¿Qué falló para que fuerais las expulsadas de esta etapa?
ANDREA: Por nuestra parte no falló nada, siempre nos mantuvimos en la misma línea y en este programa por muy bien que lo hagas y aunque des el 100% de ti, que fue lo que hicimos, el factor suerte es determinante y contra eso no se puede hacer nada. También tuvo mucho que ver nuestro “querido” hándicap ya que era igual que llevar un furby, había que parar cuando estaba “cansado” o “convaleciente”, cuando tenía hambre, sed, cuando quería hacer sus necesidades… y no contento con ello cuando parábamos un coche no quería subirse argumentando que o no era confortable, o estaba cansado o le dolía la barriga y se quedaba tirado en la cuneta o incluso a veces se escapaba y teníamos que ir detrás de él. Vamos, una joyita. Nos hizo perder muchísimo tiempo y a pesar de todo íbamos en buena posición pero llego un punto que nos adelantó todo el mundo ya que era imposible llegar a buen puerto con tal lastre. Si no fuese por el hándicap no nos hubiésemos ido en esta etapa, estoy segura. A pesar de todo esto, estoy muy contenta con nuestra participación en el programa ya que en ningún momento nos rendimos, luchamos dejándonos la piel hasta el final e hicimos todo lo que estuvo en nuestra mano por seguir concursando y por supuesto siempre sonriendo y disfrutando.
VANESSA: El fallo fue haber quedado últimas en la etapa anterior y el destino quiso que nos quedáramos de nuevo gracias a la tarjeta verde. Pero siempre en esta vida hay un pero, y vaya si lo hubo, un súper hándicap con nombre de “Tigre”. Íbamos penúltimas aun llevando a nuestro “tigretón”, pero nos tuvo una hora a la espera porque quería dormir una siesta. Imaginad nuestra desesperación. Y a pesar de todas las trabas del tigre fue una de las etapas mejores que he tenido y la disfruté como una enana.
¿Qué os llevó a presentaros a ‘Pekín Express’?
A: Realmente fue un cúmulo de casualidades. Todo empezó este verano cuando me dio por ver etapas anteriores del concurso, estaba en casa y lo vivía con ellos y deseaba concursar. Así que cuando llego la Semana Negra de Gijón, donde estaba allí trabajando con Vanessa, le dije: “¡Vane, tenemos que presentarnos a 'Pekín Express'!” A lo cual me contesto: “¡Veña, vale!”. Y con el “Venga, vale” llegó septiembre y la siguiente frase fue “No hay narices a llamar al casting telefónico” y sí que las hubo sí, y con la coña ahí estuvimos, en 'Pekín Express'. Además me encantó porque Vane se apuntó a ciegas totalmente: jamás en su vida había visto el programa y ni si quiera sabía cuál era el argumento y aun así decidió meterse en esta aventura conmigo, sin condicionantes.
V: La causante de todo fue Andrea. Yo me dejé llevar porque veía tan lejos que pudiéramos ser concursantes que me lo tomé como un juego… Y vaya juego, ¡el mejor de nuestras vidas!
¿Cómo os preparasteis para el programa?
A: Pues fuimos tal cual, porque cuando veíamos que no nos llamaban nos hicimos a la idea de que no íbamos a participar. Pero de repente un día como otro cualquiera sonó el teléfono y fue “la llamada”, que nos preguntaba si seguíamos interesadas, por supuesto dijimos que sí, hicimos todas las pruebas convenientes y hasta poco antes de embarcar en la aventura no supimos que éramos concursantes. Así que marchamos con lo puesto, fueron una locura de días, súper intensos y llenos de emociones de todo tipo, ahí comenzó ese estrés tan maravilloso que iba a seguir con nosotras una buena temporada.
V: No hubo ninguna preparación ya que no supimos con mucha antelación que marchábamos.
¿Ibais directamente a ganar?
A: Siempre quisimos ganar, por supuesto, me considero una persona muy competitiva y me encanta superarme. Pero cuando puse un pie en Sri Lanka me cambio totalmente la mentalidad, ya me sentía ganadora por el simple hecho de que pudiésemos disfrutar de esa aventura en primera persona. Creo que hablo por las dos cuando digo que ansiábamos ganar, y ya no por el premio económico, sino por seguir disfrutando de algo que ocurre una vez en la vida y hay que disfrutar al máximo ya que solo por el hecho de haber llegado hasta allí éramos unas afortunadas. Por eso cada vez que nos decían que nos quedábamos, nos daba igual la posición en la que llegásemos. Era un orgullo y un privilegio seguir disfrutando de aquello una etapa más.
V: Sinceramente ya soy una ganadora desde el momento que pisé tierra extranjera. Era tan feliz que parecía 'Alicia en el país de las maravillas'.
¿Cuál fue el momento en el que más disfrutasteis? ¿Y el más difícil?
A: Los dos momentos estelares fueron, por supuesto, cuando conseguimos ganar la etapa en Hambantota, teníamos unos rivales muy fuertes y fue muy gratificante. El segundo momento fue en la yincana de Colombo, cuando en la tercera prueba nos dijo Cristina que nos íbamos a la India. Eso fue el mayor subidón de mi vida, nunca sentí algo igual. Fue una sensación increíble, felicidad en estado puro, jamás se me olvidará. Luego por supuesto disfrutamos muchísimo con todas las familias que nos acogieron, tenemos tanto que agradecer… Fueron momentos inolvidables, cuando dormíamos en sus casas y nos quedábamos hasta la madrugada hablando con ellos (nos entendíamos como podíamos, claro está), te lo daban todo, cuanto menos tenían más daban, son lecciones que nunca voy a olvidar. El momento más difícil fue cuando nos fuimos. Yo no quería irme, era tan feliz allí disfrutando de todo aquello día a día, minuto a minuto, viviendo el momento sin pensar en absolutamente nada... Era solo el presente, el aquí y el ahora y era tan maravilloso que volver a la realidad fue duro.
