Si va a visitar espacios naturales, recuerda la importancia de respetar el entorno y sigue las guías y recomendaciones oficiales para no poner en peligro el lugar ni tu integridad física.
El Camino de Santiago es uno de los recorridos más reputados de toda Europa. La ruta, que dirige hacia la tumba del apóstol Santiago el Mayor -situada en la catedral de Santiago de Compostela en Galicia-, es el motivo de visita a la península de turistas y peregrinos de todas las partes del mundo.
Sin embargo, el norte de España alberga otro recorrido algo menos conocido pero igual de apasionante, el denominado Camino Ignaciano. Esta ruta de peregrinación sigue los pasos de San Ignacio de Loyola en su viaje espiritual desde el País Vasco hasta Catalunya.
Al igual que el Camino de Santiago, este trayecto cuenta con gran número de etapas entre las que descubrir la naturaleza del norte peninsular en su máximo exponente. Así, conoce este otro gran recorrido que puedes hacer a pie o en bicicleta por España.
Historia del Camino Ignaciano
El Camino Ignaciano tiene su origen en el año 1522, cuando Ignacio López de Loyola -conocido después como San Ignacio de Loyola- emprendió una travesía desde Loyola-Azpeitia hasta la ciudad de Manresa. Así, el soldado y sacerdote español recorrió 650 kilómetros durante 27 etapas diferentes.
Movido por su deseo de servicio a Dios, Ignacio de Loyola emprendió un viaje hacia Jerusalén siguiendo el Camino Real, que le dirigiría a Barcelona. Así, con el paso de los años, el camino no obtuvo la reputación que si obtuvieron otros recorridos como el Camino de Santiago. Aunque en 2022, fecha conmemorativa del 500 aniversario del peregrinaje original, el proyecto se consolidó como el recorrido que es a día de hoy.
Ruta y etapas del Camino Ignaciano
El Camino Ignaciano cuenta con un total aproximado de 650 kilómetros divididos en 27 etapas que comienzan en el País Vasco y terminan en Catalunya. Sin embargo, el recorrido atraviesa varias comunidades autónomas y provincias a su paso, por lo que es posible comenzarle desde diferentes enclaves.
Así, el comienzo en el País Vasco alberga puntos de gran interés como el Santuario de Loyola, un complejo monumental y religioso construido alrededor de la casa natal de Ignacio de Loyola. Además, durante la parte vasca del recorrido comenzarán los ascensos montañosos en los que se podrá disfrutar de los primeros paisajes naturales de la ruta.
En concreto, las fases del camino que pasan por Euskadi son las siguientes:
- Loyola - Zumárraga
- Zumárraga - Arantzazu
- Arantzazu - Araia
- Araia - Alda
- Alda - Genevilla
- Genevilla - Laguardia
De la misma manera, el recorrido continúa por la comunidad autónoma de La Rioja, donde grandes extensiones de tierra plana y viñas permiten disfrutar de caminos suaves y aptos para toda la familia. Al igual que con Euskadi, el recorrido cuenta con varias etapas en La Rioja:
- Laguardia - Navarrete
- Navarrete - Logroño
- Logroño - Alcanadre
- Alcanadre - Calahorra
- Calahorra - Alfaro
Al continuar, el recorrido atraviesa también la Comunidad Foral de Navarra en dos etapas antes de entrar en la comunidad autónoma de Aragón; estas son: Alfaro - Tudela y Tudela - Gallur, dando entrada este último a Zaragoza.
Una vez en Aragón, será posible atravesar grandes extensiones de terreno que dirigen hacia los desiertos de los Monegros, en los que disfrutar de toda la naturaleza local. Las paradas en este punto son las siguientes:
- Gallur - Alagón
- Alagón - Zaragoza
- Zaragoza - Fuentes de Ebro
- Fuentes de Ebro - Venta de Santa Lucía
- Venta de Santa Lucía - Bujaraloz
- Bujaraloz - Candasnos
- Candasnos - Fraga
- Fraga - Lleida
Para finalizar, el Camino Ignaciano acaba en Catalunya, donde las últimas etapas atraviesan el territorio hasta su culmen en Manresa, ciudad que representa el final del recorrido. Las etapas del trayecto que recorren el territorio catalán son:
- Lleida - Palau d'Anglesola
- Palau d'Anglesola - Verdú
- Verdú - Cervera
- Cervera - Igualada
- Igualada - Montserrat
- Montserrat - Manresa
Recomendaciones durante el Camino Ignaciano
Antes de comenzar el recorrido es recomendable prestar atención a varios consejos básicos que permitirán volver la experiencia lo más agradable posible. Así, el Camino Ignaciano, al igual que el de Santiago, cuenta con balizas de señalización marcadas en cada etapa de su recorrido. Al contrario que las que dirigen a la tumba del apóstol Santiago -de color amarillo-, las señalizaciones hacia Manresa se presentan marcadas con flechas naranjas con el símbolo del fuego del Espíritu Santo en ellas.
Por otro lado, al igual que en el resto de peregrinaciones, existen varias opciones de alojamiento, como albergues, casas rurales y hoteles. Además, en lugares como Loyola o Manresa, hay hospedajes especiales destinados a quienes realizan el camino.
El recorrido completo supone un esfuerzo físico y mental considerable, por lo que muchos viajeros optan por completarle fase a fase o por comenzar por diferentes etapas del mismo en función del tiempo del que dispongan o su condición física. Así, antes de planear cualquier etapa es recomendable estar atento a las previsiones meteorológicas y acudir cuando el clima sea favorable.