Si va a visitar espacios naturales, recuerda la importancia de respetar el entorno y sigue las guías y recomendaciones oficiales para no poner en peligro el lugar ni tu integridad física.
La naturaleza ha reclamado las vías de tren y tranvía que hemos abandonado con el paso de los años. Ahora, estas rutas, a menudo situadas en parajes naturales, han atraído a miles de senderistas. Es el caso del Sendero del Tranvía de la Sierra, que sigue el recorrido de un antiguo tranvía en la provincia de Granada. El trazado de las vías abandonadas, que delimitan el recorrido de la ruta a la perfección, no son el único reclamo. Este sendero es un recorrido por la conocida como Suiza del Sur, Güéjar Sierra, un encantador pueblo de montaña andaluz a tan solo 20 minutos de Granada capital.
Se trata, además, de un recorrido asequible para la mayoría de grupos de edad, con una distancia a recorrer de unos 13 kilómetros. La ruta dura unas tres horas y media, por lo que conviene aprovisionarse de un equipo de senderismo y de agua y comida.
Para comenzar la ruta, debes dirigirte hasta Güéjar Sierra. Como acabamos de comentar, se trata de una localidad a 20 minutos de la ciudad de Granada. Una vez llegues al municipio, dirígete al Pabellón Cubierto y aparca en la entrada del pueblo. Cerca de la zona deberías ver una señalización que indica el inicio de la ruta.
Pronto comenzará una bajada en la que podrás apreciar unas vistas del Embalse de Canales. Durante todo este tramo irás acompañado de estas vistas. Después de llegar al final de la pendiente tendrás que cruzar un puente sobre el Río Genil. Aún queda ruta que recorrer, pero te recomendamos que hagas un alto en el camino para apreciar las vistas.
Sigue recto por el Sendero del Tranvía de la Sierra, deberás tener el río a tu derecha. Ten cuidado, porque aunque el trazado es seguro, no deberías tomar riesgos que puedan provocar caídas. Todo el recorrido está muy bien señalizado, plagado de carteles que no solo te guiarán, también te explicarán la historia de este itinerario. Continúa por este camino, pasando un restaurante y un hotel. Llegarás a un túnel que no atravesarás, en su lugar deberás desviarte a la derecha. Con esto cambiará la dirección en la que tenemos el río, que ahora estará a nuestra izquierda.
Atraviesa dos puentes colgantes más y llegarás al último punto de la ruta, el Barranco de San Juan. Para volver, solo tendrás que desandar tus pasos.
Qué hacer en Güéjar Sierra
No todos son senderos y vías de tranvía en Güéjar Sierra. Se trata de un pueblo perfecto para el turismo rural. Ubicado en las faldas de Sierra Nevada, esta localidad destaca por un sinfín de actividades al aire libre.
Por su pasaje montañoso y su belleza singular, Güéjar Sierra es conocida como “la Suiza del Sur”. Te recomendamos que visites el casco antiguo del municipio, con casas blancas de gran belleza amontonadas unas junto a otras. La localidad tiene un pasado musulmán y cristiano, por lo que puedes aprender de ambas culturas dentro del municipio.
El invierno, aunque requiere de una mayor precaución por parte del visitante, es buena época para hacer turismo en la zona. Se origina un paisaje nevado, un blanco sobre blanco inolvidable en este entorno de Sierra Nevada. Te recomendamos que, si vas a visitar en invierno, te abstengas a hacer senderismo por el riesgo que puede suponer la nieve.
Un tranvía a Sierra Nevada
La ruta forma parte de un proyecto de tranvía que pretendía conectar Granada con las altas cumbres de Sierra Nevada. El siglo XX acababa de empezar y con él empezó a gestarse la idea de comunicar a Sierra Nevada con las poblaciones ladera abajo. En 1906, el Director General de la compañía de tranvías de Granada, Nicolás Escoriaza, encargó el proyecto al Ingeniero suizo Emil Strub.
El proyecto ya estaba diseñado antes del fin de agosto de ese mismo año. La vía del tranvía debería haber sido de unos 35 kilómetros de largo, con la ciudad de Granada como punto de partida y con el pico del Mulhacén como última parada. El trazado presentaba numerosos retos, en concreto en los últimos kilómetros de la línea, por la gran inclinación de la superficie. Entre los kilómetros 28 y 33, el tranvía tendría que ser de cremallera, con un convoy y una vía que se caracterizan por tener un tercer riel dentado. De esta forma, se pretendía salvar las principales pendientes, que podían alcanzar una inclinación de hasta 14 grados. Después, habría un funicular durante un kilómetro y medio, que debía tornarse en un ascensor hasta la cima del Mulhacén.
El proyecto atrajo mucho entusiasmo de la administración granadina y de los medios de comunicación de la época, pero nunca llegó a iniciarse. Le seguirían numerosos proyectos con un espíritu y objetivo similares: conseguir una subida rápida a Sierra Nevada. El único que contó con la construcción de algo de trazado de las vías se hizo esperar a 1919. Una sociedad anónima del Duque de San Pedro de Galatino expuso un proyecto que comenzó a construirse en 1921. Cuatro años después, se inauguró el primer trazado, que va desde Granada hasta Canales. Medio año después el tranvía llega hasta Güejar Sierra.
Tras muchos proyectos abiertos e interrumpidos, el sueño del tranvía a Sierra Nevada se cerró definitivamente en 1974, ante la expectativa de que se construiría el embalse de Canales. Parte del material que componía las vías se vendió como chatarra, mientras que otra fue olvidada en almacenes durante décadas. El resto componen el paisaje de la ruta de senderismo que conocemos a día de hoy.