Tras haber comprado a Prisa su 56%

Telefónica ofrece 295 millones de euros a Mediaset por su 22% en Canal+

Telefónica ha presentado una oferta vinculante a Mediaset para comprarle su participación del 22% en Canal+ por un precio de 295 millones de euros, según ha informado este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La operadora podría aumentar dicha cuantía en hasta 60 millones de euros adicionales en caso de que se haga finalmente con la totalidad de la plataforma de televisión de pago y dependiendo de la evolución de sus clientes de televisión de pago en los cuatros años siguientes al cierre de la adquisición.

Así, la multinacional, que posee el 22% de Canal + y ofrece 750 millones de euros a Prisa por el 56% restante, ha explicado que si dicha operación se completa, lo que supondría entre otras cuestiones, el visto bueno de los organismos reguladores de competencia, Mediaset recibiría 10 millones de euros adicionales, a los que se sumaría hasta otros 20 millones en función de la evolución de los clientes de televisión de pago de Telefónica en España en los cuatros años siguientes al cierre de la operación.

Mediaset renunciaría a su derecho de adquisición preferente sobre la participación de Prisa

Adicionalmente, si se acepta dicha oferta, Mediaset renunciaría a su derecho de adquisición preferente sobre la participación de Prisa, recibiendo como contraprestación a dicha renuncia un importe de 30 millones de euros sumados a los antes referidos, ha explicado Telefónica.

La firma presidida por César Alierta ha señalado en cualquier caso que oferta está sujeta al cumplimiento de las condiciones habituales en este tipo de transacciones.

Canal+, fundado en 1989, cuenta con más de 1,66 millones de clientes, y un ingreso medio por abonado al mes de 43,5 euros. A cierre de 2013 los ingresos de Canal+ ascendieron a 1.166 millones de euros, con un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 28 millones.

Telefónica se haría con el 100% de Canal +

En caso de que Mediaset aceptara la oferta y siempre que los reguladores dieran 'luz verde' a la concentración, Telefónica, que ya ha lanzado una oferta por el 56% de Canal+ en manos de Prisa, controlaría la totalidad de la plataforma de televisión de pago, lo que supondría avanzar en su objetivo de ser una “teleco digital” y apostar por las nuevas tecnologías, como la fibra, y la televisión para reforzar su oferta y diferenciarse de sus rivales.

Cabe recordar que Telefónica formalizó a principios de junio una oferta de compraventa con Prisa por el 56% del capital de Canal+ en manos del grupo de comunicación por un importe de 750 millones de euros, lo que suponía incrementar en 25 millones el importe inicialmente ofrecidos por la operadora.

La firma presidida por César Alierta precisó entonces que el cierre de esta operación está condicionado a la obtención de la autorización por parte de las autoridades de competencia y a la aprobación por un “panel representativo” de los bancos financiadores de Prisa.

Pendiente del 'visto bueno' de competencia

En este sentido, las autoridades regulatorias que estudien el caso, ya sea la dirección de Competencia de la Unión Europea o la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMV), pueden o bien aceptar la operación, rechazarla o, como término intermedio, aceptarla con compromisos voluntarios o con condiciones obligatorias.

Debido al volumen de la operación, la oferta de adquisición se tiene que notificar a Bruselas. No obstante, la multinacional española puede pedir a través de un razonamiento argumentado que la compra se analice desde la CNMC. Si esto ocurre, posteriormente, la dirección de Competencia de Bruselas estudiaría el asunto y consultaría a la CNMC, que a su vez puede reclamar estas competencias a los organismos comunitarios.

Los principales rivales de Telefónica --Vodafone y Orange-- se han mostrado críticos con la posibilidad de que su competidor refuerce su posición en Canal+, ya que, en su opinión, esto acentuaría la concentración que existe en el mercado, y han instado a los organismos reguladores a que prohíban la operación o que se impongan condiciones que garanticen que la competencia del mercado de telecomunicaciones no se vea afectada.