Televisión Española ha decidido por fin estrenar su nuevo programa de cocina, tras meses de aplazamientos, vacilaciones e incertidumbres. El sustituto de Karlos Arguiñano, que se fue a Telecinco el pasado mes de septiembre, comenzará su programa “Vamos a cocinar” el próximo sábado 30 de abril. La sorpresa es que el programa no será diario sino que se emitirá en fin de semana, en dos ediciones de sábado y domingo, de 14:00 a 14:30 horas. Este horario genera conflictos puesto que determinadas Comunidades autónomas, como Cataluña, tienen en esta franja sus informativos regionales y se desconoce a que hora se podrá ver la nueva emisión en estas zonas. El estreno del programa de José Andrés a TVE-1 provocará cambios en la programación matinal de los fines de semana a nivel nacional. “Músicauno” y “Cartelera” sufrirán las consecuencias de esta novedad. El cocinero invitará cada día a un personaje popular que le ayudará en los fogones. En las primeras ediciones la productora ha contado con algunos de los actores habituales de “Cuéntame” como Ana Duato e Imanol Arias. La productora es Ganga, la misma de “Cuéntame” y del desaparecido programa “La azotea” de Gran Wyoming. También está previsto que pasen por la cocina Fernando Romay o Hevia, y personas anónimas. El nuevo programa se graba en los estudios de “Cuéntame”, en Pinto (Madrid). Juanjo de la Iglesia y Tonino son los responsables de guión del programa, que ha comprometido de momento 30 capítulos.
José Ramón Andrés fue elegido “Cocinero del año” en EE UU» por la revista gastronómica «Bon Appetit». Es propietario de varios restaurantes en Washington. Y entre sus referentes está Ferrán Adriá, con quien pasó una larga etapa de formación.
Andrés, 35 años y tres hijas, posee un amplio currículo que le ha llevado incluso a los fogones del buque-escuela Juan Sebastián Elcano y que le hizo recalar en Estados Unidos hace doce años. En Washington ha tenido todo tipo de clientes ilustres: desde políticos (Bill Clinton)a cantantes y actores (Bruce Springsteen, Demi Moore) hasta adinerada gente anónima, puesto que los precios de su restaurante no están al alcance de demasiados bolsillos. Esto no le impide tener una vena muy solidaria que le lleva a presidir una ONG que da de comer a más de 2.500 pobres al día.