William Levy aclara su relación con Mercedes Milá: “Nos llevamos muy bien. No puedo decir que me sentí acosado”
Movistar Plus+ lanza este viernes 21 de abril su nueva serie Montecristo, una adaptación del clásico de Alejandro Dumas que actualiza su trama situándola en nuestros días. Producida por Secuoya, la ficción está protagonizada por William Levy, que también ejerce como productor de la misma.
El actor cubano saltó a la fama por su papel en la serie Café con aroma de mujer, que popularizó a nivel mundial Netflix y que luego tuvo un paso efímero por Telecinco siendo relegada a Divinity. Esta semana, ha promocionado el lanzamiento de su nueva ficción en España, concretamente en Madrid, donde algunos medios han tenido la oportunidad de hablar en privado con él.
En una de esas entrevista, la concedida al diario El Mundo, el actor aclara su actual relación con Mercedes Milá, que se obsesionó con él al verle en Café con aroma de mujer y logró entrevistarle y dedicarle un especial emitido también en Movistar Plus+ titulado Milá y Levy. Hace unos meses, la periodista y presentadora lamentó que su relación había desaparecido, y que el actor había dejado de responder a sus mensajes. Algo que él confirma y explica, al recibir esas acusaciones de hacerle 'ghosting': “No, para nada. Tengo problemas en mi vida y mil cosas que me están pasando. Mi vida no depende de ella ni de nadie más. Depende de mí y de mis hijos. No puedo vivir pendiente de si alguien se molesta si no la llamo. Si se molesta, es su problema. Milá es una persona muy bella, pero tiene que entender que yo no me molesto si ella no me llama. La quiero mucho, pero tengo cosas en mi vida”.
Al rememorar ese especial, y el acercamiento profesional que tuvo con Mercedes Milá para promocionar su trabajo en España, le preguntan literalmente: “Mercedes Milá declaró varias veces su amor por ti. ¿Lo que ella hizo lo hubiese podido hacer un hombre?”, a lo que él responde: “¡Claro que no! Va preso, va preso ¿o no? Entonces, estamos mal. Tenemos que respetarnos y cuidarnos. Ahora, para mí no fue nada malo. Yo estoy bien con ella y nos llevamos muy bien. Y me abraza y es algo normal”.
Levy deja claro que defiende a Milá, y que en ningún momento tuvo problema con su actitud: “Para mí es normal. No lo veo algo malo. No puedo decir que me sentí acosado sexualmente”.
No puedo decir que me sentí acosado sexualmente
Qué es para él el machismo
A ese punto de la conversación se llega después de que la entrevista quisiese saber su opinión sobre el machismo, el Me Too, y el feminismo. En sus respuestas, el actor define lo que para él es el machismo: “Yo siento que el machismo es cuando un hombre no quiere que la mujer salga adelante y sea exitosa en la vida”, y lamenta que “nos hemos ido a extremos”, poniendo un ejemplo: “Hemos llegado a un punto donde si le abres la puerta a una mujer, te dice que por qué le abres la puerta. Eso me parece un poco feo”, lo que le lleva a preguntarse cómo educar a sus hijos: “¿Cómo le enseño a mi hijo a ser un galán? ¿Cómo le enseño a mi hijo a ser un caballero si no hay una dama que quiere ser tratada como una dama? ¿Me entiendes?”.
Sobre esos cambios en la forma de entender la masculinidad, y la feminidad, se explaya William Levy: “¿Por qué decimos que es masculinidad tóxica? Es algo que estamos perdiendo. A una mujer le gusta un hombre masculino. ¿O no? El ser macho no significa ser machista. Lo hemos confundido. No ser machista no significa que seas femenino como hombre. Lo más lindo en una mujer es que sea femenina. La feminidad no significa que seas débil para nada. Una mujer puede decirte 'vete a la mierda' siendo femenina. Una mujer puede ser la más cabrona del mundo siendo femenina. No tienes que portarte como un macho, como un hombre. La mujer femenina puede ser más fuerte que un hombre masculino. Nos hemos ido a extremos y nos hemos alejado completamente el uno del otro”.
El ser macho no significa ser machista. Lo hemos confundido
Su trabajo con Laura Londoño
El actor también reconoce, como había contado Laura Londoño, que su forma de trabajar le hace generar fricciones con sus compañeros: “Yo soy de los que si en una escena tengo que estar un poco enojado debo sentirlo. Ha habido actrices que lo han contado”, explica, refiriéndose al caso de Londoño: “Yo la hacía sentir incómoda porque eso es lo que estaba en la escena, ¿sabes? Entonces era un sentimiento real”, y defendiendo ese método: “Es mi forma de trabajar. Es muy personal y la verdad me ayuda mucho a mí y a la otra persona, aunque no lo sepa”.