Canceladas por buenas: series que terminaron injustamente
La batalla por conseguir destacar ante la audiencia es dura, y a veces deja en el camino a producciones que no lo merecerían. Audiencias no lo suficientemente altas como para asegurar la permanencia; presupuestos inabarcables que impiden continuar su producción; o simplemente, propuestas demasiado arriesgadas para triunfar ante un público generalista; todas estas causas se encuentran entre las razones que pueden hacer desaparecer un producto televisivo.
En el curso que acaba han destacado los siguientes ejemplos: ficciones que han conseguido una buena reputación entre los expertos, o que incluso han alcanzado el estatus de culto, pero cuya audiencia no les ha concedido una segunda oportunidad.
Nos centraremos a continuación en los ejemplos más destacados del último año televisivo y de temporadas anteriores: en todos los casos, series que se han quedado en el camino después de una primera o segunda temporada.
“Lights Out”: una serie noqueada por los ratings
El pasado 5 de abril besó la lona la aclamada serie sobre el mundo del boxeo Lights Outs, de FX. Considerada a la altura de otros productos de la cadena como Hijos de la anarquía (Sons of Anarchy) o Daños y prejuicios (Damages, ahora en Direct TV), sus bajos promedios (680.000 espectadores y 0.3 en demográficos, en la línea de la otra cancelación de FX, Terriers) cercenaron sus opciones de renovar.
Lights Out narraba la vida del ex campeón de los pesos pesados Patrick “Light” Leary, interpretado por Holt McCallany (CSI: Miami), quien, asfixiado por las deudas que oprimen a su familia, y con la reputación mancillada tras su último combate, se decide a volver al boxeo profesional. Sin embargo, su mala situación económica y sus problemas de salud pronto comenzarán a hacer mella en Patrick y en sus seres queridos.
La serie llegará a nuestro país en los próximos meses de la mano de Fox España.
“Rubicon” cierra injustamente siendo uno de los dramas favoritos de la crítica
Las malas noticias llegaron cuando AMC anunciaba el 11 de noviembre de 2010 que Rubicon, uno de los dramas más aclamados por crítica el año pasado, no iba a tener una segunda temporada.
“Rubicon nos ha dado la oportunidad de contar una historia muy rica y compleja y estamos muy orgullosos de ella. No ha sido una decisión fácil y debemos agradecer la dedicación del equipo. Ha sido un placer trabajar con ellos”, puntualizaban en un comunicado de prensa los representantes de este canal que emite ficciones como las exitosas The Walking Dead, Mad Men, The Killing o Breaking Bad.
La ficción, que no destacó por tener audiencias boyantes debido a su ritmo y complejidad, se centra en Will Travers, un analista que se encarga de aportar estrategias e ideas al Gobierno de Estados Unidos para afrontar distintas situaciones internacionales. Una de sus tareas es analizar crucigramas de periódicos para intentar encontrar algún patrón. Cuando finalmente consiga descubrir uno, se verá envuelto en una conspiración a gran escala. Travers se convirtió en un personaje con una fuerte carga emocional, ya que está traumatizado por las pérdidas que sufrió en el 11-S.
Protagonizada por James Badge Dale (24, The Pacific), Miranda Richardson (Sleepy Hollow) y Arliss Howard (La chaqueta metálica), Rubicon sólo ha sobrevivido una temporada de 13 capítulos y ha copado las listas a las mejores series de 2010 de prestigiosas publicaciones estadounidenses. Estuvo en emisión en EE.UU desde el 1 de agosto hasta el 17 de octubre de 2010. A España llegó de la mano de Canal + Acción el pasado mes de septiembre.
Shawn Ryan, el creador “gafado” este año con “Terriers” y “The Chicago Code”
El 8 de septiembre de 2010 el canal FX presentaba una de sus nuevas y esperadas series: Terriers. Creada por Ted Griffin (Ocean's Eleven) y el Shawn Ryan (padre de The Shield y Terriers), la ficción fue recibida de manera tibia (1.610.000 millones de espectadores), pasó por tener valoraciones mixtas y terminó convirtiéndose en una de las cancelaciones más sentidas este año por expertos y aficionados a la ficción norteamericana.
