La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, se ha mostrado reacia a la pretensión del Consejo de Administración de RTVE de realizar el recorte de 200 millones de euros previsto para los presupuestos de la corporación en dos años, de modo que este primer año la rebaja de lo que el Estado aporta a la corporación vía presupuestos sea menor, aunque se ha comprometido a estudiar una posible deducción del IVA u otras posibles medidas para suavizar ese recorte.
En una reunión celebrada este miércoles con los miembros del Consejo de Administración de RTVE, la vicepresidenta del Gobierno se ha mostrado firme en la intención del Ejecutivo de recortar 200 millones al presupuesto de la corporación, ya que, según ha señalado, el recorte es necesario para cumplir con el objetivo de déficit presupuestario que el Ejecutivo se ha marcado para este año, han explicado a Europa Press fuentes presentes en la reunión.
La Corporación dice que la audiencia de La 1 quedará en el 8% de share
En este sentido, aunque los consejeros de RTVE han advertido a Sáenz de Santamaría que un recorte de esas características dejaría en una situación “grave” a TVE, con una caída de audiencia que dejaría a la pública en una cuota de pantalla cercana al 8% y al conjunto de los canales del grupo en torno al 11% en los próximos meses, la vicepresidenta ha dado “pocas esperanzas” al consejo.
No obstante, la vicepresidenta ha escuchado algunas propuestas de los miembros del consejo, como una posible subvención por parte del Estado a la emisión de los juegos Olímpicos de Londres, que tendrán un coste para RTVE este año de 70 millones de euros, debido a su interés público o la posibilidad de una deducción del IVA y se ha comprometido a estudiar estas propuestas. “Ha dejado abierta esa rendija”, han señalado otras fuentes de RTVE.
Antes de la entrada en vigor de la Ley de Financiación de RTVE, que sustituyó la publicidad en la cadena pública por unas tasas que están obligadas a pagar las cadenas de televisión y las compañías de telecomunicaciones, la corporación podía deducirse el IVA repercutido. Sin embargo, con el nuevo modelo, RTVE dejó de ser sujeto pasivo del IVA, lo que supuso que no lo puede deducir, lo que supone un gasto adicional a la corporación de cerca de 115 millones de euros.
Santamaría rechaza una rebaja en el recorte y lo fija en los 200 millones anunciados
A lo que sí se ha negado la vicepresidenta, según las mismas fuentes, ha sido a la vuelta de la publicidad a TVE. Asimismo, Sáenz de Santamaría ha comunicado a los consejeros que el recorte de 200 millones de euros supondrá una rebaja del techo de gasto de RTVE, que actualmente es de 1.200 millones euros y que con la rebaja quedará en 1.000 millones de euros.
Por otro lado, el Consejo de Administración ha trasmitido a la vicepresidenta su inquietud por la “provisionalidad” en la que se encuentra el organismo después de la dimisión del anterior presidente de RTVE, Alberto Oliart, en julio de 2010, y las dificultades que implica esta situación a la hora de tomar cualquier decisión
Sobre este aspecto, Sáenz de Santamaría ha asegurado a los consejero que el Gobierno tiene “interés en hacerlo cuanto antes” y ha asegurado que el Ejecutivo está pendiente de que el PSOE “defina un interlocutor”, una vez que se celebre el congreso en el que tiene que ser elegido un nuevo secretario general.
Temen por la continuidad de “Águila Roja” y “Cuéntame” si se aprueba el recorte
Antes de reunirse con la vicepresidenta del Gobierno, el Consejo de Administración había tenido una reunión en la que había escuchado los informes del director de TVE, RNE y el director corporativo de RTVE sobre la situación en que quedaría la corporación ante un posible recorte de 200 millones de euros. La conclusión, según han afirmado diversas fuentes del consejo, es que el recorte implicará una caída de audiencia “paulatina bastante grande” por debajo de los dos dígitos de cuota de pantalla en el caso de TVE en los próximos meses y hasta el 11 por ciento en el conjunto de los canales.
Además, en sus informes, los directivos de RTVE han llegado a la conclusión que aún asumiendo recortes “drásticos” de directivos, sueldos de colaboradores o presentadores y otro tipo de gastos, sin tocar la programación, lo “máximo” que podría ahorrarse en un año serían 35 millones de euros, por lo que necesariamente habría que prescindir de algunos programas que ahora mismo más audiencia proporcionan a TVE, como 'Águila Roja' o 'Cuéntame cómo pasó'.
En este sentido, fuentes del consejo han insistido en el efecto “bucle” que generaría renunciar a ese tipo de contenidos, ya que, según han explicado, cuando se pierde un punto de audiencia en televisión es “muy difícil recuperarlo” y supondría un “cambio radical del modelo” que iría perdiendo audiencia hasta “una situación de televisión de testimonio”.