George R.R. Martin critica las adaptaciones de series y películas, y señala una excepción: “Nunca mejoran”
George R.R. Martin está convencido de que las series y películas que se basan en alguna obra literaria “nunca mejoran” la historia original. De hecho, la mayoría de las veces “la empeoran”, asegura.
El famoso escritor estadounidense, de 75 años, es autor de las novelas de Canción de hielo y fuego, de las que luego surgieron dos series de televisión archiconocidas en el mundo entero: Juego de Tronos y La casa del dragón, ambas en el catálogo de Max.
“Mires donde mires hay más guionistas y productores ansiosos por coger grandes historias y hacerlas suyas. No parece importar si fueron escritas por Stan Lee, Charles Dickens, Ian Fleming, Roald Dahl, Ursula K. Le Guin, J.R.R. Tolkien, Mark Twain, Raymond Chandler o Jane Austen: ellos creen que pueden hacerlo mejor”, se queja en su blog personal.
“No importa lo importante que sea un escritor, no importa lo bueno que sea el libro, siempre parece haber alguien disponible que piensa que puede hacerlo mejor, deseoso de tomar la historia para 'mejorarla'”. Pero eso no ocurre, advierte R.R. Martin: “Nunca la mejoran. Novecientas noventa y nueve veces de cada mil, la empeoran”.
'Shogun', una adaptación “soberbia”
Según el escritor, quienes adaptan estas obras parecen haber encontrado la excusa perfecta para justificar los cambios entre original y copia. “Te dirán, como si estuvieran diciendo algo profundo, que 'el libro es el libro y la película es la película'. Luego hacen suya la historia”, sentencia.
No obstante, el creador de La casa del dragón considera que, entre tanto desacierto, “de vez en cuando obtenemos una muy buena adaptación de un libro realmente bueno”.
En este sentido, pone como ejemplo más reciente la serie Shogun de FX (en Disney+), basada en la novela de James Clavell. “Me alegro de que la hayan hecho. La nueva Shogun es soberbia”, exclama.
A su parecer, el autor de la obra original “habría estado satisfecho” porque “tanto los guionistas antiguos como los nuevos hicieron honor al material original y nos ofrecieron adaptaciones magníficas, resistiendo el impulso de 'hacerlo suyo'”.