'Vestidas de azul': así sigue el legado de 'Veneno' la serie que trae del olvido a referentes trans que fueron borradas
“Cuando escribimos Veneno, en principio íbamos a hacer una serie de su vida, pero sentíamos que había algo que no era personal nuestro. Decía: '¿Qué hago yo contando esto?' Nos íbamos al biopic clásico... Y pensamos: 'No, vamos a buscar dentro de nosotros cómo podemos contarla'. Y entonces cogimos toda la trama de Valeria [Vegas], que escribe el libro sobre Cristina, porque ahí podíamos proyectarnos nosotros. Ahí podíamos ser el fan de Cristina, el adolescente LGTB que lucha... Ahí podía meter mucho y sentir que lo que hacía era especial para mí y para los demás”.
Con estas palabras explicaba el pasado sábado Javier Ambrossi, en su visita junto a Javier Calvo a los concursantes de OT 2023, cómo fue el proceso de creación de Veneno, la aclamada serie de Atresplayer que les consolidó como creadores y que estrena este domingo 17 de diciembre la primera de sus secuelas: Vestidas de azul, una ficción en la que 'Los Javis' -inmersos durante su desarrollo en La Mesías- ejercen “sólo” de productores a través de Suma Content, dejando a Valeria Vegas, Javier Holgado, Susana López Rubio, Javier Ferreiro, Mikel Rueda y Claudia Costafreda en el equipo de guion y a los mismos Mikel Rueda, Claudia Costafreda e Ian de la Rosa en el de dirección.
En el momento en el que se anunció que Veneno tendría una segunda temporada en la plataforma de pago de Atresmedia, había algunas dudas sobre cómo iban sus responsables a continuar una historia que parecía ya terminada. Pues bien, en esas declaraciones de Ambrossi ante los triunfitos está la clave de todo. Y es que aquella decisión, la de haber puesto el punto de vista en Valeria, personaje interpretado por Lola Rodríguez que representa a la periodista Valeria Vegas, ha permitido a Los Javis expandir el universo de Veneno para convertirla en una serie antológica que ayude a visibilizar las historias de varios referentes trans que fueron borrados o que cayeron en el olvido.
Tanto es así, que hace unos meses el grupo de comunicación anunciaba Piraña, tercera entrega de este proyecto que adaptará las memorias de Paca La Piraña en nombre de todas las personas mayores del colectivo.
Mientras tanto, Vestidas de azul ve la luz derribando las posibles sospechas de ser un simple intento de Atresmedia de estirar el éxito que le otorgó la serie primigenia, estrenada en el año 2020 con múltiples reconocimientos y premios, dentro y fuera de nuestras fronteras. La ficción encuentra su propio discurso y su propio tono, respetando la esencia del imaginario en el que está enmarcada y sin renunciar al sello pop que impregna toda la obra de Los Javis y que permea en el resultado final a pesar de que no lleve sus firmas.
Así continúa 'Vestidas de azul' el legado de 'Veneno'
Vestidas de azul sitúa sus tramas en 2018, dos años después de la muerte de Cristina Rodríguez, La Veneno. Con una carrera como periodista y activista trans consolidada, Valeria vuelve a su casa de Valencia, su tierra natal, inmersa en una crisis creativa sobre cuál es la siguiente historia que debe contar. Allí, en su habitación, se encuentra con una cinta de VHS de Vestida de azul, conocido documental de Antonio Giménez-Rico que narra las experiencias de seis personas trans en la España de comienzos de los 80. Una película que Valeria habría encontrado años atrás en casa de Cristina, que acabó grabando encima una aparición suya en Telecinco, haciendo que aquella pieza y sus seis historias, en una metáfora con lo que ocurrió en la realidad, quedaran borradas.
La protagonista decide entonces embarcarse en un trabajo de investigación del que será su próximo proyecto: un libro que traiga del olvido las vivencias de aquellas mujeres que, como Cristina 'La Veneno', abrieron camino. Desde el primer primer episodio, la figura del personaje está muy presente, justificando también desde el guion que esta secuela se enmarcara dentro de la 'franquicia' Veneno. Además, la ficción mantiene la misma estructura narrativa que la serie matriz, a caballo entre el pasado y el presente, entrelazando las vidas de sus protagonistas.
Así pues, sus guionistas han encontrado una manera efectiva y creíble de mezclar las vidas de los personajes más icónicos de Veneno, como Paca (Paca La Piraña), Lola (Goya Toledo), Juani (Juani Ruiz), Sacha (Alex Saint), Manola (Ángeles Ortega) y Bienvenida (Desirée Vogue) con las de las protagonistas del documental Vestidas de azul, ficcionado de forma magistral en la serie, a las que dan vida Rossa Ceballos (Loren adulta), Bimba Farelo (Loren joven), Chloe Santiago (Tamara), Geena Román (Eva), Alma Gormedino (Josette), Penélope Guerrero (Nacha) y Keyla Òdena (Renee). De esta manera, se le da sentido de continuidad a las tramas, utilizando a los personajes de la serie matriz como vehículos para recuperar y reivindicar el legado de sus antecesoras.
Como ocurriera en Veneno, Vestidas de Azul está basada en el libro homónimo de Valeria Vegas en el que la periodista rescató y puso en valor el origen de aquella histórica cinta. De esta manera, la producción se convierte en una especie de matrioska rusa de la ficción, pues se trata de una serie que habla sobre un libro que a su vez aborda el desarrollo de un documental. Algo que, lejos de liar su narrativa, la enriquece con unos personajes que viajan entre los tres formatos en un puzzle que -con parte de realidad y parte de invención, como advierten al comienzo de cada capítulo- poco a poco se va resolviendo.
La serie, que pierde algo de fuelle con la ausencia de un personaje tan potente y arrollador como Cristina La Veneno, se refuerza con un reparto aún más coral en el que las actrices secundarias de Veneno alzan la voz y cobran protagonismo. Un elenco que también cuenta con la participación de Marisa Paredes, Susana Abaitua, Elena Irureta, Luis Callejo, Estrella Extravaganza, Mercedes Sampietro, Anabel Alonso, Pedro Casablanc, Llum Barrera, Guiomar Puerta, Claudia Traisac, Nerea Rodríguez, Clara Sans y Juriji Der Klee. A todos ellos se les suman además algunos cameos que, como es habitual en todo lo que tocan Los Javis, sorprenden al espectador.
Además, ya en su primer episodio se convierte en un precioso homenaje a las fallecidas actrices Isabel Torres y Laura Frenchkiss. La primera, que interpretó a Cristina La Veneno en su etapa final y que falleció en 2022 a causa de un cáncer, 'reaparece' en forma de ensoñación en una emotiva escena junto a Lola Rodríguez. La segunda, amiga de la vedette y actriz que también nos dejó en 2021, será clave a través de su pasado en la historia de las seis nuevas protagonistas.
