Así como The Walking Dead llegará a su fin este 2022, también lo hará en buena medida el enfrentamiento judicial abierto desde hace años entre su creador Robert Kirkman, así como otros productores ejecutivos de la serie, contra la cadena AMC por el reparto de beneficios.
La Corte Superior de Los Ángeles ha desestimado la mayor parte del litigio que Kirkman, Gale Anne Hurd, David Alpert, Charles Eglee y Glenn Mazzara contra la cadena, informa Deadline. El juez Daniel Buckley no encuentra “causas procesables” en lo que se refiere a un posible incumplimiento del pacto implícito de buena fe y trato justo, según consta en su fallo parcial a la tercera enmienda presentada por los demandantes sobre la demanda a este respecto, presentada en 2017, tras la anterior derrota en 2020.
No se puede probar que AMC actuara de forma “arbitraria o malévola”
Kirkman y sus compañeros alegaban que la cadena no había pagado el valor justo de mercado por la serie y que, además, habían cambiando sus participaciones en el reparto de beneficios de manera unilateral para perjudicarles. Esto no solo afectaba a la serie matriz, sino a su primer spin-off, Fear the Walking Dead, y al talk show de acompañamiento Talking Dead.
En concreto, los demandantes aseguraban que, al estar la productora (AMC Studios) y la cadena (AMC) dentro del mismo conglomerado, estaban reteniendo la mayor parte de los beneficios sin “pagar un precio justo por la licencia, privando así a los participantes de beneficios, como son los demandantes, de su parte justa de los beneficios de la serie”. De acuerdo a Buckley, sin embargo, estas pretensiones no se no tienen fundamento. “Las demandas no no citan ningún lenguaje contractual que respalde esta suposición”, recalca.
En contra de lo que sostienen Kirkman y cía, el magistrado determina que AMC no amañó sus acuerdos para asegurarse que se les negaran ganancias a sus productores, al considerar que “no hay pruebas suficientes para plantear una cuestión procesable”. Añade que no se puede probar que actuaran de forma “arbitraria, irracional o malévola”, por lo que “ningún jurado razonable podría considerar esta conducta como una infracción de la cláusula de buena fe y trato justo”. De esta manera, quedan pocos flecos por resolverse en tribunales, relativos a auditorias.
Se despeja el horizonte legal de AMC
“El fallo es un golpe decisivo para un caso sobredimensionado”, se vanagloriaba uno de los abogados de AMC, Orin Snyder, que recuerda que esta es la segunda vez que los tribunales desestiman las principales acusaciones de los demandantes. Hay que recordar también que Kirkman (que ha unido sus caminos artísticos a Amazon) trató de llevar a buen término, sin éxito, otra demanda paralela en torno a interpretaciones de su contrato concreto para la serie.
Así, AMC afronta el final de The Walking Dead, así como el inicio definitivo de la expansión de su universo, con el horizonte relativamente despejado. No hay que olvidar que ya dejó resuelto el otro gran contubernio legal que mantenía con Frank Darabont, el responsable de desarrollar la adaptación televisiva de los cómics de Kirkman, tras su despido fulminante nada más comenzar la segunda temporada. Tras años de ardua batalla judicial, las partes alcanzaron un acuerdo por el que el director y guionista de Cadena perpetua y La niebla, así como su agencia de representación (la CAA) recibieron una compensación de 200 millones de dólares.