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Las Montañas Rocosas de Canadá ¿El lugar más bonito del mundo?

Es difícil ponerse de acuerdo sobre cuál es el lugar más bonito del mundo, dónde la naturaleza se muestra más espectacular y cuáles son los paisajes de mayor belleza. Cada cual tendrá el suyo, eso seguro, pero si visitas las Montañas Rocosas de Canadá… desde ese instante las incluirás entre tus destinos “más top”. De eso también estamos seguros.

Al oeste de Canadá, a unas ocho horas en coche desde Vancouver y a solo una desde Calgary, se encuentra la cordillera de las Rocky Mountains canadienses, dividida entre las provincias de la Columbia Británica y Alberta. Aquí, el Parque de las Montañas Rocosas de Canadá fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984 y está compuesto por cuatro Parques Nacionales: Banff, Jasper, Kootenay y Yoho; y tres provinciales: Hamber, Monte Robson y Monte Assiniboine. Montañas, ríos, cascadas, bosques, glaciares y una enorme biodiversidad te esperan en ellos.

Si nos centramos en los parques de Banff y Jasper, los más visitados, necesitarás al menos de unos 10 días de tu tiempo para disfrutarlos como es debido. Recorrer con calma la Icefields Parkway, la carretera que los une atravesando montañas a lo largo de 232 km, entrando en sus valles, asomándote a sus lagos y haciendo alguna de sus caminatas. Hazlo, y luego nos cuentas si es o no uno de los lugares más bonitos del planeta.

Qué ver en el Parque Nacional Banff

El Parque Nacional Banff es el Parque Nacional más antiguo de Canadá, fue declarado como tal en 1885 y tiene una extensión de 6.642 km². La propia población de Banff, al sur, puede ser un buen punto desde donde visitar sus atractivos más cercanos antes de poner rumbo norte, hacia Jasper.

  • Lake Louise, Lake Agnes y Moraine Lake

Para empezar por lo más importante, tu primera visita debería centrarse en Lake Louise. Por ser fácilmente accesible desde el pueblo de Lake Louise este lago es posiblemente el más visitado del parque, aunque no el más espectacular. Muy cerca están los lagos Agnes y Mirror, más pequeños y tranquilos, pero lo que de verdad no te puedes perder es Moraine Lake, el lago más icónico de todas las Rocosas canadienses.

  • Bow Lake y Peyto Lake

Los encontrarás conforme avances por la Icefields Parkway en sentido norte y te recomendamos que los marques bien en el mapa porque no te los puedes pasar. El lago Bow no es tan conocido, y aunque bien merece una visita queda un poco eclipsado por la belleza de su hermano Peyto. El color turquesa de las aguas del Peyto Lake es tan exagerado que te costará creer que es natural, pero la tonalidad de su agua glacial es totalmente real.

  • Bow Valley Parkway y el Johnston Canyon

A solo media hora del pueblo de Banff se encuentra una de las carreteras más bonitas del parque, la Bow Valley Parkway. Ya solo por disfrutar de los paisajes que tienes desde el coche ya merece la pena pasar por ella, pero su interés se ve además incrementado por la presencia del Johnston Canyon. A lo largo de este cañón tienes una bonita ruta que te llevará siguiendo el cauce del río, a veces por pasarelas, y por el que llegarás a dos cascadas, las lower y las upper falls, cada cual más bonita.

Qué ver en el Parque Nacional Jasper

El Parque Nacional Jasper es el parque más septentrional de las Montañas Rocosas canadienses, se le otorgó dicho título en 1930 y tiene una superficie de 10. 878 km². Si vienes desde Banff es recomendable ir haciendo alguna que otra noche por el camino antes de llegar al pueblo de Jasper, así podrás visitar todo lo que hay por medio más cómodamente.

  • Icefield Centre y el glaciar Athabasca

El Columbia Icefields Discovery Centre es un centro de interpretación situado justo a la altura del glaciar Athabasca, en plena carretera Icefields Parkway. Si quieres comprender la magnitud de la masa de hielo de las Rocosas canadienses este es el lugar. Desde aquí podrás acercarte a la lengua del glaciar Athabasca, pasando por el Sunwapta Lake, y ver cómo baja desde las montañas. Eso sí, la rabia y la pena irán de la mano cuando veas los hitos que van marcando su rápido retroceso año tras año.

  • Sunwapta Falls y Athabasca Falls

Conforme sigas avanzando hacia el norte por la Icefields Parkway llegarás a dos de las cascadas más bonitas del Parque Nacional Jasper, las Sunwapta Falls y Athabasca Falls. Ambas están muy cerca de la carretera, por lo que son de muy fácil acceso. Si tu visita es en la época de deshielo la fuerza del agua puede ser sobrecogedora.

  • El Medicine Lake y el Maligne Lake

Para llegar a estos dos lagos, menos visitados que los demás, tendrás que hacerlo desde el pueblo de Jasper. Son un buen sitio para disfrutar de la naturaleza sin que haya demasiada gente a tu alrededor. En la carretera que los une, al atardecer, es un buen lugar para encontrar animales a muy poca distancia.

La fauna de las Rocky Mountains canadienses

Las Rocosas son un auténtico paraíso para la fauna salvaje, un santuario donde aún muchas especies campan a sus anchas, tan protegidas por los guardaparques como atrayentes para los visitantes. Cada especie tiene su hábitat, ya sean bosques, montañas, picos o lagos, pero gran número de ellas son relativamente fáciles de encontrar.

Si hay uno que destaca sobre todos los demás, el “premio gordo” si tienes la suerte de encontrar uno, ese es sin duda el oso grizzly. Haberlos haylos, pero no muchos. La manera más segura de ver uno es desde el coche, y verás que al comienzo de cada sendero hay indicaciones muy claras sobre qué hacer si te encuentras uno de estos animales que pueden superar los 500 kg. De hecho, hay senderos en los que es obligatorio ir en grupo ya que en solitario los osos pueden entablar un serio peligro.

Los osos negros son mucho más numerosos que los grizzly, son más pequeños y menos agresivos, aunque no por ello dejan de ser peligrosos. Son más fáciles de ver, sobre todo en praderas y valles abiertos, e incluso desde la propia carretera.

En las Rocosas también hay una gran variedad de tipos de ciervos. Los más espectaculares son los alces, no te imaginas el tamaño que pueden alcanzar hasta que no ves uno, pero también están los wapití, las cabras blancas de montaña y borregos cimarrones entre otros. Además también hay lobos, pumas y linces, pero son prácticamente imposibles de ver. Mucho más fáciles de encontrar son las águilas calvas y los castores, pero sobre todo las ardillas.