Hermanos resolvió en su primer capítulo de la semana la difícil situación en la que quedaron Ömer y Akif tras el último episodio. Los dos personajes terminaron la semana encaminándose hacia el peor de los desenlaces. En el caso del primero, tras quedarse inconsciente después de recibir una paliza por parte de Sarp. Y en el del segundo, después de que Gönül prendiera fuego a la furgoneta en la que se había quedado dormido.
El capítulo de este lunes acabó con el misterio y desveló el destino de ambos protagonistas, dos que, como tantos otros en la serie turca de Antena 3, ya han visto de cerca su propia muerte en alguna que otra ocasión. Esta vez pudo ser la definitiva, pero no fue así. Ahora bien, ¿cómo se llegó a esta doble y satisfactoria resolución? Lo vemos a continuación.
(A partir de aquí, spoilers)
Empezamos por el caso de Ömer, que se encuentra ingresado en el hospital. Allí aguardan Asiye y Doruk, que reciben la mejor de las noticias cuando la doctora les cuenta que la hemorragia de Ömer se ha detenido sin necesidad de operarle. “Su vida no corre peligro”, comunica la doctora a los jóvenes.
Los dos se reencuentran con Ömer y ven cómo la doctora le dice a este último que no debe meterse en peleas y recibir fuertes golpes en el cráneo. Sin embargo, Ömer está decidido a “dar su merecido” a Sarp. No solo por él, sino también para vengar a su hermana Emel, a la que Sarp atropelló. Asiye, siguiendo las recomendaciones de la doctora, insta a su hermano a no saciar su venganza. Doruk está de acuerdo y propone dejar el caso en manos de la policía.
Finalmente, Ömer promete a Asiye que intentará no meterse en más peleas, a la vez que se muestra convencido de que, sea de la forma que sea, Sarp será castigado por sus actos. Por desgracia para él, no fue así, pues Sarp se libró de la cárcel por falta de prueba, lo cual enfadó muchísimo a Ömer.
Akif se salva gracias a la persona que casi acaba con él
Más rocambolesco es el caso de Akif. El empresario estaba durmiendo en la furgoneta de Sengül cuando, de repente, Gönül llegó en plena noche y prendió fuego al vehículo. Era su forma de vengarse de la tía de los Eren, por la que siente una gran rabia. Y más tras descubrir que esa furgoneta, con la que Sengül estaba ganando dinero gracias a su puesto de albóndigas, había sido comprada con el apoyo económico de Orhan, el esposo de Gönül. De ahí que ésta última decidiera, en un ataque de ira, quemar el vehículo.
Pero lo que Gönül no sabía es que dentro de la furgoneta estaba Akif, que a punto estuvo de ser devorado por las llamas. Por suerte, el empresario se despertó a tiempo y pudo pedir auxilio. Gönül, que todavía andaba por la zona, llegó a tiempo para apagar el fuego. Akif, ajeno a los planes iniciales de su salvadora, le agradeció enormemente el gesto: “Si usted no hubiese podido oírme, por la mañana sólo habrían encontrado mis cenizas”.
Gönül se quedó en shock, pues a punto estuvo de acabar con la vida de una persona. A continuación, Sengül y sus hijos aparecieron en la zona del incendio y enseguida culparon a Gönül de lo ocurrido. Sin embargo, Akif salió en su defensa: “Trajo agua, llamó a los vecinos y me libró de la muerte”. De momento nadie puede confirmar que Gönül fue la causante del incendio, por lo que la duda es si alguien acabará descubriéndolo o si, por el contrario, la esposa de Orhan consigue invalidar cualquier acusación contra ella.