3, 2, 1... Y Chenoa volvió a cruzar la pasarela. 22 años después del estreno de Operación Triunfo en TVE, la cantante “cerró el círculo” al debutar como presentadora de OT 2023. La mallorquina se ha hecho con las riendas del talent musical de Gestmusic que la catapultó a la fama en el que ha sido su esperado salto a Amazon Prime Video, adelantado en exclusiva por verTele el pasado mes de abril. A pesar de los nervios y la emoción propia de la ocasión, la cantante se mostró solvente como maestra de ceremonias en la Gala 0 de un formato que destiló algunos cambios en su paso de la televisión en abierto al universo de las plataformas de pago.
Eso sí, la promesa de reducir sus principales galas de los lunes a una duración total de una hora y media -uno de sus principales atractivos de consumo- tendrá que esperar, ya que la primera entrega de la nueva edición de OT se prolongó hasta casi las 00:30 de la madrugada, una hora más de lo que se espera que duren la próximas. Pasada la medianoche, Chenoa anunció que el 16º clasificado para entrar en la Academia era Álvaro, dejando a Lina y Edu a un solo paso de cumplir el sueño por el que llevaban varios meses luchando.
Un alargue más que justificado en la puesta de largo al tener que acoger las 18 actuaciones con las que los concursantes se jugaban su plaza en la escuela dirigida por Noemí Galera. La directora de la Academia, al contrario de lo que venía sucediendo en las últimas ediciones en TVE, estuvo presente en plató durante la gala inaugural junto al resto de profesores del claustro. Desde una de las gradas, siguieron atentamente los números musicales de sus futuros pupilos. En su poder, tenían cuatro pases 'prime' -haciendo marca-, que otorgaban a cuatro aspirantes su ingreso definitivo en el concurso.
Lo que volvió con más fuerza que nunca fue el público que atiborró el estudio instalado en las inmediaciones del Parc Audiovisual de Catalunya. Tres años de parón fueron suficientes para que los fans de Operación Triunfo vibrasen y lo diesen todo durante el arranque de la nueva edición del talent. Los asistentes hicieron el trabajo fácil a Mateo Vergara (histórico animador de Gestmusic), que no tuvo problemas para calentar el ambiente una hora antes de que arrancase la gala con una acción en la que todos fueron partícipes.
Chenoa debutó con nervios, emoción y el favor del público
Con el foso, las gradas y los nuevos palcos del plató llenos hasta la bandera, Chenoa hizo entre vítores y aplausos su esperada entrada en el escenario. Tras saludar a los presentes, se dispuso a realizar la introducción del programa, el único fragmento -previo a la nueva cabecera de OT- que se emitió enlatado a través de la plataforma. Era el regreso por todo lo alto del formato y nada podía fallar. Así, la artista grabó hasta en 3 ocasiones ese momento en el que el público la invitaba a cruzar la pasarela, esta vez en sentido contrario al que lo hacía antaño, en dirección a ese set (junto al sofá de los concursantes y la mesa del jurado) reservado para los presentadores.
“Se abre una etapa y se cierra un círculo para mí. Antes de empezar, voy a pedir un deseo y necesito vuestra ayuda”, dijo con la voz quebrada a los asistentes una Chenoa vestida de blanco, y con el número 89 -en un guiño a su casting- en la solapa de su americana. “3, 2, 1... ¡Chenoa, cruza la pasarela!”, exclamó al unísono el respetable un instante antes de que las luces se encendiesen, descubriéndose el nuevo gran plató de Operación Triunfo y su renovada sintonía. “He estado a puntito de llorar, pero me he controlado, ¿eh?”, confesaba la hispano-argentina, que durante toda la noche catalizó sus nervios a través de su complicidad con el público. “¡Chenoa puta ama!” o “¡Chenoa favorita!” fueron algunos de los cánticos que sonaron con fuerza antes del directo. Era la estrella del estreno y hacia ella iban todas las miradas.
A partir de ese momento, se inició una contrarreloj en plató, con Mateo Vergara anunciando la entrada de todos los profesores y de los tres miembros fijos del jurado, a los que acompañó en la primera entrega la cantante Anitta. La brasileña ejerció como madrina de la edición y su primera artista invitada. Enseguida, comenzó un baile de fotos -orquestado por el fotógrafo José Irún, otro histórico de la productora- y de maquilladores y peluqueros dando a los protagonistas del programa sus últimos retoques.
