El partido de semifinales de ayer entre España y Portugal ya forma parte de la historia del fútbol de nuestro país, al permitir alcanzar la tercera final consecutiva para la selección, además de convertirse en el encuentro de los récords para Telecinco al ser la emisión más vista de la historia. Pero además, su desenlace en la tanda de penaltis y el lanzamiento definitivo de Cesc Fàbregas hizo que se viviese un déjà vu colectivo que nos trasladó a la Eurocopa del 2008.
En aquella ocasión, fueron los cuartos de final y el rival era Italia, con las cámaras de Cuatro como testigo. Ayer, en semifinales y contra Portugal, retransmitida por Telecinco, ya “hermanada” con Cuatro. En ambos casos, un reñido y disputado partido que acabó 0-0. De igual modo, tras una prórroga que parecía interminable, los dos llegaron a los penaltis.
Y como en 2008, cuando Manu Carreño, Alfredo Relaño y José Antonio Camacho confiaban en las paradas salvadoras de Iker Casillas, “El Santo” apareció. Contra Italia, hace 4 años, parando los penaltis de De Rossi y de Di Natale. Ayer, también con los comentarios de Carreño pero cambiando de compañía (Paco González y Morientes), el mostoleño “sólo” paró uno, el primero de Joao Moutinho, pero fue vital tras el fallo previo de Xabi Alonso.
Y como hace cuatro años, el quinto y decisivo lanzamiento le tocó a Cesc. En aquella ocasión, por el buen hacer de Casillas bajo los palos y el fallo de Güiza. Ayer, por la parada de Iker a Moutinho, el fallo de Xabi Alonso, y el balón a la madera del portugués Bruno Alves.
En 2008 fue el entonces seleccionador Luis Aragonés el que decidió que él tiraría el último penalti. Ayer, él mismo se lo pidió a Del Bosque. Y las cámaras volvieron a reflejar esa cara de concentración, a sus 25 años, mientras hablaba al balón y le decía que “no le podía fallar, vamos a hacer historia”. La misma cara que puso con 21 años, en 2008.
Y el gran momento llegó. El primer plano con el que las cámaras de televisión captaron y mostraron la “charla” que Cesc mantenía con los dos balones en 2008 y en 2012 pasó a un plano general del penalti decisivo.
Y se dio un nuevo déjà vu: Hace cuatro años, Buffon decidió tirarse a su derecha, como hizo ayer Rui Patricio. Pero con una diferencia: Hace cuatro años, Cesc engañó totalmente al portero italiano lanzando el balón al otro lado, mientras que ayer el guardameta portugués adivinó el lado, pero no pudo hacer nada. El resultado fue el mismo.
Y las cámaras volvieron a centrarse en el gran protagonista, Cesc Fàbregas, que en éxtasis y viendo cómo había logrado “hacer historia”, como él mismo le había dicho al balón, celebró el tanto con euforia. Cuatro años después, la historia se repetía y sólo cambiaba la longitud del pelo del futbolista y algún que otro tatuaje adornando sus brazos.
Y esas carreras que en ambas ocasiones el jugador inició justo después de marcar el gol, y que fueron seguidas por las cámaras de Cuatro y Telecinco, tenían igualmente un fin común: encontrar al otro gran protagonista de las dos tandas de penaltis, el capitán Iker Casillas, que lo esperaba con los brazos abiertos.
Aguardando desde la distancia y con los nervios a flor de piel, en las dos retransmisiones las cámaras se centraban en los nervios de sus compañeros, que esperaban el desenlace desde el centro del campo. Como Cesc, como Casillas, todos explotaron de euforia cuando el actual jugador del Barça (hace cuatro años del Arsenal) anotó el penalti decisivo. Distintos compañeros, misma reacción: correr a abrazarse con Casillas y Cesc.
Y como en 2008, en 2012 lograron su objetivo y demostraron que esta selección, polémicas mediáticas a un lado, es una piña que sigue celebrando sus gestas y sus títulos en conjunto. Las cámaras de Telecinco, como las de Cuatro cuatro años atrás, mostraron la alegría de los deportistas en el campo.
La Eurocopa de 2008 concluyó con una imagen que ojalá telecinco pueda repetir. Veremos si el déjà vu se completa del todo o se queda en la ilusión de los emocionantes penaltis.
Morientes vuelve al Real Madrid como entrenador tras comentar la Eurocopa en Telecinco
Fernando Morientes tendrá que cambiar rápido el “chip” de comentarista tras la Eurocopa. Ayer se hizo oficial que el colaborador de Mediaset para los comentarios de los partidos de España junto a los narradores Manu Carreño y Paco González será, desde la próxima temporada, el entrenador del Juvenil B del Real Madrid. Esto supone su regreso al club en el que juegó durante 7 temporadas.