La ganadora de esta cuarta edición de 'La Voz', la panadera y estudiante gallega Irene Caruncho, ha explicado en una entrevista concedida a la revista Lecturas lo mucho que ha cambiado su vida tras pasar por el popular talent show.
“No me lo esperaba y necesito que pase un 'tiempecillo'”, explicaba la joven. Además, señala a su padre diciendo que fue su mayor inspiración, y que pensó en él cuando descubrió el veredicto del público: “Los últimos serán los primeros”, le dijo su progenitor, haciendo referencia a las audiciones que la cantante no logró superar el año pasado.
Por otra parte, la gallega confiesa ser fiel y orgullosa de sus raíces, sin embargo, también aclara no saber bien cómo manejar su recientemente adquirida fama: “No estoy acostumbrada, ¡que yo era panadera! Ahora en mi propio pueblo me miran como si no me conociesen”, afirmaba, sin arrepentirse de la experiencia vivida en Madrid.
La protegida de Malú
La coach apostó fuerte por Caruncho eligiéndola para que formase parte de su equipo. Por esta razón, la joven ha añadido además que le gustaría tener la ayuda de la cantante para la producción de su disco: “Ella ya me ve lanzada al estrellato”, aclaraba, “porque le gusté mucho desde el principio y sus consejos son básicos: que siga en la línea de lo que quiero hacer, que no me deje torear mucho, que siga firme en mis decisiones y que haga lo que merezca la pena”.