Gene Wilder, mítico protagonista de 'El jovencito Frankenstein', ha fallecido este domingo 28 a los 83 años de edad, tal y como recoge Variety. Su sobrino, Jordan Walker-Pearlman, ha sido la encargada de hacerlo público, añadiendo que el deceso se ha debido a complicaciones con la enfermedad de Alzheimer que padecía.
Con su muerte se va uno de los mejores exponentes de la comedia estadounidense del siglo pasado. Actor habitual de las mejores películas de Mel Brooks, fue dos veces nominado al Oscar y acumula numerosos éxitos aún recordados en nuestros días, como la primera adaptación de 'Willy Wonka y la fábrica de Chocolate' o 'Bonnie & Clyde'.
Un actor que comenzó dedicado al drama... Hasta que se cruzó con Mel Brooks
Nacido con el nombre de Jerome Silberman en 1933 en Milwaukee, Gene Wilder se consideraba en sus inicios como un actor eminentemente dramático. Tras debutar en los escenarios de Off-Broadway a comienzos de los sesenta, fue descubierto por Mel Brooks, quien le otorgaría algunos de sus papeles más destacados. Sin embargo, su primer gran reconocimiento llegó gracias a su papel secundario en 'Bonnie & Clyde', dirigida por Arthur Penn en 1967. A continuación llegaría 'Los productores', dirigida por el mítico director de comedias, con la que logró su primera nominación a la estatuilla dorada, en categoría de mejor actor de reparto.
Posteriormente, llegarían películas como 'Empiecen la revolución sin mí', la adaptación de Roald Dahl 'Un mundo de fantasía', que si bien no fue un éxito inmediato sí obtuvo reconocimiento años después (hasta llegar a nuestros días, convirtiéndose un plano sacado de este filme en meme habitual en redes sociales); 'El principito', a cargo de Stanley Donen; o 'Todo lo que usted siempre quiso saber sobre el sexo pero nunca se atrevió a preguntar', a las órdenes de Woody Allen.
Sin embargo, sería su asociación con Brooks la que le daría sus personajes más recordados. Pensemos en las dos comedias que protagonizó para el cineasta en 1974: 'Sillas de montar calientes', una parodia de los westerns junto a ; y 'El jovencito Frankenstein', versión bufonesca del clásico gótico de Mary Shelley. Esta última le otorgó su segunda nominación al Oscar, al mejor guion adaptado.
Su asociación con Richard Pryor también dio pie a 4 exitosas películas
Años más tarde tendría lugar otra asociación de éxito, en este caso con Richard Pryor. Juntos protagonizaron cuatro películas: 'El expreso de Chicago' (1976), 'Locos de remate' (1980), 'No me chilles, que no te veo' (1989) y 'No me mientas... que te creo' (1991).
A mediados de los setenta, aprovecharía su popularidad para lanzarse a la dirección. Debutaría en estas lides con 'El hermano más listo de Sherlock Holmes' (1975), y a estas le seguirían 'El mejor amante del mundo' (1977), un segmento de 'Los seductores' (1980), la exitosa 'La mujer de rojo' (1984) y, finalmente, 'Terrorífica luna de miel' (1986).
Su último trabajo fue en TV: 'Will & Grace', con la que ganó un Emmy
A partir de los noventa, la presencia de Wilder en películas fue menguando progresivamente. Su último trabajo como actor fue en televisión, en dos capítulos de 'Will & Grace'. Su interpretación le valdría un Emmy al mejor actor invitado en una comedia. Posteriormente encaminaría sus esfuerzos a la escritura: publicó su primera novela de ficción en 2007, 'My French Whore', y a estas le seguirían otras tres publicaciones.
Le sería diagnosticado un linfoma de Hodgkin en 1999
En lo personal, su romance con Gilda Radner, compañera de reparto en varias películas, fue el más mediático de sus idilios. Estuvieron casados desde 1984 hasta el momento de la muerte de ella en 1989, víctima de un cáncer de ovarios. En 1999, le sería diagnosticado un linfoma de Hodgkin, del que se recuperó definitivamente en 2005, tras someterse a quimioterapia.
Wilder deja viuda a Karen Boyer (su cuarta esposa, a la que conoció en el rodaje de 'No me chilles que no te veo').