El quinceañero británico que mató a su madre a martillazos se inspiró en la serie 'Coronation Street'
Con tan solo 14 años mató a su madre a martillazos y luego quemó su cadáver para ser como su héroe, el personaje televisivo John Stape (interpretado por Graeme Hawley) en la mítica serie británica Coronation Street, como informa el Daily Mail.
El ahora quinceañero Daniel Bartlam, que ha sido condenado a 16 años de cárcel por el crimen, contó en un principio que el culpable había sido un intruso, pero luego confesó que tras una discusión había golpeado a su madre hasta la muerte siete veces con un martillo y luego prendió fuego al cuerpo -previamente rociado con petróleo- para borrar las pruebas, como ocurre en un capítulo de la serie.
El canal ITV que emite “Coronation Street” sale al paso de las críticas
En el ahora polémico episodio de Coronation Street, una popular serie que lleva más de 50 años emitiéndose en Gran Bretaña, John Stape mata a una mujer a golpes con un martillo y luego se desprende de ella arrojándola a un basurero.
El canal ITV ha emitido un comunicado en el que insiste en que el contenido de la serie, pese a contener violencia, “es apropiado para audiencias familiares”.
Acababa de ver la película “Saw” y decía “escuchar voces en su cabeza”
El joven Daniel Bartlam tenía una fijación desde los ocho años con las películas de terror. Poco antes del asesinato estuvo viendo la primera entrega de la sangrienta y violenta película Saw. Además, a lo largo del juicio reconoció que escuchaba voces en su cabeza que le pedían que “fuera violento con la gente”. Un psicólogo certificó que el niño no sufre, aparentemente, daños mentales.
En su casa, donde tuvo lugar el crimen, la policía encontró en el ordenador del niño un relato macabro escrito por él mismo en el que un personaje ficticio llamado como él (Daniel Bartlam) mataba a su madre a martillazos, siguiendo el ejemplo de uno de sus héroes televisivos: John Stape (interpretado por Graeme Hawley).
*Fotograma del capítulo de “Coronation Street”
El nombre y el rostro de Bartlam fueron hechos público el lunes, por decisión del juez Julian Flaux, que admitió su estupor por la violencia extrema del caso que ha conmovido el Reino Unido. La investigadora policial Kate Meynall reconoció que su equipo “nunca ha tenido que vérselas con un episodio tan horrible, y más si pensamos que autor tenía 14 años cuando cometió el crimen”.