El rendimiento y acogida de la ficción, que finalizó el 1 de diciembre de 2010 con una audiencia de 780.000 de espectadores, no acabaron por contentar a la cadena que decidió cancelarla tras 13 episodios. De nada sirvió que terminara recibiendo el beneplácito de la crítica –siendo considerada una de las mejores series de 2010 para publicaciones como Time- y la denominación de serie de culto.
Terriers, que será emitida en Fox España, relataba las experiencias de Hank Dolworth (Donal Logue) y Britt Pollack (Michael Raymond-James), dos amigos e investigadores privados sin licencia que, hastiados de su vida plagada de fracasos, se encargaban de resolver casos de lo más variopintos en Ocean Beach, California.
Por su parte, The Chicago Code se presentaba como una de las novedades de 'midseason' que más se resaltaba en las apuestas de las networks en esta temporada. Estrenada en Fox el pasado 7 de febrero, la serie se centraba en un grupo de policías, liderados por Jason Clarke (Brotherhood) y Jennifer Beals (The L Word), que intentan luchar contra el crimen y la corrupción de Chicago con un funcionamiento muy particular.
El drama, creado por el mencionado Shawn Ryan, duró en antena hasta el pasado 23 de mayo con 13 episodios emitidos. El propio Ryan ha puntualizado que la cancelación de Chicago Code se debe a que los índices de audiencia nunca fueron muy fuertes (rondando los 6 millones de espectadores y rozando el 2.0 en demográficos de 18-49) y a que ha obtenido poca visibilidad mediática.
Fox necesitaba hueco en su parrilla 2011-2012 para Alcatraz, de J.J. Abrams, Terra Nova, ficción jurásica producida por Spielberg, y para la versión americana de Factor X, por lo que junto a Lonestar –otra de las grandes apuestas de la cadena y que fue destacada por la crítica-, Lie to me y Human Target ha sido una de las sacrificadas.
“Caprica” y “Stargate Universe”: la renovación es cosa de ciencia ficción
Este curso tampoco ha sido positivo para la ciencia ficción. Así lo plasman las cancelaciones de dos productos de género como Caprica y Stargate Universe, ambas del canal Syfy.
Caprica ha sido una de las sorpresas negativas de la campaña. Con la vitola de ser la precuela de la renombrada Battlestar Gallactica, fue una de las grandes apuestas de Syfy, y aunque la crítica especializada aplaudió la propuesta de los productores ejecutivos Ronald D. Moore y David Eick, pero los índices de audiencia le dieron la espalda. Esos malos datos certificaron su muerte, con 18 capítulos en su haber.
La primera (y única) temporada de la serie se estrenó el 22 de enero de 2010, con un 1,6 millones de espectadores y un bajo rating en demográficos de 0,4 entre adultos entre 18 y 49 años. Estos números fueron descendiendo emisión a emisión, hasta que Mark Stern, vicepresidente de programación de Syfy, anunció la decisión de cortar la serie en octubre de 2010, con cinco episodios aún por emitir. Syfy acabó emitiendo finalmente esa última tanda de capítulos en un maratón de despedida en enero de 2011.
Protagonizada por Eric Stolz, Esai Morales, y con James Marsters (Buffy, Ángel) como villano, Caprica transcurre ocho años antes de los acontecimientos de Battlestar Galactica. Enmarcada en un mundo fascinado por la robótica, cuenta el conflicto entre dos clanes familiares, los Adama y los Graystone, sobre la resurrección, mediante el uso de la tecnología, de sus seres queridos, perdidos en un atentado terrorista perpetrado por la secta de los Soldados del Único.
* Robert Carlyle, en un fotograma de “Stargate Universe”.
Los modestos datos de audiencia precipitaron también el final de otra apuesta de Syfy, Stargate Universe, aunque en este caso tras la segunda temporada. Fue estrenada en Estados Unidos el 2 de octubre de 2009, y su capítulo final llegó el pasado 9 de mayo, con el respaldo de 1,13 millones de telespectadores.
La justificación por parte de Syfy llegó cuatro días después de la emisión del último capítulo: “Somos la única network que dio al show una oportunidad y los únicos que se comprometieron a rodar y emitir 40 episodios antes de que ningún fuera escrito. Invertimos decenas de millones de dólares y miles de horas durante años haciendo y apoyando esta serie”, explicaron en una carta publicada por Entertainment Weekly.
