Tras la confirmación por triplicado de que los restos óseos que la policía encontró en la finca de Las Quemadillas son humanos y podrían pertenecer a los niños Ruth y José, la familia de Ruth Ortiz, madre de los pequeños; ha pedido respeto a las cadenas de televisión.
Tras días de especiales televisivos, noticias en los informativos e incontables minutos y exclusivas en diferentes magazines, el portavoz de la familia y de la plataforma Justicia para Ruth y José, Antonio Santiago, ha solicitado que dejen de mostrarse en la pequeña pantalla los restos óseos que se encontraron en la finca durante su visita al plató de Espejo Público.
La familia ha pedido a las cadenas respeto al recoger la información, y aguarda ya para seguir con el juicio contra José Bretón tras los nuevos informes toxicológicos, que harán que el abogado del acusado, Sánchez de Puerta, replantee su defensa.
El cuarto informe también revela que los restos óseos son humanos
El informe del Instituto Nacional de Toxicología y de la Universidad Complutense de Madrid reveló ayer que los huesos hallados en la finca de Las Quemadillas (Córdoba) son humanos. Se trata del cuarto informe que se realiza sobre los restos hallados en la finca donde José Bretón, padre de los niños desaparecidos Ruth y José, encendió una hoguera el pasado ocho de octubre.
De esta forma, los expertos del Instituto Nacional de Toxicología y de la Universidad Complutense de Madrid coinciden con el análisis de los otros dos informes encargados por la familia materna, que apuntaban a que los restos eran humanos, contradiciendo el primer informe realizado por una técnico de la Policía Científica en noviembre de 2011.
Fuentes del Ministerio de Justicia explicaron a Europa Press que el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses podría comparar el ADN de los restos hallados en la hoguera de la finca cordobesa de Las Quemadillas con el de los niños Ruth y José. Ha sido el Servicio de Biología de esta institución de referencia en la materia el que ha estudiado estos días la viabilidad de llevar a cabo esta prueba.
La alta temperatura de la hoguera dificulta encontrar restos de ADN
Este trabajo ha contado con una dificultad añadida debido a que, como señalaban los informes realizados hasta la fecha, los restos fueron extraídos de una hoguera en la que se aplicó una plancha metálica que elevó la temperatura de las llamas a entre 650 y 800 grados. A esa temperatura es difícil conservar muestras de ADN.
En cualquier caso, antes de abordar el estudio biológico, fue preciso que el Servicio de Criminalística del citado Instituto -situado en la localidad madrileña de Majadahonda- finalizara un nuevo análisis antropológico de estos restos que fue solicitado por el juez de instrucción número 4 de Córdoba.
El cuarto estudio fue solicitado por el juez para solventar las contradicciones
Se trata de la cuarta vez que se procede a un análisis de este tipo en el marco de casi un año de investigación. Hasta ahora el juez cuenta con un primer estudio elaborado por la Comisaría General de la Policía Científica en el que se determinaba que los restos eran de animales y otros dos elaborados por expertos independientes que coinciden en que los restos corresponden a niños.
Para solventar estas contradicciones el magistrado ha ordenado las nuevas diligencias que se han realizado en el Instituto Nacional de Toxicología, a donde se remitieron el martes 28 de agosto las muestras para que fueran analizadas, de cuyos resultados se ha desprendido que los restos hallados son humanos.