Especial Vertele

Vivir sin permiso nunca será un fenómeno como El Príncipe, pero ni falta que le hace

Vivir sin permiso

Pedro Zárate

Nemo Bandeira ha dado permiso a Telecinco para cerrar Oeste hasta el próximo año. Una concesión que la cadena de Mediaset ha aprovechado para despedir la noche de este lunes 17 de diciembre la primera temporada de la que es, a día de hoy, la serie española más vista del presente curso.

Así lo dice el 18.8% de cuota y los 2.686.000 espectadores de media que Vivir sin permiso ha cosechado durante sus primeros 12 capítulos. Una docena de entregas en las que ha dominado con mano firme el prime time del lunes, donde ha derrotado a ofertas de toda clase y condición. Incluidas Tu cara me suena y el estreno de Palmeras en la nieve, siendo la película la que más cerca ha estado de ganar a José Coronado y compañía, quedándose a una sola décima en franja de estricta competencia.

Desde entonces, ni programas nuevos como Intercambio consentido o Estrecho ni ficciones nacionales como El Continental y Estoy vivo han sido rivales para la primera producción de Alea Media, la compañía liderada por Aitor Gabilondo, para Telecinco.

Qué el guionista y productor vasco fuese el creador de la serie y volviera a coincidir con Coronado y Álex González, hizo que Vivir sin permiso fuese comparada, antes incluso de su estreno, con El Príncipe. Pronto se vio, sin embargo, que ambas series no tenían mucho que ver. Tampoco sus datos de audiencia, pues si los de Nemo Bandeira y Mario Mendoza son altos, los que en su día consiguieron Fran Peyón y Javier Morey fueron, simplemente, siderales: 26.8% de share y 5.291.000 televidentes de media en los 13 episodios de su primera temporada.

Intensa promoción y renovación firmada antes de su estreno

Pese a la diferencia de cifras, ambas comparten presencia en el grupo de ficciones que mejor le han funcionado a Mediaset en el último lustro. Algo que, en el caso de Vivir sin permiso, empezó a fraguarse mucho antes de su llegada. Concretamente en abril de 2017, cuando Telecinco decidió presentarla por primera vez ante los medios cuando ni siquiera había comenzado su rodaje.

Una prematura promoción que venía a decir una cosa: que Vivir sin permiso era un proyecto especial para la cadena, su serie mimada. Así, a esa primera rueda de prensa le siguieron la pertinente visita al set de grabación (octubre de ese mismo años) su preestreno en el MiM Series, entrevistas telefónicas, encuentros con los medios, las constantes menciones que de ella se hicieron en las retransmisiones del Mundial de Rusia y su presentación, días antes de su estreno en televisión, en el Festival de Cine de San Sebastián con Paolo Vasile a la cabeza.

De hecho, la implicación del consejero delegado de Mediaset en esta producción ha sido muy destacada en comparación a la que ha tenido con otras series del grupo. Sobre todo, porque fue él quien propuso hacer una ficción sobre el Alzheimer protagonizada por José Coronado.

Una premisa que en el caso de Vivir sin permiso tiene fecha de caducidad, pues Telecinco renovó la serie por una segunda y última temporada antes incluso de estrenar la primera, tal y como adelantó Vertele. Será a lo largo del 2019, entonces, cuando veamos cómo acaba la historia de Nemo Bandeira, cuyo desenlace se está grabando actualmente en Galicia y que viajará, tras su emisión en abierto, directo al catálogo de Netflix.

Así será el final de la 1ª temporada de Vivir sin permiso

En el capítulo de esta noche, titulado ‘Tus amigos no te olvidan’, aparece el cadáver calcinado de Malcolm y se desencadenan una serie de acontecimientos en el pazo que sacuden los cimientos de la familia Bandeira. Nemo descubre la relación incestuosa entre Berta y su hijastro Daniel y ella se muestra dispuesta a todo para evitar que la delate a su celoso marido, encarcelado en México.

Para neutralizar la amenaza, Berta planea enfrentar a Mario con su padrino revelando al joven un oscuro secreto del patriarca. Mientras, el Alzheimer prosigue su avance implacable. Nemo se desorienta y acaba perdido por la playa en el peor momento posible, cuando Lara ha caído en poder de Freddy.

Etiquetas
stats