Amazon no puede repetir errores con 'El señor de los anillos', que busca consolidarse ante las amenazas externas

Galadriel (Morfydd Clark) en 'El señor de los anillos Los anillos de poder'

Lorenzo Ayuso

En la búsqueda de un horizonte de prosperidad ante la batalla del streaming, recrudecida conforme la pandemia del Covid-19 quedó en el pasado y los estudios y compañías empezaron a notar los límites del modelo de negocio, Prime Video tenía una apuesta de futuro clara: El señor de los anillos: Los anillos de Poder. Una apuesta de la que este jueves 29 de agosto se estrena una segunda temporada que se enfrenta a tantos peligros en ese paisaje audiovisual como sus héroes de ficción.

La adquisición de los derechos de unos páramos concretos de la Tierra Media creada por J.R.R. Tolkien era una apuesta a largo plazo: en 2017 se compran los derechos de adaptación y se comienza un trabajo minucioso para desarrollar una nueva aproximación al universo narrativo centrándose en la Segunda Edad, una época no explotada previamente en cine y desarrollada a partir de las anotaciones de El Hobbit y El señor de los anillos, con J.D. Payne y Patrick McKay como showrunners. En agosto de 2022 se celebra el gran estreno. Entre medias, hubo tiempo para que Prime Video realizase un primer ensayo de lo que debían ser esta clase de producciones con La rueda del tiempo, ahora olvidada pese a sus pretensiones y a una tercera temporada confirmada sin plazo.

Altas expectativas a medio cumplir por la primera temporada

Esos cinco años no son la única cifra que evidencia las altas expectativas de Amazon, tanto para Prime Video como para Amazon MGM Studios, con la que debía ser su estandarte en un negocio definido ahora por la posesión de IP (propiedades intelectuales) que exprimir en múltiples formatos sine die. Un ejemplo de esta estrategia es The Boys, que ya se ramifica a la espera del final de la serie matriz ya confirmado para su temporada 5.

De acuerdo con unos preocupantes datos obtenidos por The Hollywood Reporter en marzo de 2023, solo solo el 37% de los espectadores estadounidenses de Prime Video que comenzaron a ver la serie terminaron de ver los primeros ocho episodios de El señor de los anillos: Los anillos de Poder, unos datos insuficientes para una inversión astronómica: a los 250 millones de dólares en los que se tasaba la operación por los derechos, había de sumar otros 465 millones para la producción de esa primera temporada, según The Wall Street Journal. Esto equivale a unos 58 millones por cada episodio.

La preocupación era lógica: el estreno del producto se había visto ensombrecido por el de otro casi en simultáneo, el de otra franquicia literaria de largo alcance como es la de Canción de hielo y fuego: La casa del dragón, precuela de Juego de Tronos, ganó la batalla mediática a Los anillos de Poder, teniendo que enfrentarse en múltiples flancos.

El enfoque de esta versión de El señor de los anillos, que introdujo diversidad racial en la Tierra Media, así como la aproximación de según qué personajes, con Galadriel (Morfydd Clark) como aguerrida protagonista, la llevó a convertirse en objetivo en plenas guerras culturales desde Estados Unidos, con el magnate Elon Musk atacándola con fiereza y con la proliferación de comentarios racistas contra el reparto. Todo ello se ha percibido en las calificaciones que los usuarios anotan en webs y agregadores como Rotten Tomatoes (un 38% de opiniones positivas), Metacritic (una nota de 2,8 de entre más de 6.000 valoraciones) o FilmAffinity (un 5,8 de media) y deslucía el esfuerzo de la producción por igualar en escala a las películas previas.

Para más inri, las críticas tampoco fueron plenamente satisfactorias. Aunque gozó de un aprobado generalizado, faltó entusiasmo en las opiniones, sintiéndose la temporada como un estadio preliminar de los grandes acontecimientos que llegarían a posteriori. En su crítica para verTele, Marcos Méndez lo exponía al indicar que la ficción “pide un poco de paciencia para poder situar al espectador y presentarle a todos sus personajes”. Hay que recordar que el planteamiento inicial delineaba cinco temporadas.

Más personajes reconocibles y un gran aliciente en la temporada 2

La segunda, por de pronto, tenía que enfrentarse a numerosos baches en la producción, que se trasladó de Nueva Zelanda a Reino Unido. Para sofocar estos fuegos (algunos de ellos literales), Amazon ha querido aumentar la apuesta, con la inclusión de fichajes con más nombre dentro del reparto y la aparición de personajes clave. Es el caso del irlandés Ciarán Hinds, que se incorpora para encarnar a un Mago Oscuro de identidad no revelada previamente al estreno. Eso sí, su presencia y su aspecto bien servía para disparar las teorías entre los fans más acérrimos. De igual modo, el tráiler ya adelantaba la llegada de los ancestros de Gollum, los Fuertes, con un papel destacado en el devenir de la segunda temporada.

Sin embargo, hay otro fichaje de aún mayor relevancia, pues supone un punto diferencial con respecto a las dos trilogías cinematográficas. Se trata del actor Rory Kinnear, fijo en la saga 007 desde Quantum of Solace y al que acabamos de ver haciendo de Churchill en El ministerio de la Guerra Sucia, por no hablar de sus intervenciones en Penny Dreadful y Black Mirror. Sin embargo, es su personaje lo que supone un verdadero aliciente: Tom Bombadil.

