El Gran Wyoming aprovechó El Intermedio para hacer un comentario sobre la masacre ocurrida el pasado viernes 24 de junio en Melilla, que se saldó con 37 muertes de personas que trataban de saltar la valla desde Marruecos, y la respuesta del gobierno español de Pedro Sánchez. En concreto, el presentador cuestionó la actitud y declaraciones del jefe del ejecutivo al respecto.
El presidente español definió lo ocurrido como un “asalto violento” del que responsabilizó a las “mafias que trafican con seres humanos”, a la par que varias ONG han exigido una investigación judicial para esclarecer lo ocurrido y depurar responsabilidades. Esta actitud se explica por la reanudación de las relaciones entre España y Marruecos, derivado del cambio histórico de posición que adoptó Sánchez con respecto al Sáhara, que permitió restablecer relaciones con el régimen de Mohamed VI.
Sobre todo ello abundaba el presentador de laSexta, sentado en el “pico de la mesa”, la zona del plató donde se plantean reflexiones de calado. Dirigiéndose directamente al mandatario, planteó “las dudas sobre cómo actuó la gendarmería marroquí”. “Sorprende verle responder, señor Sánchez, como lo ha hecho ante una masacre de estas características. Hablando de asalto, mafias e inmigrantes violentos parece estar olvidando a las víctimas”, decía Wyoming.
“Lo que es seguro es que ha olvidado lo que usted pensaba hace no tanto”, añadía, recordando la época en la que el gobierno sentía “orgullo de tener un pueblo solidario”. Se refería en particular a la acogida a los migrantes rescatados por el buque Aquarius en el Mediterráneo. Pero también recuperaba otras declaraciones institucionales más próximas en el tiempo: “Hubo una época, concretamente hace tres meses en la que defendía la acogida de refugiados”, recordó, citando las palabras que pronunció sobre los refugiados de la invasión rusa en Ucrania..
“Suponemos que no distinguía entre refugiados de primera y segunda. Pero en vista de su reacción con lo ocurrido en Melilla, nos hace dudar”. Para el showman, el incidente y la respuesta española suponen “una mancha difícil de borrar”, ante la que Sánchez tiene dos opciones: “limpiarla investigando o alinearse una vez más con Marruecos y copiar la estrategia de limpieza de Mohamed VI: ponerse camisetas con todos los colores del Pantone para disimular las manchas”.