Más oscura que las otras producciones de la franquicia Stargate, contó la historia de los miembros de una base que, tras ser atacada, se ven impelidos a cruzar la puerta de las estrellas sin saber su destino. Llegarán al interior de la nave Destino, con la que viajarán a los confines del universo sin poder regresar a la Tierra algún día. La serie ha podido verse en España a través del canal de pago Syfy, y en los últimos tiempos, en Nitro.
Las anteriores producciones han sido 'cortadas' a lo largo del último curso a pesar de la calidad atesorada y los halagos recibidos. Pero no tenemos que remontarnos muy lejos para encontrar ejemplos similares. En el último lustro se han producido otras cancelaciones igual de dolorosas; aquí recordamos las más destacadas.
La caída del costoso imperio de “Roma”
Roma nació con la vitola de superproducción y esa fue la principal razón por la que su recorrido se cortó en la segunda temporada. Creada por Bruno Heller, William J. MacDonald y John Millius (guionista de Apocalypse Now y director de Conan, el Bárbaro), que en un primer momento fue ideada como miniserie de tres horas, fue reconvertida en serie por la HBO.
Con la entrada en la producción de la BBC como co-productora, la serie se convirtió en el proyecto más caro de la historia de la cadena inglesa. El presupuesto de los doce primeros capítulos se tasó en 62,7 millones de libras (110 millones de dólares).
Roma fue estrenada el 28 de agosto de 2005 en Estados Unidos por la HBO, y atrajo la atención de 3,8 millones de espectadores. Los resultados obtenidos fueron suficientes para anunciar, tras la emisión del tercer capítulo, las intenciones de producir una segunda tanda de la serie, como recogió Canmag. Esta acabaría estrenándose en los primeros compases de 2007.
Sin embargo, las positivas cotas de audiencia no compensaban los altos costes de producción. El presupuesto necesario para continuar por una tercera temporada resultaban inviables para la BBC. La decisión de finalizar la serie fue pronunciada por el presidente de la HBO, Chris Albert, en julio de 2006, en pleno rodaje de la segunda temporada.
La serie, que ha emitido Antena 3 tras Hispania (antes pudo verse en Cuatro), contaba con un nutrido reparto, formado por Kevin McKidd (Anatomía de Grey), James Purefoy (Camelot), Ray Stevenson (The Punisher: War Zone) y Polly Walker, quien ya sufrió una injusta cancelación antes de sufrirla con Caprica. Precisamente, la actriz fue nominada a un Globo de Oro en 2006 por su trabajo en la serie.
“Studio 60”, la mala suerte de Matthew Perry
Tras la conclusión de El ala oeste de la Casa Blanca, su creador, Aaron Sorkin (ganador del Oscar por su guión adaptado de La red social), unió fuerzas con Matthew Perry, apenas dos años después de cerrar su etapa como Chandler Bing en Friends, para sacar adelante un nuevo proyecto en la NBC, Studio 60 on the Sunset Strip (conocida desde su emisión en Canal+ simplemente como Studio 60).
El proyecto, una dramedia sobre los entresijos de un exitoso programa de sketches, del que el personaje de Perry es su creador. Bradley Whitford, veterano de El ala oeste, es el productor del show. En el reparto, nombres como Amanda Peet o Steven Weber.
El episodio piloto alcanzó datos notables, con 13,14 millones de espectadores y una cifra de 5.0 en demográficos. Sin embargo, capítulo a capítulo, la audiencia comenzó a recortarse de forma alarmante. Las cinco últimas entregas de la primera temporada apenas consiguieron sobrepasar los 4 millones de espectadores, y unos demográficos que apenas alcanzaban el 2,0 %.
La serie era incapaz de competir con su principal competidora, CSI Miami, emitida en la misma franja horaria (los lunes a las 10:00 PM), fue un grave obstáculo para la continuidad de la serie. Tampoco ayudaron las comparaciones con otra nueva serie de su misma cadena, Héroes, estrenada en fechas similares. Pese a los intentos por mantener y refrescar a la audiencia (que incluyen dos parones en la emisión y un movimiento a los martes para la emisión de sus últimos capítulos), la serie no obtuvo los resultados mínimos para continuar.
