Cuatro caminos secundarios que atraviesan la península, pasan por la Comunidad de Madrid y se unen posteriormente al Camino de Santiago y la Vía de la Plata, en paralelo a la frontera de Portugal, y que ascienden por provincias como Zamora hasta llegar a Galicia. El Camino de Madrid, el Camino Mendocino, el Camino del Sureste y el Camino de Levante transcurren por senderos que descubren al peregrino o visitante delicias arquitectónicas, destacados paisajes y una artesanía y gastronomía sin igual. Desde el siglo IX, el Camino de Santiago y los secundarios que surgieron para llegar a él, han conectado lugares y personas en un descubrimiento permanente.
El Camino de Madrid
Este camino fusiona lo urbano y lo rural y parte desde el centro de la capital: el Palacio Real, la Real Iglesia Parroquial de Santiago y San Juan Bautista. En estos templos se puede obtener la credencial de peregrino del Camino de Santiago.
Este camino conduce hasta la primera etapa natural en el municipio de Tres Cantos, del que parten cinco rutas medioambientales. Continúa por Colmenar Viejo, donde hay que visitar la Basílica de la Asunción de Nuestra Señora, Bien de Interés Cultural (BIC); Manzanares El Real; El Boalo-Cerceda-Mataelpino; Becerril de la Sierra; Navacerrada y Cercedilla, antes de salir a través del Puerto de la Fuenfría hacia las provincias de Segovia, Valladolid y León para unirse en Sahagún al denominado Camino de Santiago francés.
En el valle de la Fuenfría se puede viajar en el tiempo hasta la época romana, puesto que se atraviesa la Vía XXIV, integrada en la red de caminos construida por el Imperio romano en Hispania.
Este camino atraviesa la Reserva de la Biosfera de las Cuenca Altas de los ríos Manzanares, Lozoya y Guadarrama y el enorme valor paisajístico de La Pedriza, en pleno Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. El vacuno de Guadarrama cuenta con la máxima calidad y tiene el marchamo de Indicación Geográfica Protegida (IGP).
Camino Mendocino
Se trata del recorrido más largo que atraviesa Madrid por sus 40 kilómetros. El Camino Mendocino nace en Guadalajara y cruza Madrid pasando por los territorios de los nobles castellano, Los Mendoza, entre ellos Guadalix de la Sierra o Soto del Real.
A lo largo del camino se pueden encontrar monumentos patrimoniales como la Iglesia de San Pedro Apóstol de Torremocha de Jarama y la de Santa María Magdalena de Torrelaguna, ambas declaradas BIC. En Torremocha, además, se puede visitar el Centro artesanal de Torrearte para tomarle el pulso a los artistas y artesanos locales. La villa de Torrelaguna, por su parte, ha sido declarada Conjunto Histórico Artístico ya que fue uno de los enclaves visigodos fortificados de la zona del Jarama. En este entorno tranquilo y placentero también es posible disfrutar de un paseo a caballo.
También merece la pena detenerse en la Iglesia de San Pedro de Advíncula, templo renacentista y barroco construido entre los siglos XIV y XV, en la localidad de Redueña. En esta subzona Denominación de Origen Vinos de Madrid El Molar se incluyen los vinos de Venturada hechos con una variedad de tempranillo.
También es posible internarse en el Anillo Verde de Soto del Real, una ruta circular de 5,2 kilómetros que recorre los enclaves más característicos del municipio. Desde la plaza de la Villa se puede caminar hasta el histórico puente levantado sobre el arroyo Chozas. Al cruzarlo se ve la Iglesia Parroquial de Inmaculada Concepción que aúna varios estilos arquitectónicos, entre los que sobresale su retablo mayor barroco.
Camino de Levante
El Camino de Levante conduce hasta la Vía de la Plata y se adentra en Madrid con una etapa de 14 kilómetros a través de San Martín de Valdeiglesias. En este trecho se puede visitar de forma libre o con visitas guiadas el Castillo de la Coracera, en el que residió Isabel la Católica y desde el que se ve la Sierra de Grecos con sus campiñas y viñedos.
También el pantano de San Juan, conocido popularmente como 'la playa de Madrid'. Se encuentra en los municipios de San Martín de Valdeiglesias, El Tiemblo, Cebreros y Pelayos de la Presa. Es el único de la Comunidad madrileña en el que está permitido el baño y las actividades acuáticas a motor. Sus aguas esconden dos edificios históricos: un puente medieval de ocho ojos y las ruinas de la originaria ermita de la Virgen de la Nueva.
Lo ideal en este camino es perderse por las bodegas de la Sierra Oeste. En los vinos de la Subzona de San Martín de Valdeiglesias de la Denominación de Origen Vinos de Madrid se utiliza la uva garnacha para los vinos tintos, mientras que para los blancos se emplea la uva autóctona, albillo real.
Camino del Sureste
El Camino del Sureste parte de la provincia de Alicante y conduce de igual forma a la Vía de la Plata como al Camino Francés. Este camino supone un recorrido de 21 kilómetros por territorio madrileño entre Cenicientos y Cadalso de los Vidrios.
En Cenicientos déjate sorprender por el yacimiento arqueológico de la Piedra Escrita. Data del siglo II d.C y es un santuario rupestre esculpido en tierra granítica dedicado a la divinidad grecorromana Diana, protectora de la caza y los bosques. Fue, posteriormente, retocado en la época medieval y se erigió una ermita. Su ubicación original actuaba como hito de señalización entre fronteras.
Otra visita que no te puedes perder es el Palacio de Villena de Cadalso de los Vidrios, construido con un estilo románico en el siglo XV. El nombre de esta localidad se debe a las importantes fábricas de vidrio que se encontraban en ella y que alcanzaron su época de mayor auge entre los siglos XVI y XVII.
Una vez que se abandona el núcleo urbano se encuentra la ruta de la Peña, un jardín botánico natural de un enorme valor. También en el punto más alto de Peña Muñana se encuentra una atalaya de origen musulmán: una muralla que une dos torres junto a un posible aljibe.