Netflix vuelve a enfrentarse al fisco en Europa a cuenta de sus facturaciones. Agente franceses han iniciado esta semana registros en la sede francesa de la la multinacional estadounidense del entretenimiento, por sospechas de presuntos delitos de “blanqueo y fraude fiscal agravado” y de “trabajo ficticio en banda organizada”, informaron a EFE fuentes judiciales.
En paralelo, también hubo registros por parte de las autoridades neerlandesas en la sede de Ámsterdam (Países Bajos), dentro de una operación coordinada desde hace meses a través de la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Judicial Penal (Eurojust).
Las pesquisas han continuado el miércoles en Francia
Todo forma parte de una investigación que pretende determinar si el gigante habría recurrido a práctivas de blanqueo de dinero para optimizar sus obligaciones tributarias en Europa. Detrás de esta operación está la Fiscalía Nacional Financiera (Parquet National Financier, PNG), agencia dedicada a perseguir delitos fiscales.
Los registros en el país vecino fueron realizados por investigadores de la oficina central de lucha contra la corrupción y las infracciones financieras y fiscales (OCLCIFF), en presencia de miembros de la PNF.
Fue en la mañana del martes 5 de noviembre cuando policía y agentes judiciales comenzaron estas pesquisas en las instalaciones de Francia y de Países Bajos. Tras prolongarse durante toda la jornada continuaron al día siguiente, el miércoles 6, en esta ocasión “únicamente en Francia”, según precisaron las fuentes judiciales.
La compañía que actualmente tiene a Ted Sarandos y Greg Peters como co-CEO, advierte que a estas alturas no ha sido acusada de ningún delito. En declaraciones a Reuters, Netflix asegura estar “cooperando activamente con las autoridades en Francia”, destacando que es “un contribuyente destacado a la economía local, cumpliendo con todas las obligaciones impositivas legales”.
Netflix ya fue objeto de inspecciones en años previos
Esta operación responde a la investigación preliminar abierta hace dos años por los cargos de “blanqueo y fraude fiscal agravado” y de “trabajo ficticio en banda organizada”. Hay que indicar que la filial de Netflix en Francia ya fue objeto de una inspección fiscal los años 2019, 2020 y 2021.
La forma que tenía Netflix de facturar sus ingresos en Europa fue durante años objeto de debate y cuestionamiento. Hay que recordar que el problema estuvo vigente también en España durante sus primeros ejercicios fiscales, pues inicialmente facturaba los ingresos por las suscripciones desde una sociedad holandesa, Netflix International BV. De esta forma, las sociedades autóctonas solo tributaban por sus servicios de intermediación, yéndose el grueso de sus beneficios fuera y repercutiendo en muy pequeña parte en el país.
La táctica, consistente en radicarse en países con fiscalidad más ventajosa, era legal, pero objeto de reproches al gigante. De hecho, la Unión Europea instó a establecer un nuevo modelo fiscal para conseguir enderezar la situación. En 2021, la plataforma comenzó a facturar en nuestro país dichos ingresos.