La serie significó el primer fracaso de Matthew Perry en televisión después de Friends, aunque no el único. Su siguiente proyecto, escrito producido y protagonizado por él para Showtiume, The End of Steve, no pasó del piloto. Y su último proyecto, para esta misma temporada, Mr. Sunshine (ABC), pasó con discrección entre crítica y público y fue finalmente cortado el pasado mayo.
“Pushing Daisies”, su calidad no impidió que pasara a mejor vida
Una de los cancelaciones que más dolieron entre los telespectadores fue la de la serie de ABC Pushing Daisies, emitida por Canal+ y La 2 bajo el título de Criando malvas.
Creada por Bryan Fuller, guionista y productor de Héroes y Tan muertos como yo, y producida por la Warner, narra las andanzas de Ned, un pastelero con un don muy particular: puede despertar a los muertos con solo tocarlos. Para Ned supone una terrible maldición, ya que si vuelve a tocar al muerto, éste vuelve a su estado original... para siempre. Pero si no lo toca en un minuto, de forma totalmente aleatoria alguien cercano debe morir para mantener el equilibrio del Universo.
La serie fue muy respaldada por la crítica, que no dudó en comparar su estilo y puesta en escena con la de la filmografía de Tim Burton; los premios tampoco se le escaparon: obtuvo 12 nominaciones para los Premios Emmy de 2008, de los cuales se hizo con 3 galardones -entre ellos, a mejor actriz secundaria de comedia para Kristin Chenoweth-. Sin embargo, sus audiencias nunca fueron tan espectaculares como la reputación que consiguió harían pensar.
Tras muchas dudas sobre continuidad, ABC encargó media temporada más, de cuya audiencia dependería el dar o no luz verde a los nueve capítulos siguientes. Los ratings, sin embargo, fueron peores que los de la primera temporada, y su cancelación se produjo en junio de 2009.
Los fans, no obstante, podrán continuar las andanzas de sus personajes en las páginas de cómic, como anunció su creador. El pasado abril, Fuller colgó en su twitter un primer adelanto de esta traslación a las viñetas.
“Kings”, serie incomprendida y demasiado arriesgada para NBC
NBC siempre ha sido una de las networks que más arriesga con nuevos proyectos. Sin embargo, 2009 fue un año horribilis para ella y su gran apuesta de la temporada, Kings, fue una de las más castigadas. Creada por Michael Green (Heroes), fue una ficción interesante y diferente, con elogios por parte de la crítica, pero la audiencia nunca la acompañó con una audiencias muy bajas e incluso su emisión en la cadena americana ya estuvo en el aire antes de su estreno.
Kings adaptaba la historia bíblica de David y Goliat. El argumento central contaba la historia de Gilboa, un reino moderno, con capital en una Nueva York 2.0, enfrentado en una guerra duradera contra el pueblo de Gath. Gilboa está gobernada por el Rey Silas, quien piensa que ha sido designado por Dios cuando unas mariposas se posaron en su cabeza formando una corona.
En pleno clima bélico, David Shepherd, un soldado de Gilboa, salvará la vida a dos prisioneros de guerra (uno de ellos, un hijo del Rey) y destruirá un tanque modelo Goliat. Por estas hazañas, su vida cambiará radicalmente.
La serie, con tintes de ciencia ficción y liderada por Ian Mcshane (Los Pilares de la tierra, Deadwood), constó de trece episodios y fue cambiada de horario incluso hasta tres veces. A pesar de que NBC acabara emitiendo sus últimas entregas durante los meses de verano, Kings ha pasado a pertenecer al club de series incomprendidas y de culto entre miles de 'seriéfilos'.
Estas son solo algunas de las ficciones más recientes que no han podido salvarse de la quema de las cadenas a pesar de las voces en su defensa. Pero no son las únicas. Existen casos paradigmáticos, como Firefly (2002-2003) la space opera de Joss Whedon (Buffy) y Nathan Fillion (Castle), cancelada por Fox por baja audiencia, pero que gracias al apoyo de sus seguidores consiguió saltar al cine con Serenity, film que cerraba las tramas de la serie original con notable éxito de crítica y público.