V: Todos y cada uno de los minutos vividos allí. Es una experiencia única y después de un montón de años trabajando y luchando, disfruté cada momento como si fuera el último. Lo peor ya os lo podéis imaginar, haber dejado la aventura y ver a todos tus compañeros que estaban sintiendo lo mismo.
¿Cómo os gustaría que os recordaran los seguidores del programa?
A: Pues como nos están viendo en televisión, me encanta porque actuamos tal cual, somos nosotras mismas totalmente. Como dijo Vane: “Reímos, lloramos, discutimos, un poco de todo”. Y estamos muy contentas en ese aspecto porque somos naturales y tratamos sobre todo a la gente de allí con el respeto y educación que se merecen, luego si caemos mejor o peor ya no está en nuestra manos, pero estamos muy contentas de nuestro paso por el programa.
V: Me gustaría que nos recordarán como las personas que fuimos: alegres, divertidas, positivas y que todo en esta vida pasa por algo. Vivir el momento como si fuera el único y lo que se haga hacerlo con amor y alegría.
¿Volveríais a concursar en ‘Pekín Express’? ¿Por qué?
A: Volvería a concursar mil veces. Cuando dicen que es la experiencia de tu vida tienen toda la razón, vives todo tan intensamente que solo quieres más, es una inyección de adrenalina constante, la montaña rusa de la vida. Merece la pena muchísimo.
V: Sí rotundo, pero también dejaría que participara otra gente y tuviera las mismas vivencias que tuvimos Andrea y yo, ya que son únicas e irrepetibles.
¿Qué es lo más fuerte del choque de culturas?
A: Nos hemos amoldado muy bien a la forma de vida de los dos países. Como dice Vane, “Donde fueres haz lo que vieres”, y así hicimos, nos adaptamos al país y a sus costumbres como si llevásemos viviendo allí toda la vida, es un privilegio que una persona te abra las puertas de su casa y te muestre sus costumbres y su forma de vivir. A mí sinceramente me encantó conocer otras culturas y me gustaría seguir haciéndolo. Te enriquece en todos los sentidos, te hace ser mucho más tolerante, te abre la mente y sobre todo te hace ser más humilde, nos quejamos de vicio. Es algo que deberíamos hacer todos, probablemente nos iría mucho mejor y seríamos más felices.
V: Que sin tener nada te lo dan todo. Tanto Andrea como yo, nuestra maleta pesaba un quintal, y al final llegamos a Galicia con lo puesto. Ojalá hubiera podido cargar con más peso.
¿Cuál creéis que será la pareja ganadora de 'Pekín Express: la ruta de los elefantes'?
A: Todos pueden ser los ganadores porque como ya he dicho, el factor suerte es determinante.
V: Todos y cada uno de nosotros somos ganadores. Pero si tengo que elegir son mis “vasquiños”, que desde el primer momento tuvimos chispa. Son muy impulsivos, leales y amigos de sus amigos. Me tienen loquita mi Blanquita y Pepe porque son auténticos y sinceros, no se callan ante ninguna injusticia. Mi madre e hija que forman parte de mi corazoncito y los primos que hacen su fiesta particular y son geniales.
¿Cuál era la pareja con la que mejor os llevabais en la carrera?
A: Mis favoritos son, por supuesto los Vascos, con Sonia e Ylenia nos llevábamos muy bien también y con Blanca y Pepe. Los primos son buena gente y las gogós a pesar de tener una rencilla al principio nos demostraron que son unas mujeres diez, súper respetuosas y educadas.
V: Todos y cada uno de ellos me aportaron muchas cosas en esta aventura porque en algún momento nos hacíamos falta. A nivel más personal, fueron mis vascos, unos grandes luchadores tanto en la carrera como a nivel personal, te dan la vida si hace falta. Mi Blanca y Pepe son unas personas muy humildes, si te encontrabas mal te daban todo lo que estuviera en sus manos. Mis astorganas, ¿qué puedo decir de ellas? Sobran las palabras, las quiero mogollón.
¿Qué aprendisteis de vosotras durante la carrera?
A: Vane ya me había enseñado muchísimas cosas antes de participar en el programa, las ferias son carreras de fondo continuas y ella lleva corriéndolas desde que era pequeña.
Siempre consigue sacar lo mejor de mí y que dé el máximo rendimiento. Aprendí de ella durante la carrera que hay que ser más paciente, mantener la mente fría y tener templanza para tomar buenas decisiones. No podía haber llevado mejor compañera, somos un buen equipo.
V: Mi compañera es la más grande y nunca se rinde por nada, así me lo demuestra en las ferias y en el concurso mantuvo el ritmo. Nos tenemos mucho respeto que es lo fundamental en una relación.
¿Qué habéis aprendido de la gente de Sri Lanka?
A: He aprendido tantas cosas en tan poco tiempo que no sé ni por dónde empezar.
Me han enseñado a ser más humilde, a valorar lo que tengo, a ser mejor persona y no ser tan egoísta, a vivir el día a día … todo lo que me llevo de ellos es positivo, son mucho mejores personas que nosotros y no tienen ni la mitad, eso te hace reflexionar.
V: La gente es todo corazón y da todo lo que tiene sin pedir nada a cambio.