En Popular TV no caben programas como Hotel Glam, Aquí hay tomate o Gran Hermano. No caben anuncios con insinuaciones eróticas o espacios publicitarios para recaudar fondos a través de la adivinación o la astrología. Ni tampoco programas de sexo que no incluyan la doctrina de la iglesia de forma clara. Popular TV cuenta ya con 35 estaciones locales de televisión. Nació a partir de TMT (“Televisión Madrileña para todos”) y se la conoce popularmente como “Tele Rouco” por la figura del Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco Varela, que es quien apostó claramente por este modelo de comunicación. Una iniciativa privada La Iglesia recaudó los fondos para crear Popular TV a través de un grupo de empresarios privados que aportaron 6 millones de euros para poner en marcha TMT, unos mil millones de las antiguas pesetas. Siguiendo el modelo de la cadena radiofónica COPE, propusieron la libre afiliación de estaciones locales de televisión que se comprometían a difundir, al menos, el 25% de su programación en cadena. Sus ideólogos afirman que lo que diferencia a Popular TV del resto de las cadenas es “el ideario católico, el humanismo cristiano y el buen gusto”. La línea editorial deja meridianamente claro que en sus programas no se dará cabida a tarots, brujería, violencia gratuita, pornografía, programas que degraden a la persona o conviertan su intimidad en espectáculo. Estas bases de programación se aplican también a todos los contenidos publicitarios. Una programación para todos los públicos Sus impulsores tienen claro que “los padres pueden dejar a sus hijos delante del televisor sin problemas” porque los programadores se obligan a emitir películas aptas para todos los públicos y que incluyan valores como fidelidad, sacrificio y amistad. Además, se comprometen a ofrecer 13 horas semanales de dibujos animados y programas infantiles. Los espacios religiosos no faltan. Tal como pasaba en Radio Nacional de España hace muchos años y como ocurre actualmente en la COPE, Popular TV retransmite diariamente el “Ángelus” a las doce del mediodía. Y los nombres de los programas permiten adivinar su contenido: Pueblo en camino, Con la fe bien puesta, o Vaticano. Popular TV también incluye programas de debate y tertulia en los que se analiza la política española desde la óptica del catolicismo más conservador. Desde luego está excluida la crónica rosa y los programas de cotilleo. La parrilla de Navidad Pensando en estos días navideños, la cadena tiene previsto emitir todas las misas de estas festividades, incluida la del Gallo; los mensajes papales; el mensaje del Rey; un mensaje especial del Cardenal Rouco Varela y de otros obispos. También ofrecerán una programación infantil especial. De momento, es complicado dar cifras de audiencia. El sistema de audímetros no permite afinar demasiado en lo que se refiere a seguimiento de emisiones locales, pero sólo en Madrid 2.000 personas siguen la misa; 18.000 la programación de tarde; y 20.000 los debates. Las 35 estaciones locales cubren una zona que afecta a un millón de personas. *Con datos extraídos de El Periódico de Cataluña