ENTREVISTA VERTELE

Aura Garrido defiende la miniserie de Telecinco sobre ETA: 'Es peliagudo pero se debe contar'

¿Qué puedes decirnos de Begoña y de su función en 'Padre de Caín?

'Padre de Caín' trata sobre Intxaurrondo en los 80. Begoña es la dueña de la pensión a la que va Quim Gutiérrez a hospedarse, y ella ejerce la compañía que se encuentra cuando llega allí. Él está solo, y se encuentra en una situación de gran peligro y confusión, muy intensa. El único contacto humano y compañía lo encuentra en Begoña, que se convierte en su bastón, por decirlo de algún modo.

¿Cómo es el triángulo amoroso entre los personajes con Quim Gutiérrez de eje, como parece intuirse?

La cuestión del triángulo amoroso es muy relativa. Existe un triángulo, pero lo que exista entre las personas viene determinado por las circunstancias: vemos a un personaje que se ve en una situación muy complicada y eso marca las relaciones con aquellos con quien se va encontrando.

La miniserie parte de una novela sobre la “guerra sucia” de los primeros años ochenta contra ETA, escrita por Rafael Vera, exsecretario de estado de seguridad de Felipe González. ¿Tuvo dudas a la hora de aceptar?

Es complicado. Cuando te metes en historias así de complejas y de problemáticas, esa preocupación va a estar siempre. Nosotros lo hemos intentado hacer desde el mayor respeto posible. No te puedo hablar del libro, porque no he leído. El guion tiene el libro como punto de partida, pero por lo que me han dicho no es un retrato fidedigno de lo que es el libro.

A mí lo que me interesaba de esta historia fue que abordar esa temática con el máximo respeto. Siempre habrá cosas que pudiéramos haber hecho mejor, pero hay que abordarlas porque forman parte de nuestra historia reciente que a todos nos tocan de una manera u otra; y hacerlo desde la mayor empatía y comprensión posibles. No creo en la objetividad, pero hay que hacerlo desde un punto de partida que no sea partidista.

En los últimos años y de manera puntual se han realizado películas sobre ETA y la lucha antiterrorista, como 'Lobo', 'Todos estamos invitados', aunque no ha habido verdadero tratamiento en ficción televisiva. ¿Sigue dando miedo hablar sobre ETA?

Son historias muy peliagudas. Lo interesante es hablar de lo que nos toca. Es lo que ya pasó con 'Vaya semanita': darle voz a un conflicto a veces ayuda a gestionar y a curar las heridas. No estoy diciendo con ello que nuestra serie vaya a hacer eso, pero lo interesante está en tener la mayor cantidad de voces posibles. Cada una con su historia y cada una con su verdad.

La miniserie cuenta con Salvador Calvo como director, experimentado en retratar historias reales. ¿Cómo definirías su trabajo?

Yo ya había trabajado con Salvador [Calvo] en 'Hermanos' y tenía muchas ganas de volver a trabajar con él. Me gusta mucho cómo se enfrenta al trabajo. A mí me daba tranquilidad en este proyecto tan peliagudo, que podía levantar ampollas. Saber que le tenía detrás me daba seguridad, porque sé que intenta siempre encontrar una pluralidad de voces dentro de una historia. Para él esto era muy importante, y a mí me generaba confianza en el proyecto.

La serie terminó de rodarse hace cerca de año y medio. ¿Temíais que tardara en salir por la temática?

Eso son cuestiones de programación. Yo soy actriz y yo no entro a valorar esas decisiones.