La fusión entre NBC Universal y Comcast anunciada hoy, que aún debe ser aprobada por las autoridades de defensa de la competencia, dará al mayor grupo de cable de EE.UU. el control sobre una de cada cinco horas de televisión en este país, incluidos algunos de los programas más golosos, informa Efe.
Tras meses de negociaciones, el conglomerado industrial General Electric (GE), que controla el 80 por ciento de NBC Universal, y Comcast, que ofrece televisión por cable a uno de cada cuatro estadounidenses, han acordado la creación de una sociedad conjunta para integrar sus negocios de televisión y entretenimiento.
Esta “joint venture” se llamará también NBC Universal, seguirá con su sede en Nueva York y mantendrá a su actual consejero delegado, Jeff Zucker, pero estará controlada por Comcast, que pagará 6.500 millones de dólares en efectivo a GE para garantizarse el 51 por ciento del capital.
Además, Comcast aportará 7.500 millones de dólares en activos -entre ellos sus canales de televisión por cable- a una “nueva” empresa que absorberá también todo el negocio de NBC Universal, valorada en 30.000 millones de dólares y que incluye al mítico estudio de cine Universal, con sus más de 4.000 títulos, y sus parques temáticos.
“Esta operación marca el inicio de una nueva era para NBC Universal”, aseguró Zucker, satisfecho con la idea de dirigir una empresa que controlará canales televisivos tan populares en EE.UU. como USA, Bravo, CNBC, MSNBC, Syfy, E!, Style y Versus; y las cadenas NBC y Telemundo, con sus respectivas emisiones locales.
Producirá algunos de los programas más vistos
Además, producirá algunos de los programas más vistos, desde la versión estadounidense de “The Office” o las series “Heroes”, “30 Rock” y “Law & Order”, hasta el codiciado “The Tonight Show” o el mítico “Saturday Night Live”, pasando por informativos como “Today” o “Meet the Press” y decenas de “reality shows”, como “The Biggest Loser” y “The Real Housewives”.
A ello se sumarán derechos de emisión de múltiples eventos deportivos, incluidas las Olimpiadas, el PGA Tour y la Ryder Cup de golf, los torneos de Wimblendon y el US Open de tenis, la Copa Stanley de hockey y el Derby de Kentucky de hípica.
En total, este gigante de la televisión llegará a controlar una de cada cinco horas de la programación televisiva que se ofrece en Estados Unidos, según cálculos de la consultora Sanford Bernstein.
Esta gran concentración preocupa a sus competidores, sobre todo en un difícil momento en que el sector trata de transformarse para afrontar la creciente competencia que supone Internet y la posibilidad de ver programas en “streaming” (transmisión en directo por la red) o descargarlos, así como para superar la progresiva caída de audiencia y de publicidad.
La Federación de Consumidores de EE.UU. recordó hoy, por ejemplo, que Comcast es el mayor proveedor de banda ancha a los hogares estadounidenses y NBC tiene una participación importante en el exitoso portal de contenidos en “streaming” Hulu.
La operación será supervisada con cuidado por las autoridades
Al respecto señaló que esta “empresa fusionada podría matar de inanición a competidores de contenidos en línea, negándoles el acceso a programas vitales”. La operación también será supervisada con cuidado por las correspondientes autoridades de defensa de la competencia, ya que, de cerrarse en los términos actuales, modificaría enormemente la actual distribución del sector.
Al presentar la operación el presidente y consejero delegado de Comcast, Brian Roberts, explicó que este acuerdo es “perfecto” para su compañía, porque la convierte en “un líder en el desarrollo y distribución de contenidos multiplataforma bajo el formato de 'a cualquier hora y en cualquier lugar' que demandan los estadounidenses”.
Su homólogo en GE, Jeff Immelt, añadió que la operación tendrá efectos muy positivos para los accionistas y recordó en este sentido que el conglomerado industrial no abandona un negocio que “ha sido muy rentable en las dos últimas décadas”, sino que sólo reduce su participación del 80 por ciento al 49 por ciento.
Para poder cerrar esta operación, GE tendrá que comprar el 20 por ciento de NBC Universal, que está en manos del grupo francés Vivendi, al que ya ha acordado pagar 5.800 millones de dólares. Además, asumirá 9.100 millones de deuda para financiar la operación.
Aunque los inversores llevaban ya tiempo anticipando esta operación, recibieron con agrado el anuncio, de forma que GE y Comcast arrancaron hoy en la Bolsa de Nueva York con subidas superiores al uno y cinco por ciento, respectivamente.