Se trata de uno de los personajes más populares de la comunidad de fans, cuya inclusión en la serie se había mantenido en secreto hasta finales de mayo, cuando Prime Video mostró las primeras fotografías. Pese a su participación en momentos clave de la cronología tolkeniana, no había aparecido en la trilogía original de Peter Jackson, que optó por descartar su entrada en contacto con Frodo y los hobbits a fin de no desviarse de la historia principal. “El más viejo de todos los viejos” sí había aparecido en el videojuego de La Comunidad del Anillo, así como en otros juegos, pero esta es su primera encarnación de carne y hueso.

Esta apuesta por la fidelidad y por un personaje enigmático y tremendamente querido se acompaña, además, de la reciente publicación de nuevas ediciones de Las aventuras de Tom Bombadil y otros poemas de El Libro Rojo por parte de HarperCollins. En España, ediciones Minotauro (sello de Planeta) relanzará el libro el 2 de octubre. Todo esto debe ayudar a aplacar dudas y a acercar a los escépticos a la serie.

Mejores sensaciones antes del estreno...

“Simplemente siento una gran responsabilidad hacia el personaje y todos los fans de Tolkien”, admitía en su paso por España Charlie Vickers, encargado de encarnar a Sauron en la serie, aunque aseguraba que pese a la atención que personajes como el suyo, el Señor Oscuro, concentran, no sentía “más presión”. Acaso esa se queda en los analistas del estudio, que han protegido tanto como han podido la segunda temporada.

De hecho, no fue hasta primavera de este mismo año cuando se confirmó la fecha de estreno de los tres primeros episodios de la temporada para este jueves 29 de agosto. A comienzos de año, al comunicar su calendario de grandes estrenos, Los anillos de Poder aún no figuraba en la lista, siguiendo una estrategia opuesta a la de HBO con La casa del dragón, que sí había anticipado con antelación la llegada en 2024. Por de pronto, y a falta de solo horas para el estreno, el embargo de las críticas aún sigue vigente. Aunque no tiene por qué ser el caso, y pueda derivarse de mantener las sorpresas argumentales bajo llave, el celo a la hora de levantar embargos a menudo esconde una escasa confianza de los estudios con el producto, algo que se ha visto este verano con filmes como Borderlands.

Por el momento, los comentarios que han trascendido en redes sociales han sido positivos. El crítico Jorge Loser destacaba que la temporada “empieza con mucha fuerza” y cuenta con un punto de partida “más apetitoso”, como para convencer a los escépticos. Lo cierto es que la magnitud de la producción, intuida en las imágenes y avances promocionales, también supone un importante reclamo.

Por ejemplo, Nerdist estimaba en alrededor de 1.500 los actores y extras caracterizados por completo como orcos durante el rodaje. Hay que tener en cuenta, de acuerdo a Sarah Gower del departamento de maquillaje protésico, que esta labor implica un trabajo de dos horas y media por intérprete, con dos personas involucradas. Los dos años de margen entre temporadas también ha permitido que el público repase la primera con cierta distancia y, desprovisto del movimiento en su contra, la escala y la planta de Los anillos de Poder sí debería como mínimo atraer a los que desean poder imbuirse de nuevo en el universo de Tolkien.

Ahora bien, Amazon no es la única que ofrece un billete a la Tierra Media.

...mientras un nuevo enemigo acecha

Hace apenas tres meses, Warner Bros. daba la sorpresa al anunciar el desarrollo de una nueva línea de películas en imagen real de El señor de los anillos, centradas en Gollum, y con el actor que lo inmortalizó, Andy Serkis, encargado de dirigirlas. Para asegurar la total cohesión con las dos trilogías anteriores, Peter Jackson y sus socias Fran Walsh y Philippa Boyens estarían involucrados “en cada paso del camino” como productores. El objetivo es “explorar historias que aún no han sido contadas”, tal y como avanzó David Zaslav, CEO de una Warner Bros. Discovery necesitada de éxitos seguros.

Lord of the Rings: The Hunt for Gollum llegará en algún momento de 2026, si las previsiones se mantienen, como parte del acuerdo para producir “múltiples” películas a partir de la obra de Tolkien que alcanzó Warner Bros. en 2023, a través de Mike De Luca y Pam Abdy. Estos tomaron en 2022 las riendas de la major, tras abandonar MGM, una vez absorbida definitivamente por Amazon. El mapa de la historia empresarial también pasa por terrenos conocidos, una y otra vez.

Así, Los anillos de Poder tendrá que continuar su travesía contando con la competencia, y las comparaciones futuras, con la otra vida cinematográfica de los libros de Tolkien. Por delante, el estreno en diciembre de El Señor de los Anillos: la Guerra de los Rohirrim, una película de animación dirigida por un pope del anime, Kenji Kamiyama (guionista de Blood: el último vampiro, y director de Blade Runner: Black Lotus y Ghost in the Shell: Stand Alone Complex). La batalla por triunfar no ha hecho más que empezar.

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