que una tiene cuando aguanta tres meses y tres semanas como una jabata en el papel que a mí me tocó. Sentía vergüenza de mí misma. Estuve en terapia, pedir ayuda es fundamental”.

Con todo ya superado, Virginia asegura que actualmente no le afecta lo que tengan que decir de ella. Ni siquiera cuando ve que una de sus compañeras de edición, Esther Aranda, intenta reavivar la polémica llamándola “mustia” en un podcast y volviendo a poner en duda su victoria, 14 años después: “Para que algo te duela, la gente te tiene que importar y tiene que haber un cariño que ni hubo ni habrá. Casi que me siento halagada, porque parece que le sigo molestando un poco”.

Finalmente, la ganadora de OT 2008 recuerda cómo fue realmente la expulsión de su compañera, que perdió contra ella en la nominación, y no cuenta con recibir nunca las disculpas de los que le hicieron complicada la estancia en el programa: “¿Que pedir disculpas estaría genial? Sí. ¿Que lo van a hacer? No, porque para portarse así hay que estar hecho de otra pasta”.