Fue entonces, a 12 minutos del directo, cuando se produjo uno de los momentos más especiales de la velada y que no pudo ser captado por las cámaras de Amazon Prime Video. En medio del caos previo a la Gala 0, Chenoa y Noemí Galera se buscaron a conciencia para fundirse en un último abrazo y darse unos últimos consejos. 22 años después, “como siempre pero como nunca”, la cantante y su descubridora se pusieron frente a frente en otro momento histórico para ambas.
La directora de la Academia volvió a su asiento en la grada, donde saltó a petición de los asistentes con un enfervorecido “¡que bote Noemí!”. Desde allí, esperó junto a todos los profesores a los últimos segundos de la cuenta atrás del regidor para dar esa ya icónica claqueta/palmada con la que, a su tradicional modo, dieron el pistoletazo de la salida a la edición. Alea jacta est.
'OT' busca incrementar el pulso del plató
En ese momento, dio comienzo la Gala 0 de OT 2023 con una Chenoa que empezó bastante nerviosa y emocionada pero que acabó relajándose hasta sentirse más cómoda ante las cámaras de la plataforma. Cabe señalar que la cantante no se ayudó del habitual telemprompter utilizado por los presentadores en otros programas de televisión. Chenoa se valió de su memoria y de sus tarjetas -que al término de la noche voló por los aires como regalo al público- para sacar adelante el guion del programa.
Y mientras la presentadora saludaba al nuevo jurado -compuesto por Concha Buika, Cris Regatero y Pablo Rouss-, ya en el escenario comenzaba a montarse a toda velocidad la escenografía de la primera actuación. Y es ahí donde encontramos uno de los primeros cambios respecto a la etapa de OT en el abierto: durante todo el programa, el ritmo en plató es vertiginoso, al más puro estilo de la televisión americana, intentando acortar los tiempos entre actuación en actuación, algo que se hará más notable la próxima semana, cuando arranquen, esperemos, esas galas de hora y media.
Durante la primera toma de contacto de los aspirantes con el escenario, vimos a una Chenoa haciendo equilibrios entre soltarse, disfrutar, y bailar durante las actuaciones y buscar sus instantes de concentración en el sofá para no perder las riendas del programa. También la vimos alucinar con algunas interpretaciones, como las de Paul o Salma, reciente rostro de La Voz que consiguió poner el vello de punta a la maestra de ceremonias. El primero, oriundo de Armilla, el icónico pueblo del que supuestamente era Rosa López -mintió en los castings para ocultar que procedía del polígono de Almanjáyar-, fue por su parte el único que consiguió poner en pie -tal vez de forma algo prematura- a uno de los jueces: al término de su performance, Pablo Rouss se levantó para aplaudir al joven concursante.
Mientras tanto, el público vibró con un sonido que está a años luz del escuchado hasta la fecha en el estudio principal del Parc Audiovisual al que se trasladó OT en el año 2017. Gestmusic ha superado una de sus asignaturas pendientes al mejorar la sonorización del espacio, que deja a los concursantes con pocas excusas para sus derrapes en la afinación. Aquello de que “es que no me escucho bien” apunta a que va a terminarse. Además, como anunció la productora, este año la mezcla del sonido se hará con sonido envolvente 5.1., lo que implementa una mejora importante en la experiencia de usuario de aquellos que se animen a ver en directo las galas en Terrasa.
Y ese parece que es uno de los perfeccionamientos que busca OT en su salto a Amazon Prime Video, y que ya fue uno de los puntos fuertes del formato durante sus años en Telecinco: una escenificación de la música en directo que se acerque más a la de un concierto televisado que a la de un programa de actuaciones musicales en la pequeña pantalla. La eliminación de una parte de las gradas, y su sustitución por los palcos donde el público está en pie, también puede impulsar esa sensación.
Habrá que esperar, en todo caso, para ver el partido que el talent show le acaba sacando durante los próximos meses al gran despliegue técnico instalado en los 1.200 metros cuadrados en los que se extiende el plató. Este cuenta con 400 metros cuadrados de pantallas LED de alta resolución, 11 cámaras -incluyendo una spidercam que ofrece atractivos planos 'aéreos'-, un travelling de 11 metros, una grúa de 22 metros y 500 proyectores de iluminación con 300 cabezas móviles y 200 proyectores LED. Estos son, sin duda, los espectaculares ingredientes de la receta para el éxito que el formato necesita en su nueva y refinada vida.