La muerte de Herminia López es algo que lleva mucho tiempo planeando sobre Cuéntame cómo pasó. La abuela de los Alcántara tiene 94 años y la actriz que la interpreta, María Galiana, ha manifestado en varias ocasiones que está “harta” del papel que lleva haciendo 21 años.
Este jueves 14 de abril, el temor del público aumentó por un percance que sufrió Herminia en el capítulo especial con el que la histórica serie de TVE le ha rendido homenaje a ella y a todas las abuelas.
[La siguiente información contiene spoilers]
En el episodio Margaritas silvestres, Herminia, Merche y Antonio viajan a Sagrillas cuando se les comunica que en el pueblo han aparecido unos huesos en la zanja donde se enterró al antiguo médico del pueblo, fusilado durante la guerra. Herminia quedó eternamente agradecida con él y ahora quiere darle un entierro digno.
Este médico recogía margaritas silvestres en la dehesa del pueblo y las utilizaba como medicina natural. Gracias a ello pudo darle un futuro a muchos de los habitantes de Sagrillas. Décadas después, la matriarca de los Alcántara ha recorrido aquel prado recogiendo florecillas, pero los recuerdos y la emoción se le han atragantado: Herminia se ha mareado y ha acabado en el hospital, donde los médicos le han dicho que tenía que someterse a una operación rutinaria, pero que para su edad conlleva ciertos riesgos.
Consciente del peligro que entraña pasar por el quirófano, Herminia ha grabado un mensaje de despedida para todos y cada uno de los miembros de la familia Alcántara. A Toni le ha dado un par de consejos que bien le podrían ayudar a mejorar sus relaciones sentimentales; A María le pidió que se defienda, que defienda a todas las mujeres; con Inés se deshizo en elogios y le pidió que tenga paciencia con Oriol; y también se acordó de Carlitos, el único capaz de contar su historia.
Fue un capítulo lleno de emoción, de alegrías y tristezas. Sentada frente a una vieja cámara de vídeo, Herminia pidió a Carlitos que mantenga viva la memoria del Doctor Moreno. “Esta historia que te he contado, me gustaría muchísimo que la contaras tú también en tu próximo libro. No dejes que caiga en el olvido”.
Y así, con más pena que miedo, Herminia fue conducida al quirófano, del que salió totalmente dormida y sin dar signos de vida. Todo parecía indicar que este capítulo especial dedicado a la más veterana de San Genaro podría ser su adiós definitivo, pero nada más lejos de la realidad: la matriarca tenía que resolver algunos asuntos del pasado que se le habían quedado pendientes, así que no despertó hasta que lo dejó todo atado y bien atado.