Después de Wyoming, Ferreras y Ana Pastory Jordi Évole,continuamos con nuestro repaso al libro 'Palabras sabias a oídos sordos' deAntonio Contreras con un paseo por las opiniones de Iñaki Gabilondo, que da una buena lección de periodismo, imprescindible en los tiempos que corren, arremetiendo contra la frivolidad y la falta de rigor en la comunicación actual.
Iñaki, setenta y algunos años ya, es una referencia para todos los periodistas españoles actuales. Y tiene fama de duro, de exigente, aunque todos los que han trabajado con él le adoran y hablan bien del radiofonista y de la persona, casi sin excepción.
Gabilondo admite que “he sido muy exigente y quisquilloso porque en este oficio nuestro, con el que soy muy crítico y muy severo, se vive con mucha frivolidad y yo eso no lo soporto”. Y sigue: “...cuando contamos hechos que hacen daño a mucha gente, que afectan a mucha gente, que se lo cree mucha gente..., tienes que tener mucho cuidado con lo que dices. Considero que hay que ser decente, para mí decente es que se note la diferencia entre ”esto que te digo lo sé“, ”esto que te digo me parece“ y ”esto que te digo me gustaría“. Jugar limpio, que la gente tenga claro que esto lo dices porque sabes que es así, por que lo crees”.
De los tiempos de cambio por la revolución digital que viven los medios de comunicación señala: “Los medios, sobre todo los impresos, están condenados a morir o a cambiar por completo. La primera línea de preocupación ahora es la supervivencia. Todos los grandes periódicos del mundo están viviendo desesperadamente una lucha por la supervivencia. Ejemplo: El País. Su dependencia económica se manifiesta en que tiene en su consejo de administración a cuatro bancos, un consorcio catarí, otro mexicano... Pero, además de eso, tiene sobre todo el problema de una deuda de dos mil quinientos millones de euros, y, por tanto, toda su energía dedicada a flotar, a sobrevivir”.
¿No te quita twitter tiempo para leer e informarte?
“Lo primero que escasea en las inundaciones es el agua potable. Y lo primero que escasea en las inundaciones informativas es la información potable. Porque ¿cómo seleccionas tú, de la inmensa avalancha de señales que te llegan de todos los lados las que valen y las que no valen?”. Esta reflexión de Iñaki Gabilondo viene al hilo de que viendo un día la tremenda actividad de Ana Pastor en twitter le dijo: “¿No te quita eso tiempo de estar leyendo o estar informándote?”
Una lección: en el periodismo actual tienes que saber de quien te fías y de quien no, y evitar lo que el llama “el flautista de Hamelín”.
La discusión sobre el color del vestido
“Si la gente se quiere envenenar, no puedes evitarlo. Evidentemente hay medios de comunicación que enrudecen mucho a la gente, pero no vamos conseguir nunca redimir a la humanidad y que todo el mundo vaya por los mejores caminos. Tenemos que asegurarnos líneas de comportamiento personal y profesional correctas y ofrecer a la sociedad señales de respetabilidad”.
Sobre la noticia viral que ocupó centenares de páginas de los medios de comunicación referida al color del vestido dice: “No vas a poder evitar que una tontería de éstas la siga la gente en cantidades que te decepcionan, y a mí, y te dan ganas de llorar, pero eso es lo que hay”.
Iñaki se moja y opina sobre los comunicadores de éxito
Una de las partes interesantes de la entrevista con Iñaki Gabilondo es su valoración de algunos de los comunicadores de televisión que arrasan en audiencias y que comparten libro con él.
Sobre Ana Pastor: “Creo que hace un periodismo de primera categoría. Esa técnica que emplea de repregunta, que ella dice que aprendió de mí, me gusta, me parece muy buena… Ana tiene un único problema y es que es una mujer joven. Y ese es un problema muy serio. Porque la entrevista es observada por el espectador también de otra manera en función de la propia edad y del peso específico que tiene el entrevistador. El presidente del Ecuador le dijo un día ”Anita“ por ser mujer, y a mí no me habría dicho nunca”Iñakito“. (…) Cuando tenga 58 años no pasará por impertinente sino por ser personalidad acrisolada; ahora sus detractores la consideran una cría.
Sobre Jordi Évole: “Jordi es como el enviado especial de la ciudadanía a los temas de actualidad, es como si en vez de ser un periodista o un profesional, el pueblo, la gente le hubiera dicho: ”Pepe, venga tú…“. Comisionado, enviado especial de la cuadrilla del bar… como un corresponsal. Lo cual es muy bonito. En segundo lugar hay que decir que el trabajo de Jordi Évole tiene una preparación extraordinaria que la gente no ve. (…) Es un trabajo documentado, con un equipo formidable…”
Sobre García Ferreras: “Tiene un interés extraordinario en que se entiendan las cosas bien. (…) Es un hombre muy escrupuloso, periodísticamente muy meticuloso. Un excelente periodista. Y tiene mucho interés en que queden muy claras las cosas, en que no haya lugar a equívocos.
Sobre Wyoming: “Es único. ”El intermedio“ es un formato teóricamente muy sencillo, que se le puede ocurrir a cualquiera. Lo que no se le puede ocurrir a cualquiera es tener a Wyoming o al equipo con el director que tiene, o al equipo con sus guionistas. Eso es lo difícil. En la comunicación juega mucho el factor humano. Es una personalidad y no puedes inventártela. Wyoming no es un cachondo al uso.