Daniel Diges se ha despedido esta mañana de los medios de comunicación antes de viajar mañana mismo a Oslo, donde el próximo sábado 29 de mayo se celebrará la final de Eurovisión.
“Ahora sí estoy un poco nervioso”, ha comentado el cantante en la rueda de prensa a la que ha asistido Vertele.com en los Estudios Buñuel de TVE. El artista también ha confesado estar “ansioso” por llegar a la capital noruega y ver el escenario donde actuará dentro de poco más de una semana.
Diges pisará por primera vez el Telenor Arena este sábado, cuando ensayará su actuación por primera vez. Será el comienzo de una ajetreada semana que concluirá el día 29 con la gran final de este certamen.
“Hemos preparado una actuación similar a la que ofrecimos en la preselección; las cosas que funcionan no hay que cambiarlas”, ha declarado Diges, quien sobre sus opciones para la victoria ha manifestado: “El vals es muy del Este de Europa y puede gustar mucho, pero todo está en mano de Dios”.
“Uribarri: Tenemos que estar en el Top 10”
Por su parte, José Luis Uribarri ha remarcado la “originalidad” de la canción que interpretará Diges en Oslo: “Somos los más originales. Tenemos que estar en el Top 10”.
Diges también ha estado acompañado en la rueda de prensa por Anne Igartiburu, que presentará la gala previa a Eurovisión, el sábado 29 a las 20:00 horas; y Ainhoa Arbizu, que este año regresa como portavoz de los votos españoles.
ENTREVISTA A DANIEL DIGES
Ha dicho que está nervioso…
Sí, ahora sí lo estoy un poco, lo suficiente que hay que tener como artista. Sería un inconsciente si no estuviera un poco nervioso, aunque ahora lo estoy un poco más.
¿Tiene ganas de ver el escenario de Eurovisión?
Sí, estoy soñando con subirme a ese escenario. Cuando llego a un sitio, es lo único que quiero ver, el sitio vacío donde luego en el que voy a actuar.
Además, es el sitio más grande donde ha actuado…
Sí con mucha diferencia. Tengo muchas ganas, la verdad.
¿Ya sabe cómo va a ser su día a día en la capital noruega?
No tengo ni idea, porque en tres meses mi vida ha cambiado por completo. Mi chica me está llevando la agenda y ella me irá diciendo lo que tengo que hacer al siguiente.
¿Quiénes son sus favoritos?
Me gusta mucho Portugal y Noruega.
¿Qué diría a los españoles para que le vean el sábado 29?
Que va a ser una noche muy bonita. La canción engancha y es original. Yo creo que este año merece la pena verlo porque va a ser especial… Por lo menos para mí (risas).
¿Puede adelantar detalles sobre su puesta en escena y vestuario?
No puedo adelantar nada. Será una puesta en escena circense parecida a la de la preselección, con un conjunto muy bonito de colores.
¿Tiene manías antes de subir al escenario?
Sí, muchas. Llevo un spray para la garganta y muchos botes de vitaminas… Suelo entrar con el pie derecho y una hora antes me concentro en el camerino. Echo a todo el mundo histérico y me relajo yo solo.
¿Ha pensado en el día después de Eurovisión?
Yo voy a seguir trabajando en los musicales. El fallo está si a la vuelta te quedas en casa esperando que todo siga siendo igual, que te llamen todos los días para hacer entrevistas, etc. Es lógico que el domingo día 30 yo ya no tenga tanto interés socialmente. Hay que tenerlo claro y comportarte como una persona más.
¿Con qué sueña cuando vuelva de Oslo?
Mi sueño es seguir ‘currando’ y seguir viviendo de la música. Tengo alguna propuesta para un musical y el disco ya está funcionando muy bien. El mundo de la música está mal y no puedes pensar que te vas a forrar con esto, pero sí al menos ganarte la vida.
¿No va a tener ni un momento para ti mismo?
Sí, creo que el jueves por la tarde lo tengo libre, ¡sólo ese día! (risas).
¿En qué medida le ha cambiado la vida en estos tres meses?
Ha sido una gran experiencia que me ha dado una satisfacción enorme. Está siendo muy bonito, a todo artista le gustaría vivir un momento así en su vida.