Pasados siete meses de la muerte de Matthew Perry, el asunto está lejos de considerarse cerrado, a pesar de haberse considerado como una muerte accidental. El fallecimiento de la estrella televisiva ha movilizado a la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos, más conocida como la DEA, junto al Departamento de Policía de Los Ángeles, así como al Servicio de Inspección Postal de Estados Unidos para tratar de esclarecer quién y cómo consiguió el actor la ketamina que desencadenó su muerte.
La estrella de Friends fue encontrada inconsciente en el jacuzzi de su casa. Uno de sus empleados fue el que avisó a los servicios de emergencia, que nada pudieron hacer para salvar su vida. De acuerdo a la Oficina del Forense de Los Ángeles, el actor falleció ahogado a causa de los “efectos agudos” de la ketamina.
Hay que recordar que este fármaco tiene efectos sedantes y se le había recetado para tratar la depresión y ansiedad algo más de una semana antes de morir. Sin embargo, la cantidad encontrada en su cuerpo era mucho mayor que la prescrita, y fue lo que le provocó una “sobreestimulación cardiovascular y depresión respiratoria”.
Ahora, las fuerzas de seguridad están trabajando conjuntamente para comprobar si Perry habría podido adquirir drogas a través de correo postal, tal y como recoge TMZ. Para ello, los inspectores postales están ofreciendo su experiencia en el rastreo de paquetes. Se pretende determinar, así, si el intérprete consiguió la ketamina de medios no médicos.
Perry pretendía iniciar una fundación de ayuda a adictos
Muchos amigos cercanos a Perry habían recalcado que el actor se encontraba en un buen momento anímico antes de su muerte. Se contaba con que se encontraba sobrio, y con el objetivo de iniciar una fundación para ayudar a otros adictos. De sus graves problemas con las drogas, que se remontan a los años noventa, habló con profusión en su autobiografía, Amigos, amantes y aquello tan terrible, publicada a finales de 2022.
En dicho libro, reveló que había estado al borde de la muerte por una perforación gastrointestinal producida por el consumo excesivo de opioides. A partir de entonces trabajó para desintoxicarse y, según el forense, llevaba 19 meses